El pelo, los accesorios y las formas, a medida: así puedes conseguir un Funko personalizado


Los Funkos son unos muñecos cabezones con miles de seguidores en todo el mundo. Cuanto más exclusiva, más cara la figura.
Mucha gente quiere conseguir su propio Funko personalizado. Si es tu caso, en Yasss te contamos cómo.
El joven Mike Becker, un diseñador gráfico de camisetas y coleccionista de juguetes, quería hacerse con una hucha antigua con la imagen de la mascota de los restaurantes Big Boy. Buscó y buscó por todas partes, hasta que al final dio con ella: alguien la subastaba en Ebay a un precio elevadísimo. Para eso, pensó, puedo hacer mi propia copia.
Becker empezó a pensar en la cantidad de gente que estaría en su misma situación, buscando objetos para coleccionar imposibles de pagar. Por eso, en 1998 se reunió con los artistas Rob Scwartz y Sean Wilkinson para fundar Funko, una empresa cuyo nombre unía las palabras fun y co. (diversión y compañía). Pero, como cuenta el propio Becker en el documental ‘Fábrica de diversión: la historia de Funko’, la compañía no comenzó a trabajar con figuritas de personajes conocidos hasta pasados unos años. Hoy, el éxito de estos muñecos es indudable (en 2019, Warner lanzó la posibilidad de crear una película con diseños de Funko), y muchas personas los coleccionan en las estanterías de sus casas. A más raro y poco común, más valioso es.
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Si eres un coleccionista de estos muñecos cabezones, o si conoces o convives con alguien que es un fan total, seguro que en alguna ocasión has fantaseado con la idea de tener uno hecho a tu imagen y semejanza. Ahora es posible tenerlo: en Yasss te damos las claves para conseguir tu Funko a medida.
Modifica uno que ya tengas
¿Siempre te dicen que te pareces a la sirena Ariel? O, por el contrario, ¿te das un aire a Super Mario? Sea como sea, puedes aprovechar ese parecido para crear tu propio Funko, paso a paso. Las cabezas de estos muñecos pueden cambiarse: quítala del resto del cuerpo para poder trabajar mejor sobre ella. Después, vuélvele a pintar a tu gusto o añádele elementos que puedan hacerle más parecido a ti, como peinados o gafas.
Para separar mejor la cabeza del resto del cuerpo, hierve el Funko en agua durante unos segundos. ¿Cuántos? Los suficientes para que las partes se dividan, pero no tantos como para que el plástico se derrita. Una vez separadas ambas partes, puedes intercambiarlas entre distintos Funkos o trabajar directamente sobre ellas. Empieza lijando las partes que no necesites y eliminando con acetona los restos de pintura. Una vez hayas conseguido la textura que te interesa, pon en marcha tu imaginación y crea y moldea con arcilla nuevos detalles: un peinado, una corona, unas gafas…

Cuando hayas terminado, es momento de pintar. Usa un método que se adhiera bien a la pintura, como el acrílico, y después déjalo secar: tendrás un Funko a tu medida DIY. Para bien o para mal, no habrá otro igual en el mundo.
Pide uno online
Si quieres crear tu propio Funko, pero sin mancharte mucho las manos, también existen varias opciones. Si no tienes mucho dinero, pero quieres hacer un Funko a tu medida, siempre puedes optar por la versión digital. La propia empresa Funko tiene en su página web una sección en la que te permite crear un Funko y customizarlo como quieras: color de piel, accesorios, peinado… Una vez hayas tomado todas las decisiones, puedes guardarlo en formato digital y compartirlo en tus redes, o usarlo como foto de perfil. El resultado es increíble.
El único problema es que esta figura no se puede conseguir físicamente, al menos no desde la web. Ahora bien, hay decenas de empresas que se dedican a crear Funkos a petición del público. Desde luego, si tienes una impresora 3D o conoces a alguien que cuente con una, puedes preparar todas las partes de tu figurita y llévala a imprimir: después, solo tendrás que unirlo todo y pintarla.

Si no, puedes optar por el modelo DIY de la marca Funko, que se comercializa en muchos países, o pedirlo en alguna web especializada. En artneo o funko-personalizado.es crean los muñecos a partir de las fotos que les mandan sus clientes, por unos 50 euros. Lo personalizan todo: caras, cuerpos, ropa, pelo… ¡tú pide por esa boquita, ellos te lo darán!