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Los mejores looks del Horteralia, el festival con más leopardo y hombreras por metro cuadrado

yasss.es 27/11/2018 12:00

El Horteralia ha vuelto a partir al pana en su novena edición, con un éxito total de asistencia y de pasárselo teta. Con un cartelazo digno de viaje en el tiempo a la mejor discoteca de Marbella de los 90 (ver a Azúcar Moreno junto a Loco Mía sobre un escenario hoy en día es un lujo solo reservado a los horteras más exquisitos) y miles de personas vestidas como para una comunión en 1983, o para una sesión de aerobic con Eva Nasarre, como fue mi caso, que yo siempre he sido más de chándal, el Horteralia ya se alza con el título de festival más chachi piruli de España.

Insisto en que uno de los puntos fuertes de este festival es el cartel, porque esa conjunción mágica de grupazos parece sacada de nuestros mejores sueños. Pero lo que más me gusta a mí del Horteralia (y me temo que al resto de los asistentes les pasa algo parecido) es su gente. La música es una excusa para menear el esqueleto con cualquiera que pase por tu lado, con todo el buen rollo del mundo.

Los hortefans acudimos a este festival con ganas de pasárnoslo bien. Con la necesidad de soltar al hortera que TODOS, porque TODOS lo llevamos dentro, cariños míos, aunque algunos tratéis de reprimirlo comprándoos las camisetas en tiendas exclusivas de Malasaña. Ese pequeño (o gran) hortera al que solemos reprimir en nuestro día a día y que cuando sale, arrasa. Vamos, es que no se le resiste ni un uh! uh! uh! del 'Baile del gorila'.

Para sacar al hortera que vive dentro de nosotros en una nochevieja de Televisión Española de 1993 constante no solo vale con la actitud. El look también tiene que acompañar. Y mira, yo lo digo así: tendrá un cartel alucinante, tendrá un recinto más grande, tendrá a Cáceres, que es una ciudad superacogedora con morcilla patatera y torta del Casar que también es un punto a favor, tendrá su lado reivindicatvo, tendrá muy buen rollo y todo lo que tu quieras. Pero lo que tiene el Horteralia, que no lo tiene ningún otro festival (ya quisiera el Coachella), son los modelazos de los asistentes.

Os voy a dejar un repasito a lo que fue, para mí, lo mejor de lo mejor del festival, la crème de la crème, las risas mil. Vaya nivel, Maribel, de elegancia y saber vestir:

El estampado de leopardo, un must

La peluca debería ser obligatoria

Los disfraces que rinden homenaje a los horteras del año, que no falten

El abrigo de piel y el pelo bien engominado son un acierto seguro

El disfraz casero, con bien de mejunje Art Attack, que se le note que tu madre le ha tenido que dar una puntadita, siempre triunfa

Los ecos del pasado, o lo que viene siendo la visera de la Expo 92 o la camiseta de Fanta, son el complemento ideal para el hortera de verdad

La camisa con chorreras, un clásico que nunca falla

Y para el mejor, hay premio. Todos los años el público aplaude al más hortera del festival al que se le entrega la riñonera de oro, el símbolo hortera por excelencia

Gracias a Jorge Armestar por la cesión de las fotografías.