Twitter es sin duda una red social maravillosa repleta de historias increíbles. Ahora, ha sido una joven gaditana la que ha dejado en esta red social uno de los hilos que seguro pasarán a la historia de internet, y es que además nada de lo que cuenta en él es inventado o ciencia ficción, aunque a priori pudiera parecerlo.
Paula ha compartido un tuit con cuatro fotografías que ya ha visto medio internet. Su publicación ha conseguido tener en menos de 24 horas más de 4.000 retuit y 22.000 likes; además de cientos de comentarios en los que otros usuarios expresan su sorpresa al leer la historia de Paula.
La joven también ha compartido lo ocurrido en su perfil de TikTok y, al igual que ha ocurrido con su tuit, también en esa red social se ha vuelto viral con más de 133.000 visualizaciones y 10.000 likes.
Aunque ha habido mucha gente que en un primer momento ha pensado que la historia de Paula no podía ser cierta, la joven ha asegurado que todo ha ocurrido tal cual lo ha contado en sus redes sociales, donde ha redactado un hilo para dar más detalles al respecto.
Paula ha compartido cuatro fotografías en Twitter, en las cuales puede verse que hay unas gafas dentro de una bolsa de patatas fritas sin abrir. Al principio muchos creyeron que era fake y que habría sido ella la que hubiera metido dentro las patatas, pero en las fotos se puede ver perfectamente que la bolsa no se ha abierto en ningún momento.
Además, por si todavía quedaba alguna duda, la joven ha escrito un hilo en el que ha explicado lo ocurrido: "Mi madre fue a comprar esta mañana a un supermercado (no se cuál) y como de costumbre, mete esas patatas en el carrito de la compra", escribe Paula, hasta aquí todo normal.
"Esta noche, antes de cenar, viene y me pregunta: 'Paula, me iba a comer estas patatas, ¿pero esto no son unas gafas?'. Y me enseña el paquete donde no se ven siquiera las gafas como tal, solo se veían las patillas", sigue contando la joven en su hilo de Twitter.
"Total, que coge el paquete y empieza a manosearlo para ponerlas rectas y empezamos a reírnos, llegamos a la conclusión de que es de un trabajador al que se les habrá caído en la fábrica, no tenemos ni idea de cómo habrán llegado ni el proceso de las patatas. El caso es que tenemos las gafas de un señor/una señora en nuestra casa y pensamos guardar el paquete como si de oro se tratase, fin de la historia Estrella brillante", concluye la joven cuyo testimonio no ha dejado a nadie indiferente.
Son muchísimos los mensajes que ha recibido Paula tras contar su historia en Twitter. No obstante, uno de los que más ha llamado la atención ha sido el de un chico que asegura que esas gafas son suyas y que era él el que estaba trabajando en la fábrica de Abrajanejo.
"Hola Paula, las gafas se me cayeron en la línea de producción en la fábrica de Abrajanejo, me alegra saber que siguen intactas", escribió el chico. No obstante, Paula no le ha respondido y muchos otros usuarios creen que este mensaje solo lo habría puesto para llamar la atención y tener repercusión en la red social o incluso ligar con la autora del hilo.
Esta historia también la contó en Twitter el hijo de la afectada y al igual que en la anterior, comenzó en un supermercado. La mujer en ese caso fue a pagar en el super y sin darse cuenta robó el datáfono y llegó con él a su casa por error. Esta historia generó multitud de risas en Twitter y fue su hijo el que la contó en esta red social: