Ponerle piña a las cosas siempre es un acierto y tenemos muchas pruebas

"Que hablen mal de ti, pero que hablen", estará pensando la piña ahora mismo. La piña se ha hecho famosa por su polémica relación con la pizza, tan odiada por unos y tan adorada por otros. A nosotros nos da exactamente igual con quien se junte la piña. Lo único que queremos hacer aquí es defender su derecho a estar donde y con quien quiera... ¡porque la piña es maravillosa! 

Hemos recopilado una buena lista de argumentos para demostrarte que la piña es lo más por sí sola o como complemento. A ver si se os pasa ya la bobada de meteros tanto con la pobre piña. Porque... a Yasss no lo engañáis. ¡Sabemos que os metéis con la piña porque está buena!

La piña es una fruta tropical que se suele consumir fresca o en conserva. Aunque nace de una planta sudamericana, la globalización permite que la encuentres en cualquier supermercado o frutería. Tiene un montón de vitaminas, minerales y fibra, que es muy buena para yatusá. La piña ayuda a tu sistema inmunitario y a tu digestión. ¡Todo bien con la piña!

En los años 50, un inmigrante griego que vivía en Canadá tuvo la maravillosa idea de echarle unos trocitos de piña a una de las pizzas que se vendían en su restaurante. A los canadienses les encantó esa mezcla de dulce con salado... ¡y hasta hoy! 

Ahora la piña se ha convertido en una gracieta recurrente. Se la considera una verdadera aberración, sin ser ella nada de eso. ¿No te gusta la piña? Vale, es comprensible. No a todos nos gustan todos los sabores ni todas las mezclas de sabores. No te la comas y fin. Pero deja a los demás disfrutar de combinaciones como esta.

Después de tanto escándalo, la piña se ha puesto de moda. Podríamos incluso arriesgarnos a decir que la piña es el nuevo aguacate. Cada vez es más frecuente verla en recetas #healthy (sobre todo en verano) y... cada vez es más frecuente verla en otros contextos que, teóricamente, tampoco le pertenecían. 

¡Magdalenas con piña! De verdad, quien piense que esto puede estar malo... ¡que le corten la cabeza!

¡Ensalada con piña! Perdón, que ahora se dice poke bowl con piña. ¡Esto tiene una pintaza que si no te entran ganas de meter tu cabeza ahí dentro y devorarlo... háztelo mirar!

¡Pajarita de piña! ¿Por qué no? La piña ahora también combina con tu ropa. ¡Y queda muy mona, la verdad!

¿Alguien puede resistirse al piña-erizo? Espero que no. Porque no hemos encontrado mejor combinación para expresar lo que sentimos por la piña. Que ahora también es lo que sentimos por los erizos.

¿Y qué te parece la piña como cubre-teta?

¿Y la piña como cubre-pene? ¡Eso tiene que picar!

Piña y lentejuelas. La combinación PERFECTA para un bañador tan molón como este.

¿Sabes quién vive en una piña? Sí, Bob Esponja. Pero también este perrete. 

Hemos encontrado esta sorprendente receta: huevos fritos, bacon, batata y piña. No la conocíamos pero no tenemos ningún problema en probarla. 

Un clásico del verano: tumbarse a la bartola a que se te caliente la barriga. ¿Y no te encantaría echarte una siestecilla piscinera sobre esta flotador piña?

No hay que ser el más trendy del barrio para saber que la piña también puede ser un elemento perfecto de decoración. Muchas tiendas de ropa, complementos y hogar tienen estanterías enteras dedicadas a la piña. ¡Porque da alegría solo de verla, no tienes ni que comértela!

Y, para finalizar, vamos a superar YA DE UNA VEZ el dichoso debate de piña en la pizza sí, piña en la pizza no y vamos a abrir otro melón. Piña, que estamos hablando de piña. ¿Piña con sushi? 

¡Piña con todo, por favor!