La mitad de los estudiantes de Secundaria no es capaz de distinguir un bulo de una noticia real, según un estudio

Adolescente con el teléfono móvil
Una chica mirando el teléfono móvilUnsplash
  • Se ha llevado a cabo un estudio en el que han participado estudiantes de Secundaria y profesores

  • Fueron más los jóvenes que pensaron que serían capaces de detectar un bulo que los que lo consiguieron

  • Los adolescentes siguen la actualidad a través de las redes sociales y sus referentes son los influencers

Compartir

Saber identificar un bulo es esencial para que no te la cuelen. A menudo recibimos información a través de las redes sociales y es por eso que es tan necesario saber reconocer si esta es cierta o se trata de una fake new No obstante, esta no es una tarea sencilla para todo el mundo, es más, según revela una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) realizada con el apoyo de una Beca Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales de la Fundación BBVA, el 50% de los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) no es capaz de distinguir un titular falso frente a otro verdadero sobre un mismo tema.

Para obtener estos resultados, se ha encuestado a más de 1.600 estudiantes de centros públicos de Secundaria y entrevistado a 77 profesores de centros de toda España: "Los estudiantes entre 11 y 16 años utilizan de forma continua los dispositivos móviles, entrando en internet y accediendo a la información, pero sin tener la madurez suficiente", ha explicado la coordinadora del proyecto y profesora del Departamento de Comunicación de la UC3M, Eva Herrero.

PUEDE INTERESARTE

Además, ha añadido en la presentación de la investigación en una jornada sobre alfabetización mediática celebrada recientemente en el Campus Madrid-Puerta de Toledo de la Universidad que "el acompañamiento no pasa por vigilar o prohibir, sino por darles recursos y herramientas para que de manera autónoma sepan distinguir la información válida y tengan una visión más crítica de lo que escuchan, ven y leen. No se trata solo de acompañar en la familia, desde las escuelas hay que introducir esta competencia de una manera transversal en todas las materias".

La percepción es distinta de la realidad

Un 60% de los estudiantes encuestados creen saber diferenciar entre una noticia verdadera y una falsa; sin embargo, a la hora de la verdad, solo el 50,21% acertó frente al 49,79%. Se les propusieron cuatro titulares para que trataran de averiguar cuáles de ellos eran verdaderos y cuáles falsos.

PUEDE INTERESARTE
Chico mirando el móvil

Es más, estamos tan familiarizados con la información sobre la COVID-19 que casi un 60% dio con el titular falso en el caso de dos noticias sobre este virus, pero la proporción se invierte en una noticia de sucesos, pues el 52,6% no supo identificar un bulo sobre inmigración ilegal, según explica Herrero.

PUEDE INTERESARTE

Los adolescentes siguen la actualidad en las redes sociales

Otra de las conclusiones de esta investigación es que los adolescentes siguen la actualidad en las redes sociales y su principal referencia mediática son los influencers: "Las redes más populares en esta franja de edad son Instagram, con un 64,4%, y TikTok, con un 10,4%, seguidas de WhatsApp (9%) y YouTube (5%)", dice Herrero, que destaca que hubo encuestados que mencionaron hasta 14 redes sociales distintas y 31 influencers en su menú de consumo mediático habitual.

Además, la investigadora apunta a un sesgo de género: "En las encuestas se mencionan hasta 463 influencers distintos, de los que más del 85% son hombres". Aunque en el Top 10 global de influencers aparecen cuatro mujeres (Marta Díaz, Marina Riverss, Paula Gonu y Dulceida).

En otro orden de cosas, la relación con los contenidos es superficial e impulsiva, indica la investigadora: "Les hemos preguntado y descubrimos que muchos comparten sin hacer click en la noticia; basta con que el titular o la foto 'te lleguen', que apelen a emociones básicas".

Esto coincide con una de las percepciones de los docentes: "Los estudiantes de la ESO consumen de manera compulsiva material audiovisual, pero sin pausa para digerir los contenidos. Esto hace más fácil que se crean todo por falta de capacidad crítica y de buscar otras fuentes. El influencer se convierte así en fuente de autoridad".