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Mario, Tere e Irene se han autoconfinado antes de volver a casa en Navidad: “Todos deberíamos hacerlo”

  • Según la OMS, Europa corre un riesgo alto de que se produzca una tercera ola por el coronavirus en las primeras semanas y meses de 2021

  • Para evitar poner en riesgo a familiares, cada vez más jóvenes están sumándose al autoconfinamiento voluntario

  • Mario, Tere e Irene están realizando cuarentena, pero cada uno de forma diferente. En Yasss nos cuentan sus tips para llevarla de la mejor forma posible

Con la llegada de la Navidad, nuestra emoción choca un poco con las recomendaciones de los expertos en salud. La OMS por su parte ha dejado claro que debemos usar mascarillas constantemente, incluido en las cenas familiares de Nochebuena y Nochevieja. ¿La razón de esta estricta medida? Que Europa corre riesgo muy alto de sufrir una tercera ola por el coronavirus a comienzo de 2021 y, entre todos, deberíamos evitar que esto suceda.

La transmisión del covid-19 en Europa sigue siendo generalizada e intensa”, declaraba la OMS en un comunicado realizado el miércoles 16 de diciembre. “Existe un alto riesgo de un nuevo resurgimiento en las primeras semanas y meses de 2021, por lo que tendremos que trabajar juntos si queremos tener éxito en prevenirlo".

Ante estas recomendaciones, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha dejado clara su postura: "Si hay que endurecer el plan de Navidad, el Gobierno lo propondrá porque no podemos relajarnos, no podemos bajar la guardia”. Esta noticia ha generado una fuerte incertidumbre en los españoles que ya se habían hecho a la idea de las medidas navideñas.

Por una mezcla de miedo y prudencia a partes iguales, cada vez más jóvenes están autoconfinandose en sus casas antes de visitar a sus familias por Navidad. Es el caso de Mario, Tere e Irene, que están realizando cuarentena aunque de forma diferente:

Las claves de Mario: organización, buena convivencia y ganas de ver a su familia

Mario Velasco, estudiante de periodismo de 21 años, cerró las puertas de su casa el 12 de diciembre. “Mi compañera de piso y yo lo teníamos claro desde septiembre. Si no había vacuna, o no íbamos a casa en Navidad o hacíamos cuarentena preventiva”, comparte.

“Nuestra idea funciona bien por tres razones”. En primer lugar, la organización. “Tenemos una lista de la compra y apuntamos todo lo que necesitamos para no tener que salir de casa porque falta algo. Pedimos la compra por Internet y solo salimos para tirar la basura.”. En segundo lugar, el buen rollo que se respira en el piso. “Mi compañera de piso y yo no nos conocíamos de nada antes de mudarme, pero ha sido mi salvación durante la cuarentena. Respetamos nuestra intimidad, pero también nos apoyamos cuando necesitamos contacto social, y creo que esa es la clave de la buena convivencia”. En tercer y último lugar, las ganas de ver a su familia. “Ambos tenemos familiares que son grupo de riesgo. No queremos poner en riesgo su salud, así que esto que hacemos es lo más coherente. Todos deberíamos hacerlo en realidad”.

Tere: problemas a la hora de lidiar con los compañeros de piso

El caso de Mario es un ejemplo de que el autoconfinamiento no tiene que ser una tortura, pero hay muchos jóvenes que no lo están viviendo igual. En el caso de Tere Román, una joven de 27 años que actualmente teletrabaja para una empresa de consultoría, es difícil aislarse en casa cuando tus compañeros de piso te ponen trabas.

“No entienden que quiera aislarme, así que me boicotean sin mala intención”, confiesa. Cuando la joven va a la cocina desinfectante en mano sus compañeros de piso salen para saludar sin mascarilla, o incluso entran a su cuarto sin previo aviso. “Yo sé que lo hacen a buenas para que tampoco esté sola todo el día, pero es un poco coñazo tener que repetirles una y otra vez que estoy confinada”.

La situación de Tere ha trastocado completamente sus horarios. “Salgo de mi habitación lo justo. Para ir al baño o para comer. Aprovecho cuando ellos no están en casa, lo jodido es por la noche que hay toque de queda”.

Al preguntarle por consejos para todos aquellos que quieren confinarse voluntariamente, comparte que “hay que ser coherente. No vale estar en tu habitación un rato y luego salir al salón y fumarte un cigarro en grupo. Si te autoconfinas, hazlo de verdad”. En su caso, ha sido necesaria mucha comunicación asertiva. “Si tus compañeros de piso son majos y te entienden, genial, pero si no te tienes que armar de paciencia y buenos argumentos”. También destaca la importancia de hacerlo ya. “La Navidad ya es la semana que viene y lo ideal habría sido aislarnos entre dos semanas y diez días antes de Nochebuena, pero mejor tarde que nunca. Si te vas a autoconfinar, no esperes más”.

Cuarentena en familia: el caso de Irene

Irene Serra, estudiante de un doctorado de 25 años, vive con sus padres desde septiembre de 2020. “Mi madre está tan asustada por la abuela que desde el 10 de diciembre no nos deja salir de casa”, relata. “Nos trae la compra mi tío, que vive al lado. La deja en la puerta y se va. Luego desinfectamos todo y así vamos tirando”.

“Queremos pasar las navidades con mi abuela y con mis tíos, que no están haciendo cuarentena pero bueno. Si alguien se pone malo, que esperemos que no, sabremos que nosotras hicimos todo lo posible por evitarlo”, comparte con Yasss.

Irene y su madre se enfrentan a lo que muchas familias vivieron entre marzo y junio: las discusiones durante el confinamiento. “Pasar 24 horas con alguien no es fácil, y más cuando es tu madre porque con un amigo cierras la puerta y él pasa de entrar. Una madre no entiende el concepto de privacidad”, bromea la joven. “Como sabemos que esto que hacemos es por la salud de los nuestros, lo llevamos mejor”.

Por otro lado, el tiempo en familia está permitiendo a Irene conectar mejor con su madre. “Hablamos más y eso es bueno, porque conozco cosas de ella más allá del rol de madre. También la he enganchado a los juegos de la Play. A ver quién se atreve a quitarle el mando. Para el año que viene ya es mejor que yo”, relata entre risas.