10 cosas que hacer antes de los 20

Mira, es un rollazo que flipas tener que estudiarte el manual y prepararte del examen. El mejor consejo que te podemos dar es que cuanto antes te lo quites de encima, mejor. A lo mejor luego no te apetece nada conducir o no tienes coche, pero mira, el carnet ya lo tienes listo para cuando lo necesites.

Estás en el mejor momento para escribir nombres en un papel y echarlos en la hoguera, para bailar hasta ver amanecer sobre la arena y para mirar a tus amigos a los ojos y después mirar al mar y preguntarles: ¿nos bañamos? En verano hay un montón de sitios donde organizan este tipo de fiestas y de todas las temáticas: esotéricas con conjuros y hogueras, ibicencas, hippies, festivales...

Ni te imaginas lo que le costó a la humanidad establecer la democracia y el sufragio universal como para que a ti te dé una pereza mortal pasarte por tu colegio electoral cuando llegue el día de las elecciones. Si ya has cumplido los 18 años, ya tienes derecho a votar. Así que aprovecha la primera oportunidad que tengas para enterarte de cómo funciona realmente lo de meter una papeleta en un sobre y qué consecuencias puede llegar a tener.

Hacer tu primer viaje con tus colegas es una experiencia inolvidable. Y si encima te compras un billete que te permite viajar en tren por (casi) toda Europa, ¡mejor que mejor! Prepárate una buena mochila, búscate los mejores (y los peores) albergues de cada país y dúchate mucho menos de lo que sería lo correcto. ¡Te lo vas a pasar genial!

Da igual quiénes sean, da igual que solo den un concierto en España, da igual que la entrada sea un poco cara. Es tu grupo favorito. Tienes que verlo. ¡Si lo dejas pasar te vas a arrepentir! ¡Que los grupos un día están y al otro se separan!

Ya tienes una edad para saber hacerte algo más que un filete a la plancha y un plato de pasta con tomate y salchichas. Poco a poco irás adquiriendo independencia y eso significa que tu alimentación va a depender solamente de ti, así que preocúpate un poquito y ponte las pilas.

Una de las cosas que no solemos aprender hasta que la vida nos pone en esa circunstancia es a estar solos, a hacer planes con nosotros mismos y a disfrutar de algunas cosas en soledad. Cuanto antes aprendas que hacer cosas en soledad no es raro ni malo, ¡mejor para ti! ¡Antes sabrás que si quieres hacer algo, lo haces, aunque nadie quiera hacerlo contigo! Ir al cine, ir a un museo, dar un paseo, quedarte en casa viendo una peli y pedir pizza... lo que a ti te apetezca. ¡Puedes hacerlo aunque no tengas con quién! ¡Y te puede gustar más que si lo haces con otras personas!

Menudo subidón cuando tus padres se van un par de días de escapadita, a una boda, a visitar a la familia o a lo que sea... ¡y te dejan solo en casa! Invita a todos tus amigos, pide la cena y juega a 'yo nunca'. Es imprescindible que se te vaya un poco de las manos y algún vecino te llame la atención. Y si te cae un castigo porque tus padres se acaban enterando, pues mira, apechuga. Pero es necesario traspasar los límites al menos una vez en la vida. Y mejor que sea antes de los 20 para que tus padres puedan pensar "cosas de la edad".

Uno nunca sabe lo que son de verdad las responsabilidades y lo que cuesta ganarse el dinero hasta que tiene su primer trabajo. Una media jornadita los findes o un par de meses en verano dedicándote a cosas que no te gustan y te aburren un montón te va a venir fenomenal. Y el dinero que te den cuando toque cobrar, ni te cuento.

Tan importante es trabajar como no hacer absolutamente nada. En cuanto te sumerjas por completo y para siempre en la vida adulta tus vacaciones se irán reduciendo notablemente hasta casi desaparecer, así que aprovecha para dedicarte a la vida contemplatoria durante un tiempo antes de cumplir los 20 porque, y te lo decimos de verdad, jamás, nunca, de ninguna manera volverás a tener la oportunidad.