El truco está en mantener tus expectativas a raya: tips para que el primer año de universidad no te decepcione

Sentirte confuso, asustado, aislado o con un poco de ansiedad las semanas previas al primer año de universidad es muy normal
El curso acaba de arrancar y son muchos los universitarios primerizos que se están quedando sin uñas de tanto mordérselas a causa de los nervios que provocan esos primeros días. Sentirse confundido, asustado o con un poquito de ansiedad al comienzo del primer curso es totalmente normal, ya que las ideas preconcebidas sobre la universidad pueden generarnos unas expectativas que rara vez se corresponden con la realidad.
¿Haré amigos? ¿Será todo tan difícil como lo pintan? ¿Tendré tiempo para salir de fiesta? ¿Me sentiré agobiado al vivir lejos de mis padres?. Estas son algunas de las dudas que pasan por la cabeza de los novatos y hoy en Yasss vamos a resolverlas.
MÁS
La universidad es la mejor etapa: ¿verdad o mito?
¿Cuántas veces has escuchado a un adulto decir "disfruta de la universidad porque es la mejor etapa de la vida"? Mucha gente lo cree de verdad, pero es habitual que idealicemos los años de carrera distorsionando la realidad y recordando sólo lo positivo. No es un camino de rosas y todos nos hemos sentido solos, tristes, desconcertados y con ganas de tirar la toalla en algún momento.
Las fiestas son muy divertidas, pero a veces te vas a sentir aislado. Las clases no son tan duras como crees al principio, pero a veces te vas a sentir sobrepasado. La ilusión por trabajar de lo tuyo te va a motivar durante todos estos años, pero a veces vas a sentirte confundido.

Somos humanos y nuestras emociones no son algo constante, sino que varían en función de los acontecimientos. Lo mismo sucede con la vocación. En ocasiones tendrás muy claro que te quieres dedicar a lo que estudias y otras veces dudarás. También es posible que te des cuenta de que la carrera no está hecha para ti, y no debes sentirte culpable por comenzar de cero.
Lo que debes saber antes de empezar la universidad
- Algunas personas tardan más en hacer amigos
Hay personas que el primer día ya tienen un grupo de amigos, pero otras tardan semanas o incluso meses. No te metas presión ni fuerces las cosas. Irás a muchas clases y coincidirás con personas totalmente diferentes, algunas te caerán mejor y otras peor. Poco a poco irás conociendo a los que algún día se convertirán en tus amigos.
- No te van a gustar todas las asignaturas
Aunque estés estudiando la carrera de tus sueños, siempre vas a toparte con asignaturas que te van a llevar por el camino de la amargura. Si se te atasca alguna materia y suspendes varias veces, no te desmotives. Intenta reforzarla con clases particulares o dedicándole un poco más de tiempo. No te tiene que gustar todo al 100% y el hecho de odiar una asignatura no significa que no tengas vocación.
- Las carreras fáciles no son tan fáciles ni las difíciles tan difíciles
Ni los alumnos de magisterio 'pintan y colorean', ni los de medicina se pasan el día entero en la biblioteca. Todas las carreras tienen luces y sombras y lo importante es encontrar el punto medio entre estudiar incansablemente y salir de fiesta hasta los lunes.
Por otro lado, hay personas con más facilidad para estudiar. Si tú necesitas una semana para aprobar con un 5 raspado y tu amigo saca un 8 empollando el día antes, no te compares. No es más inteligente que tú, simplemente tiene otra velocidad de aprendizaje.
- No vas saber a ciencia cierta tu futuro desde el minuto cero
A lo largo de la etapa universitaria vas a cambiar de opinión entre cien y doscientas veces. En primero tendrás clara la salida profesional que más te gusta, en segundo empezarás a dudar, en tercero no tendrás ni idea de lo que quieres hacer con tu vida y en cuarto decidirás las asignaturas optativas siguiendo una corazonada. No hay prisas para decidir lo que quieres hacer, permítete equivocarte.
- El mundo no se acaba si no sacas matrícula de honor
Sacar buenas notas es un chute de autoestima y puede ser muy útil para acceder a un máster en el futuro o tener más posibilidades de aprobar una oposición, pero no puedes obsesionarte con tener matrículas de honor en todo porque esa presión te pasará factura.
En tu expediente habrá cincos, seises y sietes y no pasa nada. Ni tu media académica te define, ni la forma de calificar un examen refleja lo mucho que sabes de una asignatura.
- No vas a decepcionar a tus padres si te cambias de carrera
No te martirices ni te avergüences si en algún momento descubres que la carrera que estudias no es lo tuyo. Con 18 años no todos somos conscientes de lo que queremos hacer con nuestra vida. Tienes tiempo para reconducir tu camino y escoger aquello que de verdad te apasiona; puede ser otro grado universitario, un módulo o abrir una pastelería. Lo importante es ser fiel a uno mismo y no tomar decisiones para agradar a los demás, porque acabarás frustrándote.