Todo por el músculo: aumenta el consumo de anabolilzantes de manera ilegal entre jóvenes en España

Los esteroides anabólicos ya no se venden sin receta, lo que ha favorecido el tráfico negro de esta sustancia
El consumo de anabolizantes ha crecido un 20% en España según la Sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la UDEV Central de la Policía Nacional
Desde que se declaró la pandemia de coronavirus nos hemos vuelto un poquito más obsesivos con nuestros cuerpos musculados. Al menos esta es una de las conclusiones que se pueden sacar después de analizar los datos ofrecidos por la Sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la UDEV Central de la Policía Nacional, que indican que, desde que comenzó la pandemia, el consumo de anabolizantes ha aumentado un 20% en España.
Si la Policía Nacional está tan al tanto de esta nueva tendencia de consumo es porque el uso de anabolizantes debe ser prescrito por un médico. Los esteroides anabolizantes se utilizan, por ejemplo, en el tratamiento de personas quemadas o personas que necesitan estar muchos meses en cama, para prevenir la atrofia muscular. Además, se puede recurrir a ellos, siempre bajo la supervisión de profesionales, como bloqueadores de la pubertad para hombres trans.
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Sin embargo, su consumo en gimnasios y con fines estéticos, para aumentar el tamaño de los músculos, es ilegal. De hecho, la Policía Nacional tiene puesta toda su atención en el tráfico de esta sustancia porque se ha convertido en el cuarto negocio ilegal del mundo, solo superado por la prostitución, el narcotráfico y el tráfico de armas.
El consumo de anabolizantes ha crecido internacionalmente, pero en España preocupa especialmente porque el aumento es considerable (20% en poco más de un año) y porque ha bajado la edad media del consumidor. La edad para iniciarse es cada vez más baja, entre los 20 y 22 años, llegando a los 16 años en algunos casos.

Cada vez más jóvenes españoles consumen anabolizantes
Alertaba la Policía Nacional, en un reportaje para el ABC, que "se está generando una adicción cada vez mayor, que llega a la vigorexia". Según la Guía informativa sobre esteroides-anabolizantes de la Generalitat Valenciana, en España consumen anabolizantes un 3,3% de los jóvenes entre 14 y 18 años, y a partir de los 18, un 7,9%.
Los cánones de belleza cambian, y cada vez más rápido. Si nos da un poco de vergüenza mirar las fotos de cómo éramos hace tan solo 10 años es porque en tan solo una década, "lo bello" ha cambiado. Por ejemplo, ahora se valora muchísimo, en las mujeres, los cuerpos con curvas Kardashian, y en los hombres, los pechos muy tonificados y brazos musculados. ¡Seguro que te das cuenta de esto cada vez que abres TikTok o Instagram!

Por supuesto, no hay nada de malo en querer trabajar tu cuerpo siempre que se haga de una manera sana y guiada por profesionales. El problema es que, si lo que ves todos los días a través de tus pantallas son cuerpos muy musculados (que exigen mucho trabajo, tiempo y sacrificio) y tú quieres conseguir algo parecido por la vía rápida, no es tan difícil que puedas acceder a uno de los negocios más comunes en la trastienda del gimnasio: el consumo de anabolizantes.
Además, también en las redes sociales algunas cuentas promocionan el uso de "cierta ayuda" para que tu cuerpo mejore en poco tiempo. Se corre la voz de que se pueden tomar ciertos productos que te echan una mano en tus entrenamientos, y así los jóvenes comienzan a hacer preguntas. También hay que tener en cuenta que, en el mercado ilegal, no todos los productos son tan buenos como te dicen, ya que es frecuente que estén adulterados para sacar mayor beneficio económico.
Algunos de los efectos secundarios de tomar estas sustancias pueden ser hipertensión, problemas para dormir, agresividad, incremento de las probabilidades de que se lesionen músculos y tendones y retraso del crecimiento. Los riesgos del consumo de anabolizantes adulterados son más elevados, llegando incluso a ocasionar la muerte.