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Siete pruebas de que los cruceros nos quieren echar el ojo a los millennials

yasss.es 30/04/2018 17:28

El pasado mes de marzo salió el astillero francés Symphony of the Seas, el crucero más grande del mundo. Y podemos afirmar que estar tanto tiempo en un barco no marea porque nos hemos colado en su viaje pre-inaugural.

El caso es que embarcamos esperando vivir una experiencia viejuna en la que tendríamos que pelearnos por pillar cacho en el bufé y acabaríamos bailando boleros por las noches, y no, no fue la cosa así. ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? Pues mira, visitar ciudades, conocer gente, hacer deporte, salir de fiesta, posturear en redes… Lo típico de estos tiempos. No diremos que los cruceros son el nuevo ‘mochilerismo’, pero lo cierto es que también permiten conocer mundo, vivir nuevas experiencias y ligar en locales nocturnos, así que ni tan mal.

Después de dos días a bordo, extraemos esta conclusión: el sector del crucero está mandando señales a esa gente que andamos entre los veintitantos y los treinta y tantos. ¡Nos está guiñando el ojo! Nos quieren a bordo y aquí te revelamos las pistas en las que basamos esta impresión:

1. Toboganes no aptos para corazones delicados

Que el barco lleve a bordo los toboganes más altos construidos sobre el mar no nos cuadra mucho con las experiencias de entretenimiento que demanda la tercera edad. Es más probable que cuando el Royal Caribbean se planteó incluir en su barco estos toboganes, que invitan a una caída desde más de 30 metros trazando tirabuzones, estuviera pensando en alguien como tú que ya sabemos que te tirarías con la GoPro y lo publicarías de inmediato. Porque ya que le echas valor, pues mira que se enteren tus followers.

2. Piscinas para practicar surf

Cualquier moderno que se precie debe encontrarle el punto de adrenalina a mantenerse encima de una tabla sorteando olas en las playas más reconocidas del mundo. Una variante es experimentar esas sensaciones en una piscina de olas que nunca terminan. El barco tiene dos en su cubierta: una para iniciarse y otra para iniciados. ¿Ves ahí a un jubilado? Vale, porque nosotros tampoco.

3. Láser tag

El Symphony of the Seas ofrece también la oportunidad de luchar por el último planeta de la galaxia. La pista de hielo del barco (sí, tiene pista de hielo) se transforma en una gran arena interactiva con tecnología de vanguardia y efectos especiales para flipas. En este punto salimos de toda duda: ¡Royal Caribbean plantea sus barcos para incluir en sus viajes a grupos de amigos!

4. Scape Room y demás

Para quien se anime al reto de escapar a contra reloj de la habitación del pánico submarino. Y tirolina, paredes de escalada, cancha de baloncesto…

5. Camareros robotizados

Un bar en el que no tienes que pelearte en la barra para pedir. Eliges lo que te quieres pimplar desde una tablet y un brazo robotizado te prepara tu bebida. Esto nos parece más bien un intento de seducción fallido: nos gusta la tecnología, pero más nos gustan los camareros y camareras de carne y hueso.

6. Silent Parties

Y por si fuera poco, entre la variada oferta lúdica de la noche se les ha hecho sitio también a las silent parties que organiza una de sus discotecas, The Attic. Música latina o música anglosajona. Coge unos cascos Wireless al entrar y elige con qué DJ vas a darlo todo. Esto no quiere decir que los menores de 40 no podamos disfrutar de un concierto en directo de Jazz. Que el Jazz también es Yasss.

7. Bien de Wifi (y gratis)

¡No sin mi wifi! Tú y yo sabemos que lo de desconectar del móvil en vacaciones está sobrevalorado. Y no, no podemos imaginar probar todas estas experiencias y estar a bordo de un entorno tan instagrameable y no poder compartirlo en tiempo real en las redes sociales. Si el barco no incluyera wifi de alta velocidad nada de lo anterior serviría para NADA.