El mejor actor de España se llama Tizón, es un perro, y merece un Goya comestible

El mejor actor de España se llama Tizón, es un perro, y merece un Goya comestible
yasss.es
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Lo que parecía una historia bastante triste tuvo el giro de guión más inesperado que hubiéramos podido imaginar. Manuel Delgado, un experto en marketing que nos ha asegurado personalmente que no se ha marcado un "Manuel Bartual" y que esta anécdota es completamente real, ha contado en su cuenta de Twitter la historia del perro Tizón, un perrete que se encontró tirado e inmóvil en una cuneta y al que no dudó en ayudar.

Todo empieza así:

Así continua el hilo de Manuel Delgado:

Iba subiendo por una pista cuando vi a una pareja parada en la cuneta, junto a un perro que permanecía inmóvil. Al llegar a su altura, les pregunté si todo iba bien y me dijeron que el perro iba andando hacia ellos y, de pronto, se había desplomado. Como digo, estaba completamente inmóvil y no reaccionaba si le animabas a levantarse ni nada. Por lo demás, estaba en perfecto estado: limpio, sano y reluciente.

Ella estaba llamando al número de teléfono que Tizón llevaba grabado en el collar. También iba el nombre, por eso lo sé. El número no estaba disponible, pero le dejó un mensaje. Como no podían hacer mucho más, dijeron que se iban. Yo creí que, puestos a llamar a alguien, mejor llamar al 112 para avisar de que el perro estaba ahí tirado. Se esperaron un poco a ver qué nos decían. A todo esto, el bicho seguía sin reaccionar y, de vez en cuando soltaba un tímido lamento. Llamé a @EmergenciasMad.

En el centro de llamadas del 112 se centraron en ubicarnos bien. Después, me pasaron con la policía local de Navacerrada. Tras unos segundos de espera, contesta un policía. Lo primero que me pregunta: "¿Es un mastín negro?"

"Ese es el perro pastor de ahí. Verá que hay unas ovejas por ahí cerca. Él es quien las cuida. Tiene permiso para estar suelto"."Vale, bien, hasta ahí de acuerdo, pero Tizón está aquí tirado inmóvil, no sé qué tiene que ver su profesión en esto", pensé.

"Ese perro está fingiendo", me dice el policía. Ahí sí que flipé de verdad. "¿Cómo que fingiendo?"

"Ya verá usted cómo, si se aleja, el perro se levanta y se va tan campante. Pueden dejarlo ahí, que no le pasa nada." Efectivamente, con sólo alejarte unos pasos, se incorporaba. Te volvías a acercar y volvía a su numerito de víctima de atropello. Nos partíamos de risa, claro.

Tizón es el mejor actor que he visto en mucho tiempo. Debía de pesar unos 70 kilos y tenía una mandíbula y un cuello con los que te puede arrancar un brazo casi sin hacer fuerza. Pero Tizón no quiere tu brazo: quiere tu bocata. Y tus caricias.

Cuando hemos hablado con Manuel Delgado para que nos confirmase que la historia de Tizón era verdadera, él también ha querido darnos un mensaje: "No quiero incitar o animar a nadie a ir a verlo. Es un perro adorable pero no quiero que la gente ahora vaya allí y se convierta en un circo". ¡Toda la razón! Aunque a todos nos encantaría ir a Navacerrada a abrazar y dar comida a Tizón, no debemos olvidar que es un perro pastor (muy avispado) que tiene una labor que cumplir y que no debe ser molestado.

Manuel se sorprende de que su pequeña anécdota haya tenido tanta repercusión: "se me ha bloqueado el teléfono de todas las notificaciones que he recibido". Como experto en marketing, esta experiencia seguro que le servirá en el futuro para explicar cómo se crean los virales en Internet: "otra prueba de que los virales no se gestan en las agencias, sino que surgen espontáneamente".