Las redes han hecho eco del desesperado llamado de ayuda de una madre. Sheila Sánchez es la tiktoker de Tenerife que ha estado ganando visibilidad en redes tras denunciar un grave caso de bullying y acoso que ha estado sufriendo su hijo en los últimos tres años que lo han llevado a tener grandes consecuencias a nivel psicológico y físico. Pese a que se ha trasladado el caso a las autoridades, la mujer asegura que "le están dando la espalda".
Ha sido a través de su TikTok que Sheila comenzó a mostrar conversaciones y fotografías de lesiones y una gran resistencia del pequeño a asistir al colegio alegando que estaba "harto de vivir". Con tan solo 13 años, ya han sido 3 veces que su madre tuvo que cambiarlo de colegio por diversas agresiones que sufrió en cada uno de ellos. En el primero, dos niños de la clase de su hijo lo agredieron y lo tiraron por las escaleras dejándolo inconsciente y con un hundimiento de cráneo de 3 centímetros que desembocó en una neurocirugía.
Aunque Sheila denunció inmediatamente a la Policía y al centro escolar por lo sucedido, estos le recomendaron que "al ser más de 2 niños los que cometen bullying lo mejor era cambiarlo de colegio". Y eso hizo. Con la esperanza de terminar con el calvario, en una isla pequeña como Tenerife y ser el mismo entorno, se repitió la situación. En el nuevo centro, el primo de uno de los otros agresores reprodujo las mismas acciones y ha estado insultándolo, acosándolo e incluso le pintaban el cuerpo con descalificadores y dibujos obscenos.
Pero aún hay más. Después de cambiarlo por tercera vez a un nuevo centro en donde finalmente comenzó a estar mejor y más a gusto, estos niños de 12 y 14 años se enteraron en donde vivía su víctima y se han presentado varias veces a la puerta de su casa para seguir con los ataques que comenzaron en las aulas, pero ahora en su propio hogar.
Tras los episodios violentos, el niño comenzó a desarrollar ataques de pánico, ansiedad, depresión, e incluso tuvo dos intentos de suicidio. Hoy el hijo de la creadora de contenido se encuentra con tratamiento psiquiátrico, pediatras y medicación pero sobre todo un gran miedo a asistir al colegio. Ha sido la propia madre la que expuso unos crudos y desesperanzadores audios del niño rogando a sus padres para poder quedarse en casa y no tener que ir al instituto ya que se siente desprotegido.
El caso de bullying de Sheila es un reflejo de que el sistema educativo y legal aún dejan a muchas víctimas desamparadas. La respuesta de los directores de la escuela ha sido "fantasma" y sin ningún tipo de solución ya que alegaron que el hijo de la tiktoker también ha respondido con amenazas cuando el otro agresor lo hacía.
Por el lado legal, la Fiscalía ha reportado en diversas ocasiones a Sheila sobre la situación de su hijo y finalmente le anunciaron que debido a que se trata de menores de 13 años, es decir que son inimputables, el caso quedaría archivado.
Gracias a ello Sheila ha acudido a las redes sociales y a los medios en un intento de llamar la atención para poder frenar la situación y poder hacer algo al respecto.