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No somos los únicos que restauramos regular: el Ecce Homo tiene un hermano budista

yasss.es 03/10/2018 11:53

Es flipante cuando se descubre que dos culturas que nunca han tenido contacto entre sí han evolucionado de manera natural de formas similares. Como cuando te das cuenta de que prácticamente todas las culturas del mundo han rendido culto al Dios Sol y celebran los solsticios y esas cosas.

Pues más flipante aún es descubrir que a todos los restauradores artísticos del mundo les esté entrando el mismo mal. El mal de las ceras Manley, o algo así, esas pinturas con las que pintábamos en el colegio y hacíamos unas desgracias de dibujos que avergonzaban hasta a nuestras madres, pero nosotros nos sentíamos bien orgullosos de las estridentes mezclas de color que habíamos conseguido.

Solo esto explicaría lo que ha pasado en China. Nos creíamos los únicos capaces de cagarla restaurando una obra de arte. Pero se nos acabó la exclusividad. Los chinos han demostrado que pueden cagarla tanto o más que nosotros.

Se trata de una de las numerosas figuras del milenario santuario budista de Sichuan, en el centro de la República Popular China. Este santuario es muy famoso por ser el hábitat natural de los pandas gigantes, pero también cuenta con varias estatuas (algunas de ellas gigantescas) talladas en la roca que tienen más de mil años de antigüedad.

En esta talla en piedra pueden verse nueve figuras que representan diferentes imágenes de Budha muy desgastadas por el paso del tiempo. Debido a que en el pasado fueron figuras policromadas, se tomó la decisión de devolverles el color.

Sale mal. El historiador del arte Jin Xu compartió las imágenes del antes y del después en su cuenta de Twitter, denunciando que era la peor restauración que había visto en su vida y atribuyéndosela a artistas locales "con mal gusto".

También a través de Twitter algunos usuarios le hicieron llegar a Xu imágenes de las cagaditas españolas. El Ecce Homo de Borja, que tan buenos momentos nos ha traído y que ya forma parte de la cultura popular española en seguida fue nombrado.

Pero tampoco quisieron olvidarse de las últimas restauraciones desastrosas que hemos visto en nuestro país, como la escultura del San Jorge de Estella o la virgen de Rañadoiro.