Las relaciones entre profesores y alumnos, tan problemáticas en la ficción como en la vida real

Series como 'A Teacher', 'El desorden que dejas' o 'HIT' han tratado en las últimas semanas un conflicto clásico del género adolescente: las relaciones inapropiadas entre profesores y alumnos
Aunque cada vez estamos más concienciados sobre la violencia y el abuso, el hecho de que adultos interpreten a adolescentes en series y películas sigue perpetuando un imaginario problemático
¿Consideramos estos romances inapropiados de ficción entre adultos y menores tan problemáticos como deben parecernos en la vida real?
Solo tres meses, los del verano del año en que cumplió 15 años, y durante los que estuvo trabajando en una obra, le bastaron a Archie Andrews para esculpir su cuerpo como si fuera un modelo de ropa interior. Todos se quedaron boquiabiertos con la transformación en su regreso al instituto, excepto la profesora Grundy, que ya lo sabía: ella lo recogió en coche una tarde, cuando el adolescente salía del trabajo, y abusó de su posición de poder para mantener relaciones sexuales con él.
¿Lo recuerdas? Exacto, es el primer capítulo de 'Riverdale', una popular serie adolescente de la que, si la has visto, sabes qué debes tomarte en serio y qué no. En solo esas secuencias iniciales, 'Riverdale' planteó un par de elementos que suelen ser habituales en el género. Por un lado, la sexualización de los personajes adolescentes a través de actores más mayores que los jóvenes a quienes dan vida (en este caso, KJ Apa, un actor neozelandés de 23 años en la actualidad).
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Por otro, la relación profesor/alumno, un conflicto clásico de la teen fiction que ahora, por suerte, ya no nos resulta tan cómodo o aspiracional como antes. Ambas cuestiones forman parte del mismo problema. ¿Consideramos estos romances inapropiados de ficción entre adultos y menores tan problemáticos como deben parecernos en la vida real? ¿No es en estos casos aún más problemática esa diferencia de edad entre los personajes y los actores que los interpretan?
Las series que hablan de abuso entre profesores y alumnos
Son preguntas que nos hemos hecho en más de una ocasión en las últimas semanas, cuando han coincidido en la televisión varias series que abordan este problema: las relaciones inapropiadas entre profesores y alumnos cuando estos últimos son menores de edad. Las ficciones españolas 'El desorden que dejas' y 'HIT' han hablado de ello, y también la estadounidense 'A Teacher'. Y no es ninguna sorpresa. De hecho, es una convención de la fórmula adolescente. 'Riverdale' y 'Pequeñas mentirosas' son ejemplos recientes, y encontraremos tramas similares en títulos similares.

Pero, ¿cuál es realmente el problema al que nos referimos? No tanto el hecho de que la ficción recoja estas historias, que suceden en la vida real, como la manera en que lo hacen, generalmente como amores incomprendidos y prohibidos por una sociedad reaccionaria. Y lo primero que debemos saber es que esto no es así: debemos dejar de hablar de ellas como “relaciones” para hablar de abuso y violación. Es lo que se conoce como estupro, la interacción sexual con una persona entre 12 y 18 años sirviéndose de una situación de superioridad. Y es delito.
Dicho así suena demasiado técnico, pero se entiende mejor con ejemplos. Uno de los mejores libros que puedes leer en 2020 es 'El consentimiento', en el que la autora francesa Vanessa Springora revisita la relación de abuso y violaciones que mantuvo a los 13 años con un escritor que le cuadruplicaba la edad. Aunque ella dio su consentimiento y pensaba que se trataba de un romance normal, con el tiempo entendió el papel que jugó la superioridad de él, tanto por su edad como por su experiencia e inteligencia. Ahora ella tiene casi 50 años y aún no lo ha superado.
Los matices del consentimiento cuando hablamos de menores

Todos esos matices que hay que tener en cuenta cuando hablamos de relaciones de abuso están muy bien explicados en 'HIT' y 'A Teacher', donde un profesor y una profesora, respectivamente, ambos de 30 y tantos años, utilizan su posición de superioridad para mantener relaciones sexuales y sentimentales con alumnos de 16 y 17. En casos como estos, el problema no es solo la diferencia de edad, sino que los alumnos aún son menores, y que los otros son sus profesores. Este abuso de poder podría suceder incluso entre adultos, como, por ejemplo, entre un jefe y su trabajador.
Lo que demuestran estas ficciones que hemos mencionado es que, por mucho que los jóvenes menores de edad hayan accedido a estas relaciones, su consentimiento está influenciado por la superioridad del otro. Algo así podemos ver en la película española de 2019 'El doble más quince', donde una mujer madura (interpretada por Maribel Verdú) mantiene una relación inapropiada con un chaval de 15 años (Germán Alcarazu). El tratamiento es más equivocado que el que vemos en 'A Teacher' o 'HIT', porque no contempla las sutiles desigualdades que existen entre ambos.
Una de las razones por las que 'El doble más quince' resulta tan incómoda es que sabemos que Germán Alcarazu tiene 23 años, ocho más que su personaje. Y ese es también uno de los motivos por los que, en casos como estos, es tan problemático que actores adultos interpreten a adolescentes. Es hacer trampa. Si volvemos al ejemplo de 'Riverdale', podemos entender que una mujer de 30 y tantos se sienta atraída por un veintañero como KJ Apa, pero con un chico de 15 años saltarían las alarmas. Hay diferencias clave tanto en la maduración física como en la intelectual.
El problema de que adultos interpreten a adolescentes
La película 'The Tale', protagonizada hace unos años por Laura Dern ('Big Little Lies'), trata eso precisamente: cuando una mujer recuerda la relación de abuso que sufrió de pequeña, ella se ve como una adolescente, pero en realidad era una niña. El imaginario del cine y la televisión nos ha hecho creer que los adolescentes son como adultos. Esto se debe en parte a un tema legal: a la hora de contratar a actores para interpretar a adolescentes, es mucho más fácil hacerlo con personas mayores de edad, porque los menores requieren supervisión y permisos.

Pero este no es el único artículo crítico que leerás contra esa dinámica de hacer pasar a los adultos por adolescentes en la ficción. Y el que hemos analizado no es el único problema. Uno alarmante es el de los referentes de belleza, tanto para ellos como para ellas. Hace unos meses, 'The Guardian' recogía testimonios de chicos de 13 años que se pasan el día entrenando para alcanzar un cuerpo como el que KJ Apa luce en 'Riverdale'. Y es imposible por la sencilla razón de que él es un adulto y estos espectadores no. Y las presiones estéticas que sufren las chicas son aún mayores.
Por suerte, nos encontramos en un momento de cambio. Por un lado, respecto a la forma en que la sociedad, y sobre todo los adolescentes de hoy en día, mucho más inteligentes de lo que las series y las películas nos hacen creer, reciben todos estos mensajes. Están mucho más concienciados sobre qué y cómo son las relaciones de abuso. Por otro, por la propia ficción juvenil, que ahora recurren a actores más cercanos a la edad de sus personajes, como el fenómeno noruego 'SKAM', que también ha llegado a España. Si sus referentes son mejores, ellos también lo serán, ¿no?