Habrán muchos que piensen que las uñas de gel que suele llevar Rosalía son larguísimas y que quizá le resulten incómodas a la hora de lavarse el pelo, fregar o incluso coger el micro en sus conciertos. Pero lo cierto es que las uñas de la catalana son cortitas en comparación con las que lucía Ayanna Williams, una mujer de Houston (Texas) que llegó a acumular más de siete metros de uñas entre las dos maños. Sorprendente, ¿verdad?
Seguro que sus vecinos o cualquier que se cruzase con ella por la calle se quedaría boquiabierto al ver como sus uñas le llegaban hasta los pies. Y además Ayanna no las ocultaba, pues solía llevarlas pintadas de distintos colores, con purpurina y todo tipo de dibujos, y es que ella se sentía muy feliz y orgullosa de haber conseguido esa longitud, que le permitió incluso entrar en el libro Guinness de los récords.
Esta texana entró en el libro del Guinness World Records en 2017, cuando sus uñas superaron los cinco metros y consiguió el título de la persona con las uñas más largas del mundo. Pero si os habéis dado cuenta, estamos hablando en pasado... Sí, Ayanna ha decidido cortar por lo sano (nunca mejor dicho, porque le estaban haciendo daño) y desprenderse de sus queridas uñas. ¡Te contamos su historia en Yasss!
Esta mujer estadounidense decidió hace unos 30 años no cortarse las uñas y ver hasta donde crecían. Y hay que reconocer que ha aguantado bastante, pues no se las cortado en todo este tiempo y, además, ha conseguido mantenerlas a la misma altura y llevarlas perfectamente decoradas en todo momento. Tanto le gustaba haber batido un récord mundial que animó a otros amantes de las uñas largas a probar y dejarlas crecer y se les apetecía. ¡Ayanna daba hasta consejos para conseguir tener unas uñas como las suyas!
Entre las cosas que recomienda están la paciencia, porque tardarán mucho en crecer y hay que saber que no estarán larguísimas de un año para otro, y una personalidad muy fuerte. Advierte que habrá mucha gente que no lo entienda, que mire mal hacia tus manos y que te haga muchas preguntas en el sitio menos esperado. ¡Seguro que habrá escuchado las mismas dudas miles de veces!
Pero no son las miradas ajenas ni los comentarios de los demás la razón por la que Ayanna ha decidido cortarse las uñas. El verdadero motivo es que comenzaban a suponer un problema para ella, pues tenía que estar constantemente pensando en cómo coger las cosas o moverse para evitar hacerse daño o romper objetos: "Con mis movimientos tengo que ser muy cuidadosa [...] Constantemente estoy preparándome para mi siguiente movimiento, pues tengo que asegurarme de no herirme con las uñas".
"Estoy lista para una nueva vida. Sé que las voy a extrañar, pero ya es hora de que se vayan. Estoy casi cansada de ellas", ha explicado esta mujer texana, que ha confesado que siente que son sus "bebés" después de tanto tiempo a su lado. Aunque Ayanna no tiene que estar triste, pues ahora que se las ha cortado podrá ir a verlas al museo Ripley's Believe It or Not! en Orlando (Florida), donde se conservarán a partir de ahora.
Como imaginaréis, Ayanna ha necesitado ayuda profesional para cortárselas y ha acudido a una clínica, donde una dermatóloga se las ha medido por última vez. Después, una sierra radial quirúrgica ha acabado con ellas y, nada más terminar, la estadounidense ha mostrado un alivio inmediato, tanto en su pulgar como en sus nudillos y ha comenzado a mover las manos y los dedos, algo que no podía hacer con libertad hasta ahora.