Los millennials no entienden por qué nos gustaba Friends si era una serie super sexista

yasss.es
16/01/201817:02 h.Los tiempos han cambiado, pero no es la primera vez que lo hacen. Lo que pasa es que es la primera vez que los treintañeros lo notan. Ya no son los jóvenes, los que marcan tendencia, los que cambiarán el mundo: ahora es el turno de una nueva generación. Y los cambios generacionales suelen caracterizarse por negar todo lo anterior para crear cosas nuevas. Aunque esas cosas nuevas que estén poniendo de moda los millennials ahora sean el Blandi Blup de toda la vida, que lo reinventan y se creen que han descubierto América.

Un buen ejemplo de que lo que marcó notablemente a una generación no es más que otra serie del catálogo de Netflix para otra es 'Friends'. Decirle a una persona de veinte años que los que tienen treinta solo veían un capítulo a la semana y que estuvieron AÑOS pendientes de si Ross y Rachel se estaban o no se estaban dando un descanso les va a parecer increíble. Igual que les parece increíble que alguien se pudiera llegar a reír con chistes puramente sexistas y homófobos.
La parte buena es que podemos usar este hecho como ejemplo de que los tiempos han cambiado, y además han cambiado para mejor. Ya no es normal que en la ficción se escriban tramas alrededor de conflictos como "si soy un tío y me hago la manicura mis amigos van a pensar que soy mariquita". Hemos avanzado socialmente y eso es una buena noticia.
—Friends es una serie sexista y homofóbica.
— Cosas de mamadores (@EsDeMamador) 15 de enero de 2018
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La parte mala es que los treintañeros están asistiendo a la destrucción de una de sus series de referencia, y no todos lo llevan tan bien. Estábamos tan acostumbrados a ver a Ross como el pobrecillo romántico que tanto luchó por el amor de Rachel que nos quedamos en shock cuando nos dicen que Ross era un machista, un celoso y un manipulador. ¡Y es que es verdad! ¿Y cómo no nos dimos cuenta entonces? (Pistita: porque ese tipo de comportamiento aún no se había cuestionado).
I know what Ross would say... pic.twitter.com/5ruN55HsDY
— Safeera Sarjoo (@SafeeraSarjoo) 12 de enero de 2018
Del mismo modo, no nos dimos cuenta de que Rachel era todo un ejemplo de mujer empoderada: una persona que renunció a un futuro fácil al lado de un hombre que le resolviera la vida para tener su propia vida y su propia carrera profesional. ¿Por qué hace veinte años solo veíamos en Rachel a una niña pija?

Tampoco vimos que Joey era un [insertar insulto muy gordo aquí], que trataba a las mujeres como si fueran objetos de usar y tirar. Que era un inmaduro y un cobarde, y sin embargo era percibido como el "machito", el tío guay, porque se las ligaba a todas.

Ni supimos ver la gordofobia que giraba alrededor de la historia de la Mónica gorda. Porque todos los chistes que tenían que ver con el pasado de Mónica solo eran graciosos porque ella era gorda. Menos mal que dejó de ser gorda, ¿eh? Pobre chica.
No nos dimos cuenta de que Phoebe era una persona increíble. Una mujer creativa, divertida, generosa, segura de sí misma, una mujer muy fuerte que había superado un pasado terrible. Tener todas esas características la convertía, simplemente, en "la amiga loca".

Y el pobre Chandler... si te paras a pensar, estaba mucho más en sus cabales que Mónica, sin embargo, le tocó ser el payasete. Aunque quizás sí que fue un poco payaso tratando de lidiar con el hecho de tener un padre transexual.
Sobre los que se quejan de que los milenials digan que Friends es sexista, homófobo y racista.
— Desahogada cuando molaba (@ars_brevis_) 13 de enero de 2018
Si no sois capaces de ver eso en la sociedad es que estáis muy ciegos. Por otra parte la sociedad ha cambiado mucho desde el 94.
'Friends' no fue ni más ni menos que el reflejo de la época a la que perteneció. Sacada de contexto chirría por todas partes, como te chirría que te llamen al teléfono fijo de casa si hoy todo el mundo tiene teléfonos móviles. Pero la serie funcionaba, como funciona ese teléfono fijo que ya no necesitas, porque estaba tan bien escrita, dirigida e interpretada que era imposible no engancharse a ella. Y los que no vivieron aquello, esos millennials que ahora no entienden el fenómeno 'Friends', no van a entenderlo nunca, como tú no entendías cómo podían gustarle tanto a tu padre las películas de indios y vaqueros (más sexistas y racistas todavía). Pero esos millennials que tanto detestas (que a lo mejor tú tampoco los entiendes a ellos) tienen todo el derecho a analizar la serie desde su perspectiva.