Sin parar o nada de nada: cinco parejas hablan sobre sus relaciones íntimas durante la cuarentena

Dicen que esta cuarentena va a suponer uno de los mayores retos a los que se ha expuesto España, y no estoy refiriéndome ni a la economía ni a la sanidad (qué también), sino a la vida de pareja. Si todo va según lo planeado, el aislamiento se prolongará hasta el 26 de abril. Traducción: un mes de convivencia forzada, con todas las alegrías y los quebraderos de cabeza que eso supone.

¿Todo el día en casa + vivir con tu pareja = una vida sexual de lo más activa? Por desgracia las matemáticas no son aplicables a esta situación, y para demostrarlo hemos preguntado a varias parejas de veinteañeros.

Gracias a su infinita generosidad compartiendo algo tan íntimo, resolveremos grandes incógnitas cómo si en pleno aislamiento apetece más hacerlo, si la situación del país aumenta la ansiedad y perjudica la vida sexual o si el acceso a métodos anticonceptivos puede suponer un problema.

"Algo que me molesta mucho es que mi mejor amiga y su novio están haciéndolo todos los días, y mientras tanto mi chico y yo estamos de capa caída. No nos apetece nada, porque es ponernos a ello y pienso en el coronavirus, en las dos semanas de aislamiento que nos quedan y hasta en la muerte de Leonardo DiCaprio en el Titanic. Vamos, que me viene toda la pena", confiesa Patri, que está viviendo la cuarentena en Almería con su novio Óscar, ambos de 23 años.

"A mí me pasa todo lo contrario. Vamos, que yo soy el que tiene la libido más alta ahora mismo en la relación, cuando siempre había sido al revés. De todos modos, entiendo perfectamente que ella se agobie y sería muy egoísta por mi parte enfadarme. Igual que yo he tenido malas rachas por trabajo o rayadas, ella está pasándolo mal ahora", reconoce Óscar, la pareja de Patri.

Su situación es muy habitual teniendo en cuenta la situación tan ansiógena que nos rodea. No es fácil estar de buen humor todo el día cuando no podemos ni salir de casa, y el bienestar sexual es un reflejo del psicológico. Lo importante es no sentirse culpable, tener el apoyo de nuestra pareja y entender que es sólo una etapa.

"La verdad es que en el sexo no hemos notado mucha diferencia, pero sí que hay algo que nos está preocupando: que no nos quedan condones”, comenta entre risas Alberto, un chico de 25 años natural de Pontevedra, pero que está aislado en Madrid con su pareja Sandra.

"Con todo el tema del coronavirus nuestros padres nos están haciendo la compra online para que no salgamos de casa, y claro, no es plan de decirles que metan en la cesta preservativos extra finos. La solución fácil sería hacer nosotros la compra, pero nos hemos quedado sin trabajo y oye, la ayuda paterna viene genial", añade Sandra, de 24 años.

"Al final nos tocará salir de casa. Deberían crear una aplicación de preservativos a domicilio". ¿Tendrá futuro la idea de Alberto?

Miguel y Érik tienen 21 años, viven en Granada y están pasando la cuarentena con el compañero de piso de Miguel.

"Si por Érik y por mí fuera, estaríamos todo el día haciéndolo. La putada es que nos ha tocado pasar la cuarentena con mi compañero de piso. Iba a irse al pueblo cuando empezó todo esto, pero al final decidió quedarse aquí y se pasa todo el día pegado a nosotros porque se siente solo. A ver, le entiendo y me da pena, pero igual podría dejarnos tranquilos alguna noche", se lamenta Miguel.

"Yo intento no quejarme mucho porque estoy en el piso de gratis, pero es verdad que a ratos resulta un poco agobiante. El otro día estábamos en la cama viendo Élite y metiéndonos mano y el chaval llamó al a puerta para ver si podía ver la serie con nosotros porque se aburría. Pues mira, chico, NO…", explica Érik.

En estos casos lo mejor que se puede hacer es ser sincero. Si le explicamos a nuestro compañero de piso la situación sin tapujos ni eufemismos, lo más probable es que lo entienda y nos de un poco de espacio e intimidad.

Lorena tiene 24 años y las cosas muy claras: "Esta situación es una mierda, y si lo único bueno que podemos sacar es tener más sexo, pues se hace el esfuerzo y no pasa nada". Tanto ella como su novio Pol, de 23 años, han aprovechado estas semanas de aislamiento para mejorar su vida sexual.

"La verdad es que lo estamos haciendo más que nunca, y también estamos aprovechando para innovar un poco, que con tantos días juntos al final se vuelve un poco monótono. Nuevas posturas, juguetes, no hacerlo siempre en la cama… Cualquier chorradina para que no nos entre la pereza y el sexo no sea siempre igual", afirma Pol.

Su situación es un ejemplo fantástico de cómo podemos sacar provecho hasta de los peores momentos. Conocer mejor nuestro cuerpo y el de nuestra pareja es de los mejores planes que pueden surgir durante la cuarentena.

Para Aída y Jonathan el sexo no es la base de la relación: "hay algunas parejas en las que el sexo es súper importante y si no lo haces todos los días parece que hay un problema. Nosotros podemos hacerlo una vez a la semana y tan tranquilos", comenta Aída.

Ella tiene 23 años y él 25, y por suerte han encontrado un entretenimiento mucho mejor para soportar la cuarentena en Zaragoza: "nos estamos viendo Juego de Tronos, que Aída no conocía la serie y se ha enganchado".