Un asteroide podría impactar contra la Tierra el próximo 2 de noviembre: ¿qué consecuencias tendría?

Hay una posibilidad entre 240 de que este asteroide impacto contra la atmósfera terrestre el próximo lunes
El divulgador científico Neil deGrasse Tyson ha explicado que el impacto de este asteroide no "interrumpiría nuestra civilización"
La última vez que impactó un asteroide contra la Tierra fue en 2013 y dejó a 1.500 personas heridas
En otro momento de nuestras vidas no nos habríamos creído que noticias como el impacto de un asteroide en la Tierra pudieran ser ciertas, pero estamos en 2020, un año en el que más de medio planeta hemos tenido que hacer cuarentena por un virus mundial, apareció campando a sus anchas un cocodrilo en Valladolid y una pantera corriendo por un pueblo de Granada dejó a todos los vecinos sin palabras. Ya casi nada puede sorprendernos.
Pues bien, ahora la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han informado de que un asteroide podría impactar contra la atmósfera terrestre el próximo lunes 2 de noviembre, justo un día antes de que tengan lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Es más, la probabilidad de que este asteroide 2018VP1, de la clase Apolo, impacte contra la Tierra es del 0,41% , es decir, hay una posibilidad entre 240. Con este porcentaje, y a pesar de que no sea muy alto, se considera que es el segundo asteroide con más posibilidades de golpear la Tierra en los próximos cien años, según la lista de la Agencia Espacial Europea. Precisamente por eso, es ahora uno de los grandes conocidos de la comunidad científica, que no le ha quitado el ojo de encima desde que fue descubierto por el Observatorio Palomar de California en 2018.
¿Es peligroso?
Ahora, lo que todos queremos saber es si este objeto rocoso que podría chocar contra la Tierra es o no peligroso. Pues bien, según ha explicado el divulgador científico Neil deGrasse Tyson, si el asteroide impactara sería visible cerca del punto de entrada (en la atmósfera), incluso durante el día, pero no "interrumpiría nuestra civilización".
Por tanto, nuestro planeta (ni nosotros) no corre ningún riesgo con la llegada de este asteroide en los próximos días. Además, su diámetro es de 0,002 kilómetros, por lo que lo más probable es que al llegar a la atmósfera se desintegre y no llegue a causar daños de ningún tipo, ha declarado Neil deGrasse Tyson. "El asteroide no es tan grande como para impactar con éxito en la superficie de la Tierra. A la velocidad que va, a más de 40.555 kilómetros por hora es como impactar de frente contra un muro".
Es más, la última vez que este asteroide fue observado fue en noviembre de 2018, por lo que existe una gran incertidumbre sobre su trayectoria, que se calcula que lo más probable es que pase a medio millón de kilómetros de distancia de la Tierra.
También la NASA se ha pronunciado al respecto y nos ha pedido que estemos tranquilos, ya que aunque lograse impactar el riesgo sería mínimo, nuestra vida seguiría como si nada, que no tendría ningún tipo de consecuencias en nuestro planeta.
¿Podría un asteroide destruir la vida en la Tierra?
Está claro que este asteroide es inofensivo, pero, en un futro... ¿Podría un asteroide destruir algún otro asteroide la vida en la Tierra? Pues bien, las probabilidades de que un asteroide destruya la vida en la Tierra son muy bajas en el futuro más inmediato. No obstante, los conocidos como asteroides intermedios están en el punto de mira de las agencias espaciales internacionales, como la NASA.
Estas agencias espaciales internacionales han identificado más de 20.000 objetos próximos a la Tierra, de los que 2.000 han sido clasificados como "potencialmente peligrosos", ya que son asteroides gigantes, de más de 140 metros de diámetro. Por tanto, si alguno de estos impactaran contra nuestro planeta sí que podría causar destrucción local, pero no global.

No obstante, es muy improbable que alguno de estos asteroides impacte contra nuestro planeta en este siglo. El último caso registrado tuvo lugar en febrero de 2013 en la ciudad rusa de Chelyabinsk, cuando un asteroide de 20 metros de diámetro que viajaba a 70.000 kilómetros por hora explotó en la atmósfera terrestre, y la ola del impacto dejó 1.500 personas heridas.