España es un país de tópicos: los clichés más graciosos de algunas de nuestras comunidades autónomas

Cuando hablamos de España, hablamos de cultura, pero también de tópicos. Nuestro territorio nacional está regado de prejuicios de unas comunidades hacia otras, imágenes falsarias o romantizadas de las tradiciones y una larguísima lista de verdades sobre los otros, los que viven fuera de nuestra propia ciudad.

El tópico cumbre de clichés el territorio, no hay Valencia sin paella y fallas, claro, como no hay Galicia sin un paisano que te responda a cada afirmación con una pregunta o un catalán al que tendrás que arrancarle una moneda de cinco céntimos de sus fríos y muertos dedos. Los tópicos calan tanto que se imponen a la realidad: comunidades y gentes diversas que no responden a la imagen arquetípica y rancia que se ha hecho de ellos el resto del mundo.

Hoy te hablamos con humor de algunos de los tópicos más rancios y cachondos asociados a cada provincia española. Con memes, claro, para que entren mejor.

La cuenta de Twitter Valencian Memes suele acertar con sus mapas de lugares comunes de la comunidad autónoma y han creado algunos verdaderamente geniales que exacerban algunos de los supuestos prejuicios de los ciudadanos hacia ciudades como Madrid.

Está el clásico, que divide a los foráneos de los extranjeros. Los auténticos valencianos de los bárbaros que andan valencianizándose para ser más valencianos; los que odian Madrid y mean en las cervezas; los (imaginados agricultores) que cultivan naranjas y urbanizaciones para turistas pijos; los que hablan bien y los que emiten un idioma de frecuencia extraña por la boca; y claro, los que preguntan “¿cuánto cuesta?” para todo.

De los aragoneses, suele decirse que son “más brutos que un arao”, un poco cerrados y que hablan a gritos, aunque luego tengan por ahí a pintores como Goya o impresionantes moles como la Catedral del Pilar. La cuenta de Twitter Choventut pone la guinda con su mapa de tópicos repletos de humor, donde podemos encontrar algunos como que su deporte favorito es el esquí y ganar dinero con esquiadores, el “jodido cierzo” o que todos los zaragozanos utilizan su propia unidad de medida para medir el mundo: los que son de Zaragoza y los que son de fuera de Zaragoza.

Asociamos Asturias a la hospitalidad máxima, a la bonhomía y a la sidra. Los tópicos mandan, y ellos tienen para dar y regalar. Se beberá sidra los sábados y… todos los días que no son los sábados.

El “Asturias patria querida” no vale de nada si no lo cantas a voces, seguido de un “ho”; amarás a Fernando Alonso como si fuera Dios (aunque lleve peluca) y nunca jamás mostrarás otra cosa que no sea orgullo por ser asturiano.

Con Cataluña, el mapa de tópicos no deja títere con cabeza. Se menciona el esquí, el expolio fiscal, los hípsters, el catalán correcto y el ininteligible, los castells, entre los buenos y los que… en fin, lo intentan. Podríamos añadir los clásicos; los que no se borran del imaginario colectivo ni aún frotando con lejía y estropajo, desde “la pela es la pela” al ““Nosotros tenemos lo que Madrid y además playa” y que fuera de Cataluña no existen los calçots ni nadie que los coma tan bien como ellos.

Uno de los mapas más divertidos que Twitter ha utilizado para hacer humor de las catetadas y tópicos sobre Castilla La Mancha, comparada casi literalmente con las tierras de Poniente de Juego de Tronos. Lo trae la cuenta Unamuno 2.0.

Por supuesto, encontramos la palabra maravillosa: el secarral (“Secarral”; “Un poco menos de secarral”), la maravillosa división del clima (“Disfrutable”, “Tatooine” o “Invernalia”), el “Aquí vive gente” frente al “Aquí hay dragones”, suponemos que para referirse a esa España vaciada de la que tanto eco se hacen los medios, y el famoso “eg que”, que tan de allí, o mismamente de Madrid, es.

Aquí no hay matiz que valga. El mapa divide a Galicia por distintas categorías desternillantes. Por ejemplo: “Pulpo top”, “Mal pulpo”; regiones con “mucha gente”, “poca gente” o sitios donde al parecer solo hay; “mal tiempo” y “probablemente vas a morir”; así hasta llegar al clásico odio (o indiferencia) hacia los madrileños.

Tanto prejuicio rancio hay hacia los andaluces, que el acento cerrado es casi el menor de sus problemas cuando se trata de desmentir todas las tonterías clasistas y catetas con el que se los mira desde otras regiones de España. El mapa de Andalucian Memes vuelve a servirnos con humor la ración más clásica de clichés sobre el territorio andaluz y sus provincias.

Quizá el más gracioso sea el que divide a la provincia entre el Califato y el Susanato (al menos hasta que el PP llegó al presidir la Comunidad); o el que la escinde entre los clásicos olivares hasta el horizonte y los pequeños reinos de taifas de Vox. El más reconocible es el que divide el corazón del andaluz idealizado: o ama la Cruzcampo, o le parece pis para enfermos de cáncer. Algo de cierto tiene este último tópico. Sería la cerveza que le darías a beber a tu peor enemigo o al padre que te abandonó en una gasolinera.