Turismo terrorífico en Halloween: pueblos malditos para visitar en España

Para quienes desean celebrar Halloween de una forma diferente porque les ha pillado el toro y no tienen disfraz
Aprovecha el puente de los Santos para viajar y conocer los lugares más misteriosos de España
¿Pasearías por una isla desierta donde solo quedan en pie los restos de un sanatorio? ¿Y por las ruinas de un pueblo arrasado en la guerra donde se han recogido psicofonías?
Aunque ahora todos lo llamemos Halloween, la celebración en la que se rompen las barreras entre lo terrenal y lo sobrenatural lleva formando parte de nuestra cultura desde hace siglos. Mientras que los estadounidenses nos han convencido de que lo más divertido es ponerse un disfraz y salir de fiesta, en la tradición española ya se celebrara el Día de los difuntos, con toda su ritualística, antes de que se pusiera de moda vestirse de vampiro, asesino de peli de terror o de brujilla.
Si eres de los que no se siente muy cómodo con un disfraz (aunque este año todo el mundo se disfrazará de 'El juego del calamar', que, al fin y al cabo, es un chándal) o no solo quiere sacarle partido a la noche de Halloween, sino también al día, hemos recopilado algunos de los pueblos más famosos de España por sus leyendas y su relación con el más allá para que vivas una celebración diferente.
Belchite, en Zaragoza
Las ruinas del pueblo viejo de Belchite siguen en pie para recordarnos los horrores de la Guerra civil española. Con el pueblo destrozado por los bombardeos, Francisco Franco construyó uno nuevo a pocos metros y conservó el viejo en el estado que lo dejó la guerra como símbolo de la victoria sobre los republicanos.
Muchas décadas después, son varias las personas que han experimentado sucesos paranormales entre las ruinas de Belchite. El investigador de Cuarto Milenio Javier Pérez Campos pasó una noche a solas en este lugar, y la describe como una de las peores de su vida.

En la oficina de Turismo de Belchite tienes información sobre horarios de apertura y las visitas guiadas, tanto diurnas como nocturnas, que organizan.
Ribadelago, en Zamora
Otro pueblo marcado por la tragedia es el de Ribadelago, a la orilla del Lago de Sanabria, en el norte de la provincia de Zamora. La noche del 9 de enero de 1959 una presa cercana se rompió y la fuerza del río arrasó el pueblo con sus habitantes durmiendo. Murieron 144 personas.
También a pocos metros del pueblo arrasado se construyó una nueva localidad para dar casa a los supervivientes, pero algunos no quisieron abandonar la suya, a pesar del desastre, y siguieron viviendo en un lugar que quedó estancado en el tiempo.

Además, la zona del Lago de Sanabria está llena de magia y de leyendas. El propio lago tiene la suya, y es que se dice que algunas noches se oyen las campanas de una iglesia hundida sonar.
Ochate, en Burgos
De este pueblo del Condado de Treviño solo queda en pie la torre de la iglesia. A pesar de que nunca fue un lugar muy poblado, ha ido perdiendo su población paulatinamente hasta convertirse en un lugar fantasma. Desde la década de los 80 Ochate se ha convertido en un lugar de peregrinación para los amantes del misterio por los supuestos sucesos paranormales que aquí se han vivido.
Además, en 1981 se publicó en 'Mundo Desconocido' una fotografía de un supuesto avistamiento ovni. También se han recogido aquí algunas psicofonías.
Peña, en Navarra
Otro pueblo fantasma en el norte de España que se quedó despoblado a mediados del pasado siglo XX. Quedaron en pie, eso sí, algunas de sus construcciones históricas, como el castillo o la muralla. Por eso, el entorno fue declarado bien de interés cultural en la categoría de conjunto histórico.
El último en abandonar Peña fue un ermitaño belga, el Padre Arnaldo, que vivió en soledad y sin recursos hasta 1964. Una visita muy interesante si te gustan los pueblos abandonados y te apetece hacer senderismo, puesto que el entorno es espectacular.

La isla embrujada de Pedrosa, en Cantabria
Esta pequeña isla del litoral cántabro está unida, en la actualidad, por un puente a la localidad de Pontejos. En el siglo XIX construyeron aquí una especie de complejo hospitalario para albergar a gente con enfermedades contagiosas y para que los marineros que llegaban a las costas de Cantabria hicieran cuarentena.
Dejó de funcionar el 1989 y desde entonces está abandonado. Pero se ha hecho famoso entre los investigadores de lo paranormal porque varios de ellos han experimentado visiones de fantasmas. ¿Te atreves a pasearte entre sus edificios?
