Un científico francés llamado Etienne Klein ha tenido que pedir disculpas en Twitter al difundir un bulo que llegó a miles de personas. En la famosa red social, el profesional hizo pasar una rodaja de chorizo por una instantánea de la estrella Próxima Centauri.
Con esta 'inocentada', el hombre pretendía 'fomentar la cautela' ante las imágenes falsas que circulan en las redes sociales. "Foto de la estrella Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, a 4,2 años luz de nosotros. Foto con un gran nivel de detalle. Un nuevo mundo se revela día tras día", escribía el científico en el tuit junto a la polémica foto.
Algunos de los internautas se tragaron el bulo. Otros, sin embargo, pronto sospecharon de que podía tratarse de una broma. Días después, Klein ha tenido que salir de nuevo a la palestra para reconocer que se trataba de una broma con la que pretendía concienciar sobre la difusión de los bulos. "Vengo a disculparme con aquellos a quienes mi bulo, que no tiene nada de original, pudo haber ofendido. Simplemente quería instar a la cautela con respecto a las imágenes que parecen elocuentes por sí mismas", tuiteó el miércoles Etienne Klein, físico y filósofo de la ciencia.
Su publicación, revelada por el medio online HuffPost, ha tenido cierto éxito en las redes sociales, con 1.334 retuits, 10.000 "me gusta". "Me sorprendió la magnitud que tomó: pensé que la imagen iba a ser detectada inmediatamente como falsa. Y cuando vi que un gran periodista de BFMTV estaba extasiado, y que se arriesgaba a difundirlo, le dije que era un broma. Se lo tomó con mucho humor", dijo Etienne Klein a la agencia AFP.
"Luego me disculpé porque obviamente algunos tienen la impresión de haber sido tomados por menudencias, que no es el caso en absoluto", suplicó el investigador, también productor del programa Ciencia en preguntas en France Culture.
Klein buscaba seguir así la tradición de físicos a los que le gusta engañar de forma recurrente. Como explicó en Twitter, su gesto se hace eco del caso Sokal, que lleva el nombre de un físico estadounidense que publicó un artículo falso en una revista de 1996. "Un bulo tiene una virtud educativa. Dice nuestra capacidad de ser engañados, cuestiona nuestra relación con las fuentes... Vimos durante el Covid que ciertos científicos aislados podían publicar falsedades sin ser contradichos", agregó Etienne Klein. El hombre, de 64 años, se preguntaba además si su imagen falsa obtendría "muchos más 'me gusta'" que las fotos reales del James Webb que sí había compartido previamente en Twitter.