¿Mala memoria al estudiar? Ocho alimentos que te ayudarán a entrenarla en tiempos de exámenes


Potasio, flavonoides, B6, beta caroteno. Tu memoria demanda los alimentos que contienen estas vitaminas y minerales
En época de sesera todo alimento es trinchera, o dicho de otra forma: a veces, para estudiar mejor, necesitamos meter caballos de Troya para mejorar nuestra memoria. Mantener hábitos de deporte es una manera de oxigenar el cerebro para conseguir estudiar mejor, pero es que, además, la alimentación durante la época de exámenes es fundamental para rendir al máximo. Precisamos tener la memoria de una rata de biblioteca y la retentiva de los sabios griegos. Meter información en el cerebro y guardarla fresca como un tubérculo hasta el momento en que haya que sacarla y clavar las respuestas del examen.
Si escogemos cierto tipo de alimentos será mucho más fácil fortalecer nuestra capacidad para memorizar.
Alimentos para entrenar la memoria
Estos alimentos van a hacer que tu cerebro salte vallas. Aumentarán tu concentración considerablemente, rendirás más y mejor, le pegarán un repaso a tu memoria para que seas más efectivo reteniendo información, mejorarán tu capacidad de respuesta y te darán un funcionamiento cognitivo afinado.
Agua
No eres un delfín, en otra vida te hubiera gustado chillar, vivir salpicando, ya lo sabemos, pero al menos tienes a mano y gratis una de estas ayudas para tu memoria. El primer motivo de peso, el más importante: el agua ayuda a la oxigenación cerebral. Sin ella, el cerebro se contrae y se pierde un buen porcentaje de capacidad cognitiva. Tu memoria se queda atascada.
Hojas verdes
Espinacas, brócoli, acelgas, apio… verde que te quiero verde si lo que quieres son propiedades antioxidantes y ácido fólico para alcanzar la lucidez mental que te hará dejar de bostezar en el examen y dar con el dato que andabas intentando pescar en el mar turbio de tu cabeza. Potencia para tus hemisferios cerebrales. Puedes añadir aguacate, que electriza las células de tu cerebro y el flujo de la sangre a tu cabecita estudiosa.
Almendras, dátiles, semillas de lino y nueces
En el caso de las almendras, es otro aminoácido, la felinanina, el que ayuda a mejorar mucho tu memoria y a mantenerla como una pistola cargada, y también sube tus endorfinas. 28 g diarios es una buena dosis. Añádele un puñado de semillas de lino al día (fibra, Omega3) en un yogur para la claridad mental y la concentración. Quizá también unos dátiles, que además son deliciosos. Por último, sin pasarte en esta fiesta de los frutos secos, un puñado de nueces para la energía con la que desees estudiar.
Avena, huevo y zanahoria
En la memoria a corto plazo, la avena puede ser tu aliada y tener un papel activo y beneficioso, así que no viene mal un poco de puré una vez al día o en forma de copos secos con un vaso de leche. Tiene un alto porcentaje de grasa vegetal y ácido linoleico. Para la memoria a largo plazo, la yema del huevo es una buena recomendación. Contiene aminoácidos y favorece la atención. La zanahoria, mejor cruda, debes elegirla por el beta caroteno, un aminoácido hermano de la buena concentración, y el potasio.
Pescados grasos
Salmón, caballa, atún y sardinas, entre otros, son un buen equipo para quitarte la irritabilidad mientras estás memorizando un artículo legal, una fórmula matemática o una fecha en el examen de Historia. Casi todas las fuentes celebran el chute de ácidos grasos, colesterol bueno y Omega 3, fundamentales en una dieta equilibrada.
Chocolate (70% cacao)
Si no lo tomas por tu pecado y golosería, hazlo por los flavonoides, que no son una raza alien en peligro de extinción. El chocolate aumenta la capacidad de memorizar y el flujo sanguíneo al cerebro. Contiene también magnesio, para mantener a raya el estrés. Es decir, si quieres una mente preclara, ponte a zampar alguno con un buen porcentaje de cacao puro.
Plátanos
Chute de potasio para cuando uno termina de entrenar y no quiere acudir al carbohidrato de manual, y una fuente de B6. Para tus neurotransmisores es como si los regaras con heroína. El plátano aumenta la producción, y con ello, tu capacidad para concentrarte.
Té y café
En el caso de los excitantes conviene no pasarse con las tazas diarias, o lo próximo será convertir tu casa en un fumadero de opio o una tertulia literaria. Puedes tomarlos con moderación si lo que buscas es la cafeína y la teína, que te despejan, hacen que te despiertes y ayudan a tu memoria a largo plazo. Ya hay diversos estudios científicos que prueban la correlación entre tomar una cierta cantidad de café y retener información de forma más efectiva.