'Duermo mucho' o cómo es ingresar un mes en un psiquiátrico a los 20

¿Por qué ingresaste?
Pues porque estaba 'pal' arrastre. Un conjunto de traumas derivados del jodidísimo machismo, esas cosas de la vida que tal, esas otras cosas de la mente y el cerebro que cual y con un poco de todo a la vez dije "que me mato". Y un psiquiatra de guardia, muy guapo, me dijo "¿te han hablado de los famosos tres días de nada en la octava planta de la clínica con vistas al mar?". Y caí en la trampa, ¡maldita sea!

¿Cómo definirías la depresión para alguien que nunca la ha sufrido?
Es una nube con ruido blanco que te rodea allá donde vayas. La viñeta del típico tío decaido con una nube lloviendo lo ilustra bastante bien solo que a mí me encanta la lluvia y suelo animarme a salir fuera a chapotear. A lo que iba: esa nube te impide ver un futuro con posibilidades, te impide incluso ver a las personas que te tienden la mano para ayudarte. El ruido les tapa la voz, de hecho hay algún sistema ahí que te provoca el vómito al oír a la peña ultrapositiva de Mr Wonderful recomendándote que hagas yoga. La nube lleva algo de cloroformo con lo que pasas un porrón de horas en la cama sobando porque es mejor que estar despierto siendo consciente de que todo lo que hasta el momento te gustaba ha dejado de interesarte lo más mínimo, y lo último que quieres es enterarte de que tu banda favorita va a pasar por Barcelona por primera vez en 20 años porque no tienes energía para ir y, si vas, sabes que no te va a gustar y te machacarás por ello.
¿Y el suicidio a alguien que nunca ha pensado en suicidarse?
No puedo.
Tres cosas que aprendiste de ese tiempo ingresada
1. Guardarse un sobre de sal de más cada vez que vas a por sal para el día que se acabe la sal tan solo provoca que ese día llegue antes.
2. El psiquiátrico o las unidades psiquiátricas tal y como siguen planteadas hoy en día son un anacronismo y urge una reforma completa del cuidado intensivo de pacientes graves por problemas de salud mental.
3. Si estás estreñido porque te dan comida del demonio y la auxiliar no te quiere dar nada porque se ha dado el lujo de diagnosticarte un trastorno alimenticio porque sí, puedes unirte al contrabando de laxantes vía sujetador en las salidas. Mientras las tengas. Las salidas.
¿Por qué decidiste pintarlo todo?
Los especialistas solo tenían tiempo de dedicar 10 ó 20 minutos al paciente al día, con 23 horas y 40 minutazos de recreo en tan poco espacio y tantas restricciones de cosas (sin teléfono ni supernintendo ni punto de cruz) una vuelve a su oficio. Eso sí, economizando en colores, todo a lápiz de grafito y gracias, porque cada vez que tenía que sacar punta tenía que pedir permiso en enfermería, no fuera a ser que me lo quedara para suicidarme.
¿Cómo es la vida en un psiquiátrico?
Son como unas vacaciones de agencia de mala muerte. En la foto todo muy bonito pero luego vas y dices 'uy, qué follón'. Desde Hospital del Mar teníamos unas vistas muy chulas a la playa. Nos pasábamos horas mirando a la gente. Si pasaste por la playa de la Barceloneta entre julio y agosto de 2016 ten por seguro que te juzgué con mi panda de chalaos entre pipas y cajas de margarina, ahí, desde lo alto. Lo controlamos todo. Tenemos una rutina marcada por la bazofia de comidas y las horas de las pastillas, que siempre van acompañadas de alguna merendola, así que nunca vienen mal para reponer la mesita de noche con más galletas Maria que sabes que no te vas a comer después.

La anécdota con la que aún más te rías
Estaba prohibido entrar en las habitaciones de los demás. Obviamente me salté la norma un par de veces porque me eché el típico novio de psiquiátrico. Y también una vez en que la pandilla que montamos el francés, Emma, la señora enamorada del francés y yo nos colamos en la habitación del francés por turnos para irle apilando vasos de plástico sobre la frente mientras dormía. Ya veis, entre psiquiátrico y campamento de verano.
Se lo dedicas a tus "amigas, independientemente de su salud mental: Naika y Emma". ¿Seguís en contacto?
¡Sí! Ellas dos fueron muy buenas compañeras de loquero, compartí momentos fantásticos durante y después.
"Dibujaba a mis compañeros a cambio de su confianza. Me contaban cosas que nunca habían contado a nadie en ese tiempo"
Sí, ya que dibujaba todo lo que tenía alrededor, dibujaba también a la gente, al paciente Dios, por ejemplo, recuerdo que le hizo especial ilusión verse reflejado en mi dibujo. Me hizo arrancar su retrato de la página para poder enseñárselo a toda su familia. "¡Eres una eminencia!", me repetía Dios, yo pensaba que era un poco exagerado, pero me gustó bastante el reconocimiento, no voy a mentir. Más tarde me explicó su historia. Al acabar me dijo que su misión aquí era curarnos a todos. ¡Amén!
¿Qué es una persona loca para ti? ¿Y para la sociedad?
Loca soy yo, por ejemplo, que me acaba de llegar el carné de la discapacidad que me reconoce un 46% por diagnósticos de trastornos mentales, que no está nada mal, por las ventajillas y eso. Para la sociedad loco es aquel que no tiene juicio, que ha perdido el norte, que hace y dice cosas sin sentido. Pues os diré una cosa. El paciente Dios me dijo algo terrible unos días antes de irse, que probó que en su locura había hueco para el razonamiento: "¿No ves que si les digo que soy Dios no me van a dejar salir nunca de aquí?", me dijo.
¿Qué supuso la carta de tu abuela hablando de su higuera?
Su carta fue un gran alivio y una enorme esperanza. No daba palabras de esperanza explícita, pero por eso mismo me recordaba tanto a esa mujer tan especial que es mi abuela. Me sigue enviando cartas chaladísimas, son maravillosas, en la última me ha dicho en un inglés escrito como el culo, a pesar de que ella podría hacerse pasar por la Reina de Inglaterra de lo buena que es en inglés, que le recuerdo tanto a ella y está tan orgullosa de como me está yendo que incluso se siente orgullosa de sí misma sin haber hecho nada. ¡Vaya! Si supiera lo mucho que ha hecho, aunque en pocas cantidades, sus palabras célebres han sido siempre mano de santo.
Tres consejos para un amigo que te quiera mucho y quiera decirte algo que te ayude, pero no que no sepa qué
Mis amigos que me quieren mucho siempre saben cómo ayudarme. Pero aquí van unas sugerencias:
"Mira, he pensado que te voy a regalar todos mis ahorros porque te lo mereces, crack". O "mira este meme de una araña bebiendo chocolate caliente."
¿Cómo podemos evitar la condescendencia?
Esta pregunta está muy bien. Me hicieron una entrevista de radio hace poco. Al acabar y salir del sitio de los micros y tal, ya más de tranquis, me hacen la chupipregunta: "Bueno y que tal estás ahora?". Digo "bueno, pues con altibajos, la verdad...". Y contesta: "Ah, ya. Eso como todos. ¡Entonces bien!". PERO VAMOS A VER. NO. ¡Como todos, no!. Como una tía con cuatro trastornos diagnosticados a la vez, con un 46% de discapacidad certificado, que encima está afrontando una exposición pública de todo su problema. Todo lo contrario a como todos. Es decir, que contra la condescendencia la solución siempre es escuchar e informarse.
¿Qué tal se tomaron tus padres el ingreso? ¿Y ahora todo lo que te ha pasado con el libro y el trabajo en Japón pintando postales?
Supongo que fue duro para mi madre tener a su hija en el psiquiátrico por las razones que fue. Por eso, al decirle después del año que me pasé viviendo sola sin salir de la cama que me iba a Japón a trabajar, su reacción fue un gran sí. Y me ofreció además dinero. Es una crack, siempre me apoya en todo y me ayuda para que yo esté lo mejor posible.

¿Cómo se sobrelleva, si la sientes, la vergüenza social?
Uf, sí, es terrible. Tienes complicaciones en entrevistas de trabajo, por ejemplo, y al buscar piso. Todo admiración cuando dices que tienes un libro, hasta me hacen la pregunta que de qué va. Nadie quiere un loco en su casa. Por eso me voy a comprar una caravana y voy a vivir en el terreno de algún monasterio o algo. Cómo Wendy Beckett.
¿Nuevo libro a la vista?
¡Sí! Ando con una santa misión ilustrada entre manos, con perspectiva feminista, que es justo y necesario.