10 hábitos de pareja muy tóxicos que hemos aprendido del cine y las series (y que debemos eliminar)

Aprendemos sobre el amor a través de la ficción, y de las películas y las series adquirimos, como normales, cosas como la dependencia, el control o la guerra de sexos
'El diario de Noa', '500 días juntos', 'Love Actually', 'Stranger Things'... la ficción no nos ha educado nada bien en el amor
¡Amamos las historias románticas! Y al que diga que no, se lo pondremos en duda. Aunque el género no sea tu favorito, todos hemos caído, en algún momento de nuestra vida, rendidos ante los encantos de alguna serie o película de amor que recordamos con especial cariño. Nos vuelven locos no solo por las emociones intensas que nos han hecho vivir, sino porque fueron nuestras primeras lecciones en el amor, cuando en el colegio y en casa no se hablaba de todo esto.
Durante algunos años de nuestra vida nos las creímos como si fueran documentales, y de ellas aprendimos algunas cosas buenas y muchas malas. Y falsas, también muchas cosas falsas que no tienen nada que ver con la manera compleja y matizada en la que las relaciones funcionan en la vida real. Y lo que es peor: muchas marcan una desigualdad amplia entre hombres y mujeres, con referentes que luego muchos imitan.
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Hoy ponemos todo eso en cuestión. ¿Cuáles son los hábitos más tóxicos de conquista y relaciones que nos ha transmitido el cine y la televisión? Aquí tienes un decálogo con muchos ejemplos.
1. Las mujeres no son un enigma a descifrar
Será por eso de que el cine y la televisión han estado siempre producidos (y mayoritariamente aún lo están) por hombres que las mujeres son habitualmente retratadas como un enigma, como un misterio, como un puzle. En parte se debe a esa mirada desde “el otro lado”, que se lanza (a veces con poca sutileza) sobre ellas, como esa guerra de sexos que se nos sigue vendiendo.
Piensa por ejemplo en '500 días juntos', en la que Tom se pasa casi dos años intentando descifrar qué quiere decirle Summer. O en 'Atrapado en el tiempo', donde Phil tiene que vivir un montón de veces el mismo día para aprender a conquistar a Rita. O en la segunda temporada de 'Stranger Things', cuando los niños no saben cómo actuar cuando llega una niña nueva al grupo.

¿Cuál es el problema de todo esto? Que no se trata de que sea imposible entender a las mujeres, sino de que no se las escucha, no se validan sus opiniones ni sus decisiones. De ahí vienen creencias muy peliagudas, como esa que asume que, cuando una mujer dice “no”, quiere decir “sí”.
2. El amor no siempre es sufrido y “no” siempre es “no”
Por eso es conveniente sacudirnos desde el primer momento los dos mitos románticos más tóxicos sobre las relaciones entre hombres y mujeres que nos ha transmitido la cultura popular. El primero, que el amor sufrido es el más querido. ¿A que a ti también te decían de pequeño o pequeña eso de que “los que se pelean, se desean”?
Y luego viste a Rachel y Ross en 'Friends' y todo cobró sentido. Pero no es así. Es en Monica y Chandler en quienes te tienes que fijar. El amor es complejo, sí, pero no tiene por qué ser doloroso o tormentoso. Si te hace sufrir, a lo mejor no es amor.

Y lo mismo ocurre con el “no” siempre es “no”. Como te decíamos antes, la de la mujer como un ente indescifrable es todavía una de las leyendas románticas mas presentes en el cine y en la televisión (incluso en la música; recuerda la canción 'What Do You Mean?', de Justin Bieber, de hace unos años). Y aunque es de cajón, lo señalaremos una vez más. “No” siempre es “no”. Solo “sí” es sí”. No le des tantas vuelvas, respeta y no vayas por ahí robando besos, que no eres Han Solo.
3. El amor no es exclusivo ni imprescindible
Cualquiera disfruta una buena comedia romántica, pero no cualquiera tiene el criterio (que a veces viene con la edad) de distinguir cuándo una de ellas nos está vendiendo una moto y cuándo no. Sabemos que la ficción a veces solo funciona con los extremos, y en la vida hay muchos matices. Por eso debes coger con pinzas todos los mensajes que hablen del amor como algo imprescindible o exclusivo.
¿Necesitas algún ejemplo? Uno pertinente es 'El diario de Bridget Jones'. La mítica la película de Renée Zellweger, con la que muchos y muchas se han sentido identificados ¿verdad? Pues, en realidad, no tendrías que estar preocupado/a si tienes 30 y muchos y aún no tienes pareja. Incluso aunque nunca tengas pareja, tu vida (y la de todo el mundo) seguirá teniendo sentido.

Tampoco tienes que creerte eso que dicen de que es normal dejarlo todo por amor. ¿Recuerdas cuando, en 'El diablo viste de Prada', el novio de Andy le reprueba centrarse en su trabajo? ¿O cuando Rachel abandona su gran oportunidad laboral en París para quedarse con Ross? Puedes tener amor y todo lo demás.
4. El que la sigue no la consigue: es un acosador
Antes te hablábamos de 'Stranger Things'. En esta serie puede verse una escena en la que los chavales protagonistas sacan los prismáticos para vigilar durante horas a Max, la chica que acaba de llegar al instituto. ¿Cuántas películas y series nos cuentan la historia de un hombre que se obsesiona con una mujer, y la persigue y la hostiga de todas las maneras posibles hasta que consigue tener una relación con ella?
Muchas. Acuérdate de 'Algo pasa con Mary', una cinta que ha sido icónica durante más de 20 años, y que también tiene su escena de espionaje. O un ejemplo más reciente, la serie 'You', que en este caso revierte todas nuestras expectativas sobre el género y reconoce que más que romántica es de terror.

Porque estos comportamientos no son de enamorados, sino de criminales, de acosadores y agresores. Están vinculados, de nuevo, a esa idea de que un “no” no siempre es un “no”, o de que las mujeres no saben realmente lo que es beneficioso para ellas. Los límites están para respetarlos, y la tranquilidad, la seguridad y la intimidad del otro existen por encima de tus intereses.
5. La friendzone vs. la fuckzone
Es una de las grandes convenciones del cine en general y del género romántico en particular: un hombre se enamora de una mujer, pero ella solo lo quiere como amigo (vamos, que lo frienzonea) y, como si no nos hubiera pasado a todos alguna vez algo así, tenemos que hacer un drama terrible de ello. En este caso hay referentes de todas las épocas.
'El apartamento', de Billy Wilder, con Jack Lemon y Shirley MacLaine como protagonistas, es una de esas películas consideradas imprescindibles si te consideras cinéfilo, y su argumento era, básicamente, eso. Pero también '500 días juntos', repite drama, en forma de comedia, medio siglo después. Por cierto que, durante años, esta película ha sido mencionada como ejemplo de lo retorcidas que las mujeres pueden ser con los hombres.

¿No será que ellos son incapaces de escucharlas y aceptar sus decisiones? ¿No será que ellos se apresuran a colocarlas en la fuckzone, en lugar de valorar la amistad o el ritmo que ellas les ofrecen?
6. ¿Un gran gesto de amor o pura manipulación?
No estamos destrozando tus películas románticas favoritas, solo pretendemos que puedas interpretarlas de forma más sana, sin dejar necesariamente de disfrutarlas. Porque vamos con otra conducta muy tóxica que el cine ha romantizado: la escena más popular de 'Love Actually', en la que Mark va a casa de Juliet con unos cartelitos con los que dice que la quiere, es una maniobra de invasión del espacio personal y de manipulación.

El cine y las series nos han vendido grandes gestos de amor que en realidad son situaciones de acoso o de chantaje emocional. En '10 razones para odiarte', Patrick le canta a Kat una canción de amor delante de todo el instituto. En 'El diario de Noa', película romántica por excelencia, él se cuelga de una noria y amenaza a Allie con dejarse caer, entre muchos otros comportamientos obsesivos.
Los problemas que sugeríamos antes son claros: son momentos en los que la persona que rechaza la relación no solo puede llegar a sentirse asustada, acosada o avergonzada, sino en los que, al estar en presencia de otras personas, puede verse empujada a aceptar algo que realmente no quiere.
7. Los agresores no pueden ser héroes
Es el momento de abordar otro gran mito de la cultura popular que nos hemos acabado creyendo: el de que las mujeres se fijan más en los chicos malotes que las tratan mal. En la ficción hay muchos casos en los que no se premian los cuidados, sino los desprecios, ni la honestidad, sino la mentira.
Esto es una forma de dar carta blanca a la violencia para que los deseados tomen lo que quieran de los que desean. Es algo que podemos rastrear en toda la historia del cine y la televisión. Piensa en James Bond y en la forma en que se comporta con las mujeres, o en la bofetada de John Wayne a Maureen O’Hara en 'El hombre tranquilo'. También en el beso robado de Han Solo a Leia en 'Star Wars', o en las actitudes controladoras e invasivas de H. en 'Tres metros sobre el cielo'.

Importante: no confundamos el amor con la masculinidad tóxica ni a los héroes con los agresores.
8. Las mujeres no son retos ni proyectos
Debe de ser por eso que decíamos en el primer epígrafe sobre que el cine y la televisión, al estar producidos por hombres, han perpetuado una imagen de las mujeres como un “otro” al que descifrar, pero también que modificar, construir, analizar o utilizar.
Podemos aclararlo con otro ejemplo: todas esas películas y series, desde 'Alguien como tú' a 'Yo soy Betty, la fea', en que una mujer tiene que afrontar un gran cambio físico para conquistar al hombre. No siempre está promovido por él, pero sí es necesario en la trama para conseguir su aprobación, por supuesto.

Además, es usual ver historias donde un hombre ayuda a una mujer a convertirse en quien ella realmente quiere, pero no puede por sus propios medios; o donde las mujeres son apuestas, retos o proyectos. Pensemos en 'My Fair Lady' o 'Pretty Woman', un hito del género romántico que todos aplaudimos; también en 'Vértigo', de Hitchcock, o en 'Íntimo y personal', con Robert Redford y Michelle Pfeiffer…
9. Tu novia no es tu psicóloga
En algunos casos, también sucede lo contrario a lo anterior, y sobre ello existe un gran debate actual, en especial desde el punto de vista del feminismo. ¿Sabes lo que es la carga emocional?
Lo denominan así aquellos que afirman que los hombres suelen ser menos hábiles a la hora de reconocer y lidiar con sus problemas emocionales, y en ocasiones los vuelcan en sus parejas, convirtiéndose ellas en una especie de madre o psicóloga.

Las películas en las que hablamos del chico malo como el gran atractivo son referentes oportunos, sobre todo cuando son malos porque tienen un gran trauma sin superar que esperan que una mujer se lo cure. Daniel, en 'El diario de Bridget Jones' y Jordan en la serie 'Es mi vida' sirven como ejemplo. Son tipos incapaces de gestionar sus emociones y sentimientos que terminan transformando sus relaciones en una terapia continua, o incluso haciéndoles pagar a ellas sus miedos y frustraciones.
10. Una ruptura a tiempo es una posible amistad
Terminamos con otra leyenda romántica muy vinculada a lo que te contábamos sobre los matices del amor: este no es imprescindible ni exclusivo, y una ruptura no siempre es el final. Con esto no te estamos animando a que te lances en los brazos de tu ex, sino que intentes entender las relaciones más allá de lo que te han hecho pensar que es lo importante.
¿Y si luego hay una amistad? ¿Y si esta dura toda la vida? Otro gran mito del cine y la televisión es el de que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos (como en 'Cuando Harry encontró a Sally', que no deja de ser una gran película), y es totalmente falso.

Una vez comprendamos esto, nos sentiremos capaces de relativizar la dependencia emocional que la cultura popular premia cuando hablamos de relaciones. Y estas serán mucho más libres y plenas.