Buscar piso compartido es más fácil de lo crees y en Yasss tenemos todas las claves

A la hora de compartir piso, el respeto es fundamental
Ten en cuenta la distancia hasta tu centro de estudios o trabajo
Compartir piso puede ser la experiencia más increíble de tu vida o lo peor que te haya pasado nunca: todo es cuestión de suerte, especialmente cuando se trata de la primera vez que todos vivís fuera. De repente, la promesa de libertad os nubla la cabeza y os olvidáis de pagar las facturas, quedar con el casero, de sacar la basura...; y para octubre ya convivís con una pelusa del tamaño de un niño de cinco años. En Yasss sabemos que buscar piso no es fácil, y mucho menos hacerlo por primera vez, así que te traemos una serie de trucos para que no te desquicies en el intento.
De Google Maps al cielo
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Lo primero es lo primero: ¿dónde está la universidad o tu lugar de trabajo en el mapa? Si conoces la ciudad no tendrás problemas, pero si la última vez que la pisaste todavía llevabas chupete, puede que te pongas nervioso al ver que la mayoría de los centros de estudios están ubicados en las afueras.
No pasa nada: seguramente esté bien conectado con el transporte público, o quizás te interese vivir más cerca de tu facultad para apurar tus horas de sueño (créeme, esto se agradece). Ten eso en cuenta antes de empezar a buscar, y después investiga sobre los barrios en los que hay más pisos de estudiantes en alquiler. Seguramente, conforme más se acerquen al centro histórico de la ciudad más caros serán.
Para no volverse loco
Si no se respeta al resto de compañeros de piso, la convivencia en una casa puede ser terrible. Cada uno tiene sus manías y sus días malos: los pisos compartidos han roto más amistades que el debate Edward-Jacob de ‘Crepúsculo’.

Es importante tener una habitación en la que nos sintamos cómodos, como en casa: es el espacio en el que más tiempo pasarás. Por eso, es importante mantenerlo limpio y personalizarla con accesorios, fotos o plantas. Que sientas que es tuyo, que tienes el control.
Tan importante como eso es repartir bien las zonas comunes: tanto en baños como en cocinas debemos reservar espacio para cada habitante de la casa y respetarlo. En ese respeto entra la limpieza y la cooperación: no decimos que tengas el suelo como para verte reflejado, pero sí conviene que entre tus compañeros y tú hagáis un reparto semanal de las zonas comunes y os encarguéis de limpiarlas. Podéis apuntarlo en una pizarrita, o colgar un folio en la nevera.
Invitados y fiestas: por favor y gracias
A casi todo el mundo le gustan las fiestas y las visitas, pero también dormir unas horas antes de un examen importante. Eso va por el compañero de piso que, en pleno mes de mayo, invita a todos sus amigos a irse de after a casa, mientras sus compañeros están estudiando para los exámenes. Por eso es importante avisar de tus intenciones y preguntar antes a tus compañeros.
Eso también vale por las visitas: tu primo o tus amigos que vienen a verte desde el pueblo y van a pasar dos días en casa, o esa chica que conociste ayer y con la que vas a pasar la noche. Poner un whatsapp por el grupo del piso evitará que alguno de tus compañeros se lleve una sorpresa.
Gastos colectivos
A final de mes, juntaos y ved lo que habéis gastado entre todos: electricidad, agua… y pensad cómo podéis ahorrar. Esto no va de volverse locos, si no de pensar en, por ejemplo, poner la calefacción a determinadas horas y caldear la casa entre todos, o hacer lavadoras colectivas para ahorrar agua.