"Me encapricho de las personas que me tratan mal": consejos para mejorar la autoestima

Una señal clarísima de que nuestra autoestima está por los suelos es la tendencia a juntarnos con personas que nos infravaloran, nos menosprecian y que, en definitiva, ejercen una relación de poder sobre nosotros. La razón es simple: se comportan con nosotros tal y como creemos que merecemos ser tratados, desarrollándose una relación de dependencia emocional muy difícil de romper. Esto es lo que le sucede a Elisa y hoy, de la mano de su testimonio, vamos a analizar este tipo de reacción junto con 5 trucos para mejorar una autoestima tocada.

"Nunca me había planteado que tuviese problemas de autoestima hasta que me puse a analizar mis relaciones. He tenido un par de novios y bastantes amigos y hay algo que todos tienen en común: me trataban fatal.

Sé que en parte es culpa mía porque paso de la gente que es amable y cariñosa y me junto con personas bordes, pero no lo puedo evitar. Cuando alguien pasa de mí, me da malas contestaciones o noto que le caigo mal, empiezo a sentir una necesidad de que me acepte y de gustarle.

Al final, acabo haciendo cualquier cosa para que la gente me apruebe: cambio mi forma de ser y mis gustos para conseguir que las personas que me tratan mal me acepten. Sé que lo que debería hacer es pasar de este tipo de personas, pero no puedo. Llevo mucho tiempo actuando así y es como algo automático que no puedo controlar y me sale solo.

Ahora que me he dado cuenta de esto, no puedo parar de pensarlo. Me he dado cuenta de que mi actual pareja se ríe de mí, me vacila constantemente, me critica y que no se porta bien conmigo, y una voz me dice que huya, pero por otro lado pienso que a lo mejor merezco que me trate así. ¿Qué puedo hacer?”

El caso de Elisa es más común de lo que pensamos y todos hemos caído alguna vez en las garras de este tipo de relación. Algunas personas detectan a tiempo esta dinámica y ponen punto y final, pero otras se estancan en amistades y noviazgos en los que son tratados injustamente por miedo a la soledad o a no encontrar a nadie mejor. Esto es muy típico en las relaciones en las que se produce maltrato psicológico y/o físico.

Sería muy sencillo señalar con el dedo a las víctimas de este tipo de relaciones y decir “¿Y por qué lo permites?”, pero la realidad es mucho más compleja de lo que creemos. Normalmente estamos ante personas con una autoestima tan baja que creen merecer que les maltraten. Se culpan de la situación y acaban cediendo por completo, encerrándose en un círculo vicioso del que cuesta salir sin ayuda. En vez de juzgar a estas personas, debemos ponernos en sus zapatos y apoyarles para que su autoestima mejore.

Para conseguir una autoestima más sólida, hay algunos consejos que pueden ser muy útiles:

Da igual si es tu pareja, tu mejor amigo o la persona más inteligente del mundo; digan lo que digan, no están definiendo quién eres. Simplemente están manifestando el concepto que ellos tienen sobre ti, y es muy probable que estén equivocados tanto si te idealizan con piropos, como si te devalúan con críticas.

Aprende a actuar según tu propio patrón. No actúes para gustar a los demás o para conseguir su aprobación, porque sino sólo conseguirás frustrarte y tu autoestima seguirá bajando. Piensa en lo que quieres conseguir con tu vida y trabaja para convertirte en el tipo de persona que admiras tú.

Si estás en una relación tormentosa por miedo a la soledad, al final estás prolongando el sufrimiento. Estar solo no es malo y son muchas más las ventajas y buenos momentos que los malos.

Intenta pasar más tiempo por tu cuenta para descubrir qué es lo que te gusta, cómo te sientes de verdad, cuáles son tus miedos y qué es lo que buscas en una relación. Conócete mejor en solitario para disfrutar más de la compañía.

Todos somos un poco irracionales, pero a veces nos pasamos. ¿Piensas que te mereces que te critiquen? ¿Crees que el amor implica sufrir? ¿Te sientes culpable cuando tu pareja te trata como basura? Si la respuesta es sí, sufres algunas distorsiones en el pensamiento que debes corregir.

Intenta recordarte a diario lo mucho que vales. Una forma sencilla de adquirir este hábito es escribiendo cada noche en un papel o en el bloc de notas del móvil 3 cosas que has hecho durante el día y de las que te sientes orgulloso u orgullosa. Al principio te costará y pensarás que no has hecho nada bien, pero con el tiempo sabrás identificar tus méritos y aprenderás a premiarte por ellos.

Coge un papel y escribe el nombre de todas las personas que conoces. Si te cuesta recordar nombres, saca el móvil y echa un vistazo a tu lista de contactos o a tus amigos de Facebook. Cuantos más nombres mejor. Después coge tres rotuladores: uno rojo, uno naranja y uno verde.

Subraya con rojo la gente que te hace sentir mal, que te machaca, que te critica constantemente y que te hace vivir con un nudo en el estómago. En naranja puedes subrayar a las personas que ni fú ni fa o bien porque no tenéis mucha relación, o bien porque tampoco te entusiasma pasar tiempo con ellas. Finalmente, subraya con verde a toda esa gente que te aporta felicidad y con la que te gusta quedar. Ahora ya sabes en qué relaciones debes invertir tiempo y esfuerzo.

Si tu autoestima está muy afectada, sientes malestar casi todos los días o notas que tu vida social, tus estudios o tu trabajo se ven perjudicados, pide ayuda psicológica.

Es fundamental aprender herramientas que nos ayuden a lidiar con este tipo de problemas, pero a veces no somos capaces de descubrirlas por nuestra cuenta y necesitamos un profesional que nos enseñe pautas de actuación. Ir al psicólogo es una decisión muy valiente y recomendable.