Creo que me espían el móvil: evitarlo es posible


Nuestro móvil tiene información confidencial y no siempre está debidamente protegido
No es fácil instalar un software espía
En nuestros móviles va la mitad de nuestra vida: le hemos contado cosas a Google que jamás le diríamos a nuestro mejor amigo. Así las cosas, entrar en un terminal ajeno es una de las violaciones de intimidad más graves que podemos cometer. Este es también uno de los grandes miedos de los usuarios: el pánico a tener a alguien mirando constantemente lo que pasa en tu lado de la pantallita, sin enterarte.
Sin embargo, sin conocimientos de informática, ¿hay alguna manera de saber si alguien está espiando nuestro teléfono sin que lo sepamos? Además, muchos padres las utilizan para controlar a sus hijos, ¿pero son seguras? En Yasss te lo contamos.
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Atento a las señales
Lo primero es lo primero: podemos temer a usuarios particulares, pero a las empresas ya les hemos contado todo. Los métodos de los primeros, además, son menos sutiles y más fáciles de detectar que los de las grandes compañías, que sacan beneficios con cada dato que les damos sin darnos cuenta. Pero ese es otro tema.
Le estoy pidiendo a mis agentes del FBI que me espían el móvil que me enseñen ipads baratos a ver si funcionan
— andrea (@anfrz_) 21 de octubre de 2019
¿Has separado tu mano del móvil en los últimos días? ¿No? Entonces, buenas noticias: lo más probable es que nadie te haya instalado un software espía. Para eso, tendría que haber desbloqueado tu teléfono para instalar un ‘spyware’, y si no lo has perdido de vista ni un minuto, es casi imposible.
Sin embargo, existe la posibilidad de que te engañen para instalarte la aplicación, con una técnica que se llama ‘pishing’. Este es el típico mensaje en el que te dicen que te descargues algo (y tú vas y lo instalas, y a partir de ahí todo va un poco cuesta abajo), especialmente si la aplicación no viene de tiendas oficiales, como la App Store o Google Play. Si no te suena ninguna de las anteriores, no te preocupes demasiado.
Signos de malware
Estas aplicaciones funcionan como un virus. Se instalan en el móvil y, a partir de ahí, registran toda la información: Whatsapps, llamadas, historial de visitas en internet… Conviene tener en cuenta que, a no ser que seas Scarlett Johanson no tienes interés para demasiada gente fuera de tu entorno, por lo que, si te instalan una app de este tipo, seguramente venga de alguien que te conoce y quiere registrar tus movimientos o información personal.

Una de las señales más claras de que te han instalado una aplicación espía es la aparición repentina de ventanas emergentes en tu navegador: vas a buscar algo y, de repente, se te redirige a otro sitio. Son las típicas pantallas que te dicen que has ganado un concurso, o que eres el visitante un millón de un sitio web. Un incremento en el spam de tu correo electrónico y de tus SMS también es motivo para alarmarse.
Otra de las señales es la reducción del tiempo de batería y el incremento en la temperatura del teléfono. Como tu móvil tiene esta aplicación trabaja mucho más, y eso tiene un impacto en la batería, que se puede recalentar. Si, del día a la mañana, el rendimiento empeora (y va acompañado de alguna de las otras señales), hay que sospechar.
El spyware, casi legal
“Desde un punto de vista moral, no está bien visto el uso del stalkerware, ya que se instala sin el conocimiento ni consentimiento del propietario, opera en segundo plano y tiene acceso a información muy personal. Sin embargo, estas aplicaciones no son ilegales en muchos países”, explica la empresa de ciberseguridad Kaspersky en su página web. En España sí son ilegales, aunque es muy fácil acceder a ellas.
Desde la compañía explican que, en 2018, su servicio de antivirus registró más de 50.000 spywares. La parte más peligrosa de todo esto es que este malware es nocivo tanto para la víctima de espionaje como para el espía, ya que los datos que se registran se suben a un servidor al que puede acceder, al menos, el desarrollador del servicio, pero seguramente también otros delincuentes. Esos datos pueden acabar siendo visibles para todo el mundo.

Algo así ocurrió en 2018, cuando un investigador anónimo descubrió una vulnerabilidad en la aplicación para Android TheTruthSpy, que promete controlar un terminal ajeno y su ubicación. La usaban muchos padres, por ejemplo, para saber dónde estaban sus hijos en todo momento. Pues bien, un ciberdelincuente aprovechó esta situación y descargó datos de cerca de 10.000 dispositivos: fotos, contraseñas, mensajes… de todo. El desconocimiento y la sobreprotección puso en una situación vulnerable a muchos menores de edad.
Creo que me espían, ¿ahora qué?
Si crees que te espían, restaura tu equipo a los valores de fábrica e instala un software que pueda detectar este tipo de aplicaciones. Además, activa la verificación en dos pasos para más aplicaciones. Este sistema es algo engorroso, pero permite saber cuándo alguien ha tratado de entrar en alguna de tus cuentas. El ciberespionaje, además, se puede denunciar ante la Policía.