Dudas importantes sobre la Selectividad 2023: ¿qué pasa si se suspendo un examen?

Hacer Selectividad con una asignatura suspensa: los criterios que tienes que cumplir para poder presentarte al examen
Caer en uno de los exámenes de la EvAU 2023 no es el fin del mundo
Gracias a su sistema de ponderación de las notas habrá alternativas para quienes suspendan uno de los exámenes de la fase obligatoria o la especializada
Cuando llega el calor, los chicos… los chicos y las chicas hincan codos como esclavos en sus galeras para aspirar a la nota de corte más alta. La cuenta atrás ha empezado. La EvAU (prueba de acceso a la Universidad) no perdona a los que se duermen en los laureles. En Yasss ya te hemos dado algunos buenos consejos para afrontarla.
Es una prueba dura en la que se exigirá dar lo mejor de nosotros mismos, pero desde luego es no imposible para el que la planifica con tiempo y tiene claros sus objetivos. Con suerte, bastante de codos e intuición y unas cuantas horas de estudio, el trance del aula y los nervios pasarán en un pestañeo. Luego, con las notas publicadas, llegará la hora de escoger la futura formación universitaria.
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Muchas preguntas quedan en el horizonte. ¿Qué pasa, por ejemplo, si suspendemos un examen? ¿Tiene arreglo? ¿Es el fin del mundo? Te damos algunas pautas.

Novedades en 2022
El BOE ya recoge las claves de la EBAU de 2022, y muchos se preguntan, como cada año, qué sucede si, en lugar de pasar con nota y limpiamente, se tropieza en una de las pruebas. Los exámenes de este año cuentan con algunas novedades importantes. Mientras que en cursos anteriores no se podía llegar a las pruebas con ninguna asignatura suspensa, los estragos de la pandemia han terminado por suavizar los criterios finales de evaluación. En consecuencia, Las normas son más flexibles, y eso incluye algo que ha sorprendido a padres y estudiantes: se podrá hacer las pruebas de la EBAU con una asignatura suspensa en Bachillerato.
Parece un camino con más rosas que espinas, pero recordemos que la nota anhelada será más difícil de conseguir si nuestro expediente está manchado con un suspenso que debilite nuestras posibilidades en la media final. Hay que contar además con otro factor: la última palabra la tendrán los profesores del centro. Algunos estudiantes con una asignatura suspensa tendrán vía libre para presentarse, mientras que otros tendrán que someterse al criterio de sus maestros y dejarlo pasar por esta vez.
¿Y si suspendo un examen?
Las normas en este sentido no son muy diferentes a las del año pasado. No acarreará las mismas consecuencias suspender uno de los exámenes de la fase obligatoria, la llamada ‘Prueba de acceso general’, que uno de la fase específica. Recordemos que la general cuenta con cuatro exámenes de asignaturas troncales: Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera, Historia de España y una asignatura elegida durante el Bachillerato.
En este sentido, esta fase de la EBAU cuenta con unos criterios que permiten suspender alguna de las pruebas, siempre que la media de las cuatro asignaturas supere el 4, equivalente al 40% de la nota media final, a la que tenemos que sumar las calificaciones del Bachillerato (el 60% restante). Esta es la parte fácil, en teoría. Lo explica con claridad la web de la Universidad Autónoma de Barcelona.
“Cada examen se califica entre 0 y 10 y la nota general de las PAU es la media aritmética de las notas de los exámenes, por tanto, una nota puede ser compensada por otra nota. Además, esta nota se pondera con la nota media de bachillerato, siempre y cuando sea mayor o igual a 4, en la proporción 40% de la nota de la fase general y 60% la nota media del bachillerato”.
Lo más complicado llega con los exámenes de la fase específica, donde, ahora sí, no podemos permitirnos demasiados fallos si queremos llegar con el cuello de la camisa holgado a nuestro destino final: una nota de corte suficiente como para optar a los estudios universitarios de nuestros sueños. Esta fase tiene una gran ventaja, ya que nos deja varias opciones. Lo mínimo es presentarse a dos asignaturas, aunque existe la posibilidad de hacer cuatro exámenes en función del título de grado al que queramos acceder, y así rascar más posibilidades. Es una fase voluntaria, en un sentido: las notas ya no tienen ese peso tan específico de la general. Solo se tendrá en cuenta la media aritmética de los dos exámenes con mejor calificación.
En la fase obligatoria, nuestra nota vale indefinidamente, y solo es posible aumentar esa nota si el alumno vuelve a presentarse a las pruebas. La voluntaria ofrece mayores ventajas, ya que la nota que obtengamos seguirá vigente durante dos cursos.