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'Belleza Falsa': la cuenta de Instagram que desmonta las mentiras de las fotos de influencers y famosas

Nada hay más familiar para ese simulacro barnizado de realidad que vivimos en Instagram que retocar las fotos que subimos a la plataforma. Hemos asumido que nuestro avatar digital debe estar siempre perfecto para pasar revista en el escaparate del selfie y la existencia aspiracional, no sea que parezcamos seres corrientes y molientes, con nuestras ojeras, nuestra precariedad y nuestro piso sin luz natural.

Sabemos, además, que un porcentaje nada desdeñable de usuarixs no subiría un selfie a las principales redes sociales sin llenarlo de retoques. Nuestro gesto es instintivo, cerval, y el algoritmo lo ha inscrito a fuego en nuestra médula digital: primero, encuadrar, corregir el ángulo del cuerpo para aparentar una mejor postura y peso, pasar un filtro, bueno, otro; enfocar, limar imperfecciones, subir la textura, potenciar los colores. La acumulación de retoques produce monstruos, o por lo menos, certezas incuestionables que Internet ya se ha encargado de convertir en meme y en gif depresivo. “Vivimos en una simulación”.

Esto es todavía más sangrante con las figuras públicas: influencers, modelos, actores y actrices, celebrities devenidas en simulacro estético, el de todas esas imágenes con las que falsean sus propios rostros y cuerpos (especialmente los femeninos) y que redundan en la obsesión por un físico imposible de alcanzar.

No todo está perdido. Una pequeña aldea de irreductibles cuentas como @bellezafalsa resisten en Instagram y realizan una labor de higiene estética encomiable. Desnudan y descascarillan, retoque a retoque, las trampas de lxs influencers para parecer más bellxs, más paradisiacxs, más irreales.

Retocar, retocar, retocar hasta morir

@bellezafalsa se creó en 2020 y es la versión hispana de cuentas como @faceceleb, basadas en el mismo propósito: rasgar el velo de las herramientas digitales de embellecimiento (filtros, suavizados, etc.) y exponer las diferencias entre la realidad y la ficción; el rostro real y el, digámoslo así, inventado. La pregunta que surge después de darse un paseo por la cuenta de @bellezafalsa es muy clara: ¿Cuántas cinturitas de avispa, melenas con volumen y piel de porcelana puede soportar una sociedad que, paradójicamente, trata de imitar ese mismo modelo a costa de la salud mental de la población? Ya sabemos que los filtros pueden ser peligrosos, aunque no nos apetezca demasiado pensar en ello cuando los usamos.

Su labor es silenciosa pero implacable, y su idea de fondo, tan sencilla como poderosa. ¿Resulta que eres una influencer que presume de rostro sin acné, cuerpo de ángulos esculpidos y delgadez de Bratz? Belleza Falsa rastrea tu cuenta para encontrar esas fotografías que subes pretendiendo dar una idea de perfección absoluta y las contrasta con las de las principales agencias de prensa. Creado el fotomontaje, los fans de la cuenta pueden comparar a la famosa real y esa versión retocada y recauchutada con la que se ha engordado los labios (Dulceida), sacado brillo al pelo y adelgazado el rostro (Blanca Suarez), o incluso el cuerpo (Rosalía).

Casi todas las fotografías de celebrities de la cuenta son un traje nuevo del emperador en versión digital, y tenemos suerte: el hecho de poder ver al emperador desnudo nos permite anclarnos a la realidad e identificar la falsedad de las imágenes; un acto casi político dentro de plataformas como Instagram, repletas de postales embellecidas con filtros hasta un grado que roza lo psicopático. Si eres famosx y nunca te muestras tal y como eres al natural, @bellezafalsa te visitará en tus pesadillas y demostrará que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, siempre desde el mensaje amable que se repite en todos y cada uno de los posts de la cuenta: “Realidad VS Instagram. Comentad con respeto pls. Faltas de respeto = bloqueo”.

Los casos más sonados

En algunos casos, la imagen real de la celebrity y la fotografía de la cuenta de Instagram tienen tan poco que ver que da la sensación de estar mirando a dos personas distintas. No a todas las famosas les hace gracia verse expuestas de esta forma. @bellezafalsa expuso el caso de Pilar Rubio, que deformó la parte inferior de una foto (con resultados catastróficos) para darle más volumen a su pelo. Rocío Amar, exconcursante de 'Mujeres y Hombres y Viceversa', llegó a amenazar a la administradora de la cuenta cuando demostró que se adelgaza el rostro y elimina las ojeras y las marcas en la piel. "Te aviso que como vuelvas a subir fotos mías, que no te doy el permiso, te denuncio en el juzgado", escribió la exconcursante.

Hasta la fecha, su creadora mantiene un discreto anonimato que jamás ha roto. Este secreto sumarísimo, el de su identidad, le ha permitido crear un panteón real (y no lo decimos por decir) de famosxs, con sus imperfecciones, sus dientes torcidos, su piel con acné y un peso que no incita a los trastornos alimentarios. ¿El movimiento body positive era esto? Parece que sí. Solo había que coger Photoshop y empezar a picar para desmontar la distopía visual.