Dron para selfies o agigantador de móvil: siete regalos cuquis y techies para Navidad

Los drones ya han dejado de ser esos armatostes gigantes, pesados y con poca autonomía, y cada vez los vemos más pequeñitos y con más funciones. Algunos, como este, están especializados en sacarte guapísimo desde el aire. El 'AirSelfie 2' tiene una pequeña cámara voladora que permite capturar y compartir fotografías aéreas gracias a una resolución Full HD, campo de visión de 85 grados y 16 gigas de memoria interna (ampliable vía tarjeta microSD). Se diferencia del resto de drones porque puedes controlar todo desde el móvil y porque la app integra la tecnología CaptureMe, que permite identificar de forma rápida a las personas que hay frente a este dron para hacer fotos manteniendo el vuelo estable. Cuesta 226 euros, pero en el mercado hay otras alternativas mucho más baratas que se pueden adaptar a tu bolsillo.

Seguro que tienes un amigo que sufre micro-infartos cada dos por tres porque el niño 'se le escapa' a la mínima. Tú puedes hacerle estas navidades muy feliz regalándole una especie de móvil-GPS para que eso no vuelva a pasar. Este 'smartwatch' permite registrar hasta 50 contactos para que solo puedan comunicarse con gente de confianza. Mediante llamada o SMS, los pequeños pueden seleccionar la persona con la que desean hablar o, en casos de emergencia, pulsar el botón SOS para avisar a sus padres. Asimismo, los relojes cuentan con localización GPS para que los padres conozcan la ubicación exacta de sus hijos en su móvil.

Si de pequeño te flipaban los 'Scalextric', seguro que esta versión futurista te vuelve loco. 'Racing Drone Game' es un juego que incluye dos drones y una serie de aros para hacer carreras por la casa. Y no pasa nada si eres un poco torpe o no has tocado uno de estos en tu vida, porque los cuadricópteros tienen el sistema de vuelo autoestabilizado, es decir, que son capaces de evitar aquellos movimientos que conlleven una pérdida de estabilidad (y una más que posible leche).

El mundo se divide en dos tipos de personas: los que adoran el móvil y los que lo odian. Pero tanto unos como otros al final tienen que tener uno sí o sí. Para los segundos, estas navidades ha salido a la venta un Smartphone que es del tamaño de una tarjeta de crédito, pero que funciona la mar de bien. El típico móvil que puedes utilizar para todo pero no te abulta, no te molesta, no te aprieta en el bolsillo del vaquero. Como si no lo llevaras encima. Lo único malo de 'Palm', que comercializa Vodafone, es que tiene un precio algo elevado: 410 euros.

El cubo de rubik. El Donkey Kong. La pizarra magnética. El telesketch. El cinexin. Seguro que cuando eras pequeño lo tenías todo. Inspirados en esta nostalgia, este invierno puedes volver a sentir lo que era vivir en los 80 otra vez con el 'Robofighters game', una versión actualizada del típico juego de los boxeadores que se pegan. En vez de utilizar una palanca, tú puedes ponerte los mandos para controlarlos directamente. Ojito con no emocionarse demasiado y darle un puñetazo sin querer a un jarrón.

Pelis, series, libros. Todo lo vemos a través del móvil. El tamaño nos puede parecer más que suficiente si vamos andando o en metro, pero igual es algo cutre si nos dedicamos a seguir 'Juego de Tronos' tirados en la cama o en el sofá. Para ese amigo seriéfilo que no deja el móvil ni para ir al baño, tenemos un regalo perfecto para él y sus ojos: un amplificador de pantalla. Es una especie de lupa molona que amplifica la pantalla. Y como es algo 'analógico', te lo puedes llevar a cualquier sitio y no necesita enchufarse a ningún lado. De hecho, no sería mal regalo tampoco para el típico amigo montañero (que ya tiene todos los gadgets de montaña).

Desde que sacaran las películas de última generación de Star Wars, ya no solo hay fans nacidos en los 70 u 80. Para ese sobri que está flipado con las espadas láser y los caballeros jedi, este regalo es perfecto. El 'littleBits Star Wars Droid Inventor Kit' es una kit de electrónica para montar desde 0 a ‘R2D2’, el emblemático robot blanco mientras los peques aprenden electrónica. Si el sobri ya no es tan niño, hay alternativas para saciar el fanatismo, como el dron de la nave de Darth Vader.