Por qué nos encanta viajar si es lo más incómodo y estresante del mundo

"Viajar", así, como concepto, se ha convertido en la actividad favorita de los jóvenes que ya no son tan jóvenes porque ya tienen un trabajo, pero no están ya de lo más asentados en la edad adulta porque aún no se han puesto a comprarse un piso, a casarse y a tener hijos.
Si tienes dinerillo, tienes vacaciones y tienes amigos, ¿por qué no te ibas a organizar un viajecito? ¡O SEIS! Parece bastante lógico. Sobre todo si tenemos en cuenta que el turismo ha evolucionado muchísimo en los últimos años y se ha vuelto mucho más accesible. Lo que no parece tan lógico es que la gente tenga tantas ganas de repetir después de haber vivido en sus propias carnes lo que es un viaje realmente.
Organización
Viajar no es solo llegar a tu destino y a vivir la vida, no. El viaje suele empezar muchos meses antes, cuando empiezas a organizarte. Pedir vacaciones en el trabajo, coordinar a los colegas, ponerse de acuerdo en el destino, gestionar reservas y billetes, mirar blogs a ver qué es lo que hay que ver y hasta un Callejeros Viajeros, si lo hubiera.

Hacer la maleta
Reducir el caos a un pequeño espacio de unos cuantos centímetros cúbicos con la esperanza de que te llevarás todo lo que podrías necesitar, que no sobrepasarás el límite de peso y que podrás cerrarla. De lo de pillar souvenirs en el destino, ni hablamos, porque literalmente NO TE CABE NÁ.
Salir en todas las fotos con ojeras
Viajar es renunciar al descanso. Incluso si viajas al Caribe, solo la odisea que tienes que vivir para llegar hasta allí (colas en el aeropuerto, retrasos, viajar como en una lata de sardinas, no poder dormir en el avión, el jet lag...), pero si haces un viaje "cultural" entonces prepárate para lo peor: horas y horas en la calle, caminar kilómetros y kilómetros para verlo todo, no perderte un museo, madrugar para hcer colas y acostarte tarde porque también habrá que tomarse una copa... vamos, una paliza.

Gastar SIEMPRE más de lo que se presupuestó
Porque siempre hay imprevistos y a veces también hay camisetas increíbles que te tienes que traer a casa como sea. Así que vuelves a casa pelado y te toca terminar el mes a base de arroz y pasta. Eso sí, con tu nueva camiseta (abrigo, zapatos, figurita... llama a ese capricho como quieras)
Ser tratado como mercancía
Cuando viajas dejas de ser una persona para convertirte en un turista. En un número. Y así vas a ser tratado. Esta es una de las principales razones por las que cada vez más gente (y más blogs de viajes) recomiendan alejarse de "lo turístico", porque al final todo está organizado para sacarte el dinero y que realmente no puedas disfrutar ni de lo que estás viendo.

Viajar es incómodo y estresante, pero aún así, viajar DEBERÍA molar, porque, en el fondo, es romper con una rutina, cambiar de aires, conocer otras culturas, y eso sienta bien a cualquiera. Por eso cada vez hay más alternativas a la hora de hacer turismo, porque queremos viajar, lo que no queremos es tener que pasar por todo lo descrito más arriba, y a cambio de qué, ¿una bonita foto para Instagram? No compensa.
El mismo estudio de Europacar que reveló que hay un número importante de jóvenes muy enganchados a los viajecitos aporta otros datos interesantes:

Sí, vale que son una empresa de alquiler de coches y van a barrer para casa, pero, como en tu coche, a tu aire, a tu ritmo, no se está en ningún avión.