Agredida por dos chicos por llevar una camiseta con pechos dibujados: "Sentí rabia y humillación"

Marta estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, aunque ella es de Córdoba, donde vive actualmente. La semana pasada, salió de trabajar y, mientras volvía a casa en bici, de repente escuchó como unos chicos le gritaban: "¿A dónde vas enseñando las tetas? ¿Qué eres una feminazi de esas?". Resulta que Marta llevaba puesta una camiseta con dos pechos dibujados y cuando ella pensaba que se habían ido, de repente la tiraron al suelo. Así lo cuenta ella en su publicación, en la que aparece magullada por la caída de la bici:

"Vuelvo a casa, cansada, después de trabajar, con mi bicicleta, disfrutando de la brisa de noche entre tanto calor del sur. '¿A dónde vas enseñando las tetas? ¿Qué eres una feminazi de esas?' No hago caso y sigo pedaleando. Noto como corren detrás de mí, gritando cosas y justo cuando creía que me habían dejado tranquila, un golpe me tira por un terreno arenoso, arañando mi cara y mi cuerpo, arañando mi espíritu y mi alma. Golpeando mi pómulo, mi brazo, mi pierna cicatrizada. No sé qué decir, ni qué pensar, ni cómo actuar. Me gustaría pensar: sí, que es un caso aislado, que soy la única, que fue mi culpa. ¿Culpa? Por ser mujer, activista, defensora y persona humana. No tuve miedo entonces y sigo sin tenerlo. Muchas tendremos que caer para que el futuro sea sano. Para todas. Para todos. Para todes. No más violencia."

En Yasss hemos hablado con ella para que nos cuente lo que pasó y animarla a compartir su historia para que no se sigan repitiendo estos casos nunca más:

¿Normalmente sientes miedo cuando sales a la calle sola?

Nunca me había visto encajada en el perfil de 'mujer agredida'. Soy una mujer de aspecto fuerte, deportista, alta. Siempre confié en que si alguna vez me fuera a suceder una agresión física podría defenderme, correr, etc. Contando con esto, jamás he sentido miedo de salir sola a la calle, volver de fiesta sola, nunca vi el peligro que pudiera haber, como cualquier mujer nunca pensé que eso me pudiera pasar a mí.

¿Qué sentiste?

Pasó todo muy rápido. Yo volvía a casa del trabajo, estaba cansada después de todo lo que llevaba de semana, de compaginar trabajos, estudios, vida personal... Yo solo quería llegar a casa y cuando escuché a estas dos personas gritando hacia mí simplemente no les hice caso, como llevo haciendo toda la vida. Desgraciadamente, todas las mujeres a lo largo de nuestra vida hemos sufrido alguna agresión verbal por la calle y la sociedad nos ha enseñado que eso es 'normal', a tolerarlo, a 'normalizarlo'. Cuando caí al suelo no pensé, no sabía cómo reaccionar, no sabía siquiera si lo que había pasado era real. En ningún momento sentí miedo, sentí impotencia, rabia, humillación, pero no miedo. Solo me levanté y continué mi camino como si nada hubiera sucedido. Fue al llegar a casa cuando pensé en lo que podía haber pasado y no pasó. Estoy aquí contando la historia pero podría no estar, como le ha pasado a muchas mujeres a lo largo de la historia.

¿Crees que algún día esto terminará?

Por desgracia todavía quedan muchas mentes que cambiar y siempre habrá personas cuya libertad se base en hacer daño, en limitar, en denigrar. Es muy difícil cambiar toda la sociedad de la noche a la mañana, por eso cada acción cuenta y por eso tenemos que denunciar cada agresión, cada insulto. Tenemos que movernos y ser ejemplo para las generaciones que vienen. Para 'desnormalizar' la violencia, la desigualdad y la falta de respeto entre personas humanas.

¿Sentiste miedo al subir el vídeo y denunciar tu caso?

Al acabar la agresión yo me levanté, me sacudí el polvo como pude y me volví a subir a la bicicleta. Fue al llegar a casa, antes de subir, en la calle, cuando me paré a pensar lo que había pasado y me detuve a mirarme. Estaba llena de arañazos, había sangre, hinchazón... Fue entonces cuando grabé el vídeo, no con la intención de subirlo a redes, sino porque realmente no podía creer lo que veía físicamente de mí. Decidí subirlo porque esto no podía quedarse así, porque yo misma era consciente de que era una agresión en la cual las autoridades no me tendrían en cuenta porque no hubo contacto físico directo, ni sabía reconocer físicamente a los agresores. Sabía que tenía que alzar mi voz y que tenía que compartir lo que había pasado para que se viera que es una realidad y que no se trata de la ropa que lleves, ni de como seas, ni hay un perfil de mujer agredida. Que podemos ser cualquiera y tenemos que apoyarnos.

¿Cuáles han sido las reacciones al vídeo? ¿Te las esperabas así?

No me esperaba que tuviera tanta repercusión en redes. Por supuesto estoy muy agradecida por el apoyo, por la marea de personas que demuestran día a día que el cambio hacia la igualdad y la no violencia es posible. Por otro lado también he recibido comentarios negativos, difamaciones, gente que me acusaba de contar mentiras, de inventarme la historia. Y es precisamente esto lo que me da más tristeza de la sociedad: ¿Qué es lo que me tendría que haber pasado para que me tomaran en serio como una agresión? ¿Asesinato? Esta es la forma en la que se nos invisibiliza, por lo que nunca cesarán estas agresiones, porque nunca nada es suficiente para considerarse como agresión.

¿Cómo te sentiste al verte apoyada por la mismísima Lara Padilla, la diseñadora de la camiseta?

Ya había tenido contacto con ella. Siempre he sido muy activista en redes sociales, me he movido mucho por dramas sociales e Instagram es una plataforma donde hay un ejército de personas que gritan por el cambio, por la sociedad mejor. Y fue ella la que me dio la camiseta hace casi un año para llevarla a un evento de mi amiga Brisa Fenoy. No me sorprendió que me respondiera, puesto que Lara es una mujer maravillosa que usa el arte como forma de expresión y que se mueve mucho por la equidad y el respeto; lo que sí me sorprendió es la cantidad de apoyo que me mostró, siempre preguntándome cómo estaba, ayudándome con amigas suyas abogadas, consolándome. La considero una buena amiga y le agradezco en el alma que sea una persona tan mágica y con un corazón tan grande. La considero como una amiga ya para mí.

¿Qué le dirías a chicas que como tú se pueden enfrentar algún día a un ataque machista?

Que no se puede vivir con miedo. Vivimos en una sociedad en el que este tipo de agresiones son inevitables, pero no podemos quedarnos calladas, con miedo. No podemos no salir a la calle "por miedo a". Vistamos como queramos, pensemos como queramos. Seamos libres y si por nuestra libertad nos persiguen y nos agreden, como me pasó a mi, no os calléis. No tengáis miedo de expresaros, denunciad. Compartidlo. Siempre vais a tener apoyo, si nos tocan a una nos tocan a todas.

Lara Padilla, también conocida artísticamente como Sra. D, dibuja, pinta, baila, hace fotografías y además es diseñadora. Da la casualidad de que la camiseta que llevaba puesta Marta, estaba diseñada por ella. Claro, ante esto, no ha podido callarse. En su perfil de Instagram ha subido tres publicaciones con motivo de denuncia del caso de Marta y de otros muchos casos que ocurren día a día y además que sus camisetas "son más que unas tetas, la temática es feminista, con esta propuesta, se persigue transmitir un mensaje de fuerza y valor para todas las mujeres."

Lara se ha reivindicado por la causa y como Lara, miles de usuarios en las redes también lo han hecho. Escuchamos o sabemos de casos de este tipo cada día y no se pueden permitir.