Amas a los gatos porque todavía no sabes cómo los representaban en la Edad Media

yasss.es
08/08/201912:42 h.El felis silvestris catus vive un momento dulce: los amantes del gato doméstico no paran de crecer, y los han convertido en los auténticos dueños de las redes sociales. Pero la historia del gato no ha sido siempre un camino de rosas. A lo largo de los siglos, su figura ha pasado por todo tipo de valoraciones, desde animales sagrados en el Antiguo Egipto, a augurios de mala suerte.
Durante la Edad Media su existencia se relacionaba con la brujería, y fueron objeto de una despiadada persecución. Se solía pensar que eran familiares de las brujas, y por ello, se les quemaba vivos o arrojaba desde las alturas en las distintas festividades. El 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, era costumbre torturarlos en las plazas públicas.
Precisamente es desde esta época cuando los mininos han cogido esa fama como animales que traen la mal suerte. Y lo cierto es que atendiendo a las reproducciones artísticas y representaciones gráficas de los mismos, no es de extrañar. Los artistas de la época se empapaban de ese aura negativa que despertaban los mamíferos de siete vidas para reflejarlos como seres de apariencia maligna y temible. Tal vez cambies la relación con tu gato tras ver cómo los percibían en la Edad Media.
que eran bacanes los gatos medievales pic.twitter.com/aMfiO6gnAX
— ▌RENUNCIA PIÑERA▐ (@despairals) 6 de abril de 2015
Tengo fobia a los gatos, salvo cdo cachorritos y en estos manuscritos medievales. Bellos! pic.twitter.com/u4zk6omFbs
— Marce (@LaMarceCubi) 17 de noviembre de 2015
Top 10 de gatos medievales lamiéndose la entrepierna http://t.co/MAqMvVdXL1 pic.twitter.com/kulV0OAq6A
— El Aletz Carrillo (@alejandrotuit) 16 de agosto de 2015
Para los amantes de los felinos queda al menos una lección de karma con la que poder esbozar una sonrisa en todo esto. La sociedad medieval pagó caro el gatocidio. La erradicación de los animales supuso un descontrol del número de ratas y ratones en las ciudades y las casas, lo que generó en la propagación de enfermedades como la peste, auténticas epidemias.