El síntoma temprano de cáncer que ayuda a detectar los linfomas y que ocurre, sobre todo, de noche

Esta semana, España ha lamentado la muerte de una nueva víctima de cáncer infantil. Andrea Jiménez Encabo, referente en la lucha contra dicha enfermedad, ha fallecido a los 19 años de edad. Andrea estuvo ocho largos años combatiendo a un meduloblastoma; un tumor cerebral canceroso contra el que, en los últimos meses, ya no era efectivo ningún tipo de tratamiento. A ella se lo detectaron en el año 2015 y es, precisamente, la detección temprana la que puede macar la recuperación total de una persona.

Existen varios síntomas, que van más allá de los más evidentes, como el sangrado inexplicable, la aparición de bultos y la inflamación de ganglios o la prolongación del dolor a pesar de estar en tratamiento, que nos pueden ayudar a alertarnos y acudir al médico lo antes posible para que nos hagan una revisión completa. Éstos son: la pérdida de peso sin razón, la fiebre recurrente, una fatiga desmedida y sin justificación y el más fácil de identificar: la excesiva sudoración.

Cuando el sudor aparece de día pero, sobre todo, durante las horas de sueño, y siempre que no esté relacionado con altas temperaturas, menopausia y cambios hormonales y otras condiciones ambientales, puede ser un signo de alerta. Es fácil de detectar: si, al levantarnos, es frecuente que nuestra almohada y las sábanas están empapadas de sudor, esto podría ser un indicador de linfoma de Hodgkin y No Hodgkin. Una enfermedad que se puede atajar si se tiene información.

La muerte de Andrea ha vuelto a exponer la dureza del cáncer, que duele mucho más cuando afecta a niños y adolescentes. Ella era una de las caras visibles de las campañas de la Fundación Juegaterapia, al igual que lo fue la también fallecida, Elena Huelva. Su lucha quedó plasmada en su mensaje de fuerza y vitalidad para todos aquellos 'amigos' que estén pasando por lo mismo.