7 claves para no alimentarte solo de pizza, pasta y arroz con tomate

1. ¿Quieres comer pasta y arroz? Ningún problema: Lo único que tienes que hacer es sustituirlas por su derivado integral. Los alimentos elaborados con harinas integrales son más ricos en nutrientes que los refinados. Tienen vitaminas el grupo B, una gran cantidad de minerales (selenio, zinc, cobre, magnesio, fósforo, hierro), grasas polisaturadas y una gran cantidad de fibra. Mejorarán tus digestiones, tu cerebro funcionará mejora y generarás serotonina, la hormona de la felicidad.

2. Introduce vegetales de distintos colores en tu nevera: Cambia el verde de la lata de cerveza por una bolsa de brotes tiernos y calabacín, el kétchup por tomates frescos y la cebolla frita por cebolleta . Con una bolsa de zanahorias, unos pimientos tricolor, unos ajos, tomates, calabacín y cebolla tienes un básico para crear salsas, ensaladas y guarniciones que complementarán tu dieta. Cuantos más colores de origen vegetal haya en tu plato, más completo nutricionalmente estará. Por lo tanto, tus necesidades de vitaminas y minerales estarás cubiertas y tú te encontrarás más sano, más activo y más feliz.
3. Métele un chute de proteína vegetal a tu vida: estaría genial que comieras legumbres dos días a la semana. Las proteínas, además de aportar energía, son los nutrientes que conforman estructuras musculares y óseas, hormonas y neurotransmisores. Se tiende a abusar de la proteína animal y en las legumbres obtendrás un gran aliado para cubrir esas necesidades más allá de la carne, el huevo o el pescado. Un bote de garbanzos puede solucionarte la vida. Puedes hacer desde un rico hummus, un buen plato de cuchara, una ensalada, a una hamburguesa vegetariana.

4. Siempre aliña con aceite de oliva virgen extra: Sólo con la elección de un buen aceite ya estarás cubriendo gran parte tus necesidades básicas de grasas saludables. Además de darnos energía, nos ayudará a mantener el colesterol a raya y está buenísimo. Usarlo en crudo te dará mayores beneficios.
5. Introduce semillas y frutos secos en tu dieta: Te aportan grasas saludables como los ácidos omega 3 de las nueces, gran cantidad de fibra y múltiples vitaminas. Incorpora una cucharadita de semillas de girasol a tus ensaladas y, además de darle un toquecito crujiente, le darás antioxidantes, potasio, hierro, zinc, magnesio, fósforo, calcio, vitamina E, C y vitaminas del grupo B. Los frutos secos y la semillas serán tus grandes aliados para combatir la fatiga del trabajo, el estrés de los exámenes y mejorará considerablemente el aspecto de tu piel.

6. Come pescado varios días en semana, aunque sea de lata o congelado: Muchas veces no comes pescado porque te da pereza hacerlo, porque la pescadería no está a mano o porque no sabes cocinarlo. Tener unas latitas de sardinas, atún o anchoas pueden ser la solución para que cumplas con esta clave. El pescado es un alimento con tantas proteínas como la carne, rico en vitaminas y minerales, pero además algunas variedades como el salmón son una fuente importante de ácidos omega 3, muy beneficiosos para la salud cardiovascular, para reducir el colesterol malo o eliminar grasa de las arterias.
7. Ten siempre huevos en tu nevera: El huevo es un alimento rico en nutrientes esenciales y con una gran valor nutritivo en las dietas de medio mundo. Además de valer para un roto y un descosido a nivel gastronómico (en tortilla, pasados por agua, revueltos, cocidos…) se le considera la proteína más pura que existe dentro del mundo animal. Tiene múltiples vitaminas: A, E, D, K, B2, B12, ácido fólico y biotina, una gran cantidad de minerales: zinc, selenio, hierro y calcio y aminoácidos esenciales como el Omega 3. El huevo tiene propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antihipertensivas.

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