Quedan pocos días para que Plaza & Janés lance en España el libro de memorias de Britney Spears, titulado "La mujer que hay en mí". El titulo elegido por la cantante para contar las luces y sombras de su corta pero intensa vida no es casualidad, pues, hasta que consiguió liberarse de la tutela de su padre, se sintió como una niña que tenía que pedir permiso hasta para respirar. Una "niña robot", como ella misma dice, porque por muy infantil que fuera el trato que recibía, seguía trabajando sobre el escenario como si fuera una máquina de la canción.
A la espera de sumergirnos en una redacción escrita bajo sus propias normas, la famosa cantante ha hablado a corazón abierto en la revista People, donde ya ha dado grandes titulares. Ahora que puede decir lo que quiere y como quiere, Britney ha confesado algunas duras verdades como que se quedó "embarazada de Justin Timberlake" y que éste la "convenció" para abortar. Ambos tenían 19 y 20 años cuando estuvieron juntos y al artista le pareció que "no estaban preparados" para ser padres y formar una familia.
Además de este triste episodio de su vida, la reina del pop también ha hablado de su periodo más oscuro: el momento en el que, paraguas en mano, se enfrentó a golpes a la prensa, después de raparse toda la cabeza como forma de decirle al mundo: "Dejadme en paz". Estos actos desembocaron en la tutela judicial de su padre, que es uno de los grandes protagonistas de su libro, muy a su pesar. En People, Britney ha dado detalles de la gran presión que recibía por su parte:
"Si pensaba que ser criticada por mi cuerpo en la prensa era malo, de mi propio padre me dolía aún más. Me dijo repetidamente que me veía gorda y que iba a tener que hacer algo al respecto. Sentir que nunca eres lo suficientemente bueno es un estado desgarrador para un niño. Él me había inculcado ese mensaje cuando era niña, e incluso después de haber logrado tanto, él continuaba haciéndome lo mismo", decía, a modo de preludio de las verdades que destaparán sus memorias.