De estrellas infantiles a una supuesta infidelidad: así fue la relación de Britney Spears y Justin Timberlake

La biografía de Britney Spears ha vuelto a poner ciertos temas sobre la mesa, como todas las veces en las que la artista tuvo que enfrentarse a entrevistas donde le hacían preguntas poco respetuosas, los momentos en los que plató frente a las normas impuestas por la tutela legal a la que ha estado sometida o su relación con Justin Timberlake. 

Durante mucho tiempo fueron la pareja de moda, por separado gozaban de un gran talento, pero untos parecían una pareja imparable. No fue así, su amor se terminó y los rumores que rodearon el final de este noviazgo no fueron pocos, siendo Britney la más perjudicada, pues todo apuntaba a una infidelidad por su parte. 

Ahora la estrella ha decidido contar su verdad y ha desvelado algunos hechos que nunca antes se habían conocido, como que durante la relación se quedó embarazada y decidieron no tener el bebé porque Justin no estaba preparado para ser padre. 

Las palabras de Britney parecen haber creado gran controversia y Justin ha optado por esperar a que pase el temporal guardando silencio, pero ¿cómo fue la relación entre las dos estrellas de la música?

Tenían edades parecidas y se conocían desde niños, porque Britney Spears y Justin Timberlake son dos de las estrellas infantiles que quisieron continuar su carrera y centrarse en la música, pero que dieron sus primeros pasos en la industria en el Club de Mickey Mouse, del que también formaron parte otras estrellas como Ryan Gosling o Christina Aguilera.

Entre ellos hubo una gran conexión, pero como suele suceder cuando se tienen 12 años, se terminó antes de empezar. Finalizado el programa, cada uno seguía su camino, con tan buena fortuna que el destino les reunía de nuevo más adelante.

El éxito del primer single de Britney, ...Baby One More Time, convertía a la artista en telonera de la banda de Justin y de nuevo sus caminos se unían en 1998, esta vez dando paso a una relación sentimental que intentaron llevar de manera privada, pero que se convertiría en pública durante los MTV Music Awards del año 2000, cuando no dudaron en posar juntos, felices y enamorados. 

Solo un año más tarde sorprenderían al mundo con sus ya famosos look denim a juego, algo que ambos recuerdan con cierto cariño a pesar de haber sido considerado casi un insulto a la moda. Ese mismo año fueron los encargados del espectáculo del intermedio de la Super Bowl, junto con Aerosmith. 

Fue una relación intensa de la que nadie quería perderse detalle y que sometió a la artista a un gran escrutinio por parte de todo el mundo, pero que llegó a su final en 2002. Al parecer, la cantante quedó devastada cuando su pareja le dejó a través de un mensaje de texto. Tras la ruptura, Britney trató de mostrarse estoica y Justin continuó con su carrera, esta vez en solitario, presentando la canción Cry me a river, en cuyo videoclip, una mujer con un sorprendente parecido con Britney le era infiel al cantante. Esto no pasó desapercibido y cambió en parte la narrativa, pasando a ser Spears la culpable de la ruptura.