Un español inventa Facterbot, el primer chat de Facebook que combate las 'Fake News'

Cada día, leemos, compartimos y viralizamos un buen puñado de ‘Fake News’ (noticias faltas) en nuestras redes sociales. Y además, lo hacemos a la velocidad de la luz, según indica un estudio elaborado por investigadores del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y publicado en la revista Science que refleja que las noticias falsas tienen hasta un 70% más de probabilidades de ser retuiteadas que una noticia real. Un titular llamativo, un tuit con muchos fav y retuits o las prisas, que nunca son buenas consejeras, son los ingredientes perfectos para que compartamos estos bulos. Y no, no es que seamos unos irresponsables por ello, es que la mayoría de las veces no sabemos ni siquiera que estamos compartiendo noticias falsas. Por cierto, si quieres aprender a identificarlas ¡no te pierdas el vídeo de apertura!
Para desmentir estos fakes, y a falta de conseguir un trabajo estable en los medios mientras estudia un Máster en Innovación en Periodismo, Andrés Jiménez ha creado Facterbot: un chatbot (chat automático) en Facebook Messenger. “La verificación me interesa desde hace mucho. Cuando veía una información de la que no terminaba de fiarme investigaba por mi cuenta para ver qué había detrás”, explica a Yasss por mail el joven periodista. Por eso en septiembre de 2017 pensó que, como él, quizás también habría gente interesada en esto y decidió crear una herramienta que le permitiese compartir estas verificaciones e incluso investigar las historias que le hicieran llegar los propios suscriptores. Andrés apostó entonces por algo sencillito y entretenido que hiciese a los usuarios cuestionar la veracidad de las informaciones con las que se cruzan a lo largo del día. Lo bueno es que hoy en día, no necesitas ser un súper experto en código para ello y, según nos ha explicado, existen plataformas para crear y editar un bot sin tener mucha idea de programación. Eso sí, tener estos conocimientos permite una mayor personalización de la herramienta.
En Yasss lo hemos probado y, efectivamente, su proyecto es bastante simple y entretenido. Para empezar, el usuario solo tiene que suscribirse al bot y dar su consentimiento para aceptar sus historias. Después, solo tendrá que esperar al lunes, miércoles o viernes para recibirlas vía Facebook Messenger. La parte más “animada” sucede después, cuando el usuario interactúa con las distintas opciones que les va ofreciendo el bot si quiere saber más sobre ese bulo. “Además de informar queremos que tengan una experiencia fresca y entretenida”, explica el periodista.

Andrés se decantó por Facebook Messenger como plataforma, pese a que por ejemplo el usuario tiene que descargarse una app extra en su móvil, y no por otras alternativas como por ejemplo Telegram porque es uno de los servicios de mensajería instantánea con más usuarios del mundo. Eso sí, también explica que al principio le “daba miedo que el bot violase ese espacio personal” ya que nos referimos a un espacio íntimo diseñado principalmente para interactuar con familiares y amigos.
Detrás de la inteligencia artificial del bot está la labor humana y periodística de monitorización de blogs, foros y cuentas de Twitter y Facebook que frecuentemente comparten informaciones falsas para detectarlas cuanto antes. “Para saber si son verdad o mentira, hago uso de herramientas como la búsqueda inversa de imágenes, el contacto directo con las fuentes involucradas en el bulo y la consulta de documentos oficiales. Hay muchas más, pero estas son las que uso con más frecuencia”, explica Jiménez. Después, los desmentidos los publica en redes sociales y las que cree que son de mayor relevancia las adapta al formato conversacional del bot y los envía. De momento, la mayoría de sus suscriptores son personas de entre 25 y 40 años interesados en política internacional aunque también ha desmentido temas de arte, deporte o incluso salud alimentaria.
Política internacional, la reina de las ‘Fake News’
Preguntado sobre los temáticas o áreas en las que suele encontrar más noticias falsas, Jiménez señala que son “sin duda sobre política internacional”, aunque también ha tratado casos de deporte o arte. “A veces son casos menos serios, como el de la niña que se asustaba cuando Trump visitaba su colegio, o la serpiente gigante capturada en el Amazonas, aunque estos también se compartan como verdaderos”, explica.
Si hablamos además de peculiaridades patrias, en comparación con los medios internacionales, el periodista detalla que pocas veces ha visto tanta desinformación como la que hubo en España con el 1 de octubre y las elecciones catalanas del 21D “y sin embargo hubo muy poca implicación por parte de algunos medios”. Para Jiménez la desinformación ha estado presente en muchos de los recientes procesos democráticos de todo el mundo, y todo indica que seguirá siendo así, aunque algunas plataformas y medios de comunicación han decidido poner de su parte para “minimizar los daños” y cada vez hay más proyectos periodísticos especializados en verificación. Por eso cree que “el fact-checker va a ser un perfil fundamental en las redacciones a corto plazo”.
¿Qué trae de nuevo Facterbot con respecto a otros productos similares y que llevan más tiempo funcionando como Maldita Hemeroteca o Maldito bulo? Pues sobre todo su enfoque internacional ya que actualmente cuenta con suscriptores de todo el mundo a los que envían noticias en inglés y en español y también difiere en cuanto a la relación con el lector ya que buscan “un espacio íntimo y alejado del ruido”. Aunque sin duda, lo que más diferencia a Facterbot de otros proyectos es el formato porque “nunca antes se había utilizado un chatbot para el desmentido de bulos”.
Lo que más valora el periodista de Facterbot es la libertad para innovar, así que no descarta incluir otras plataformas en algún momento. De momento, le gustaría alcanzar los 1000 suscriptores antes de que finalice el año y monetizar el proyecto mediante varias vías de financiación, como servicios de fact-checking privados; branded content en Double Check, newsletter, o crowdfunding. Si hablamos de un futuro más a largo plazo, a Andrés le gustaría seguir construyendo herramientas que faciliten la verificación de datos y conseguir que los suscriptores no esperen a que comprobemos nosotros las informaciones, sino que sientan la necesidad de hacerlos ellos mismos, dentro de sus posibilidades.
En los últimos años, las noticias falsas se han convertido en un fenómeno global que afecta sobre todo a procesos democráticos y acontecimientos importantes. Esto ha hecho que compañías como Facebook hayan difundido sus propios consejos para ayudar a sus usuarios a identificarlas o que hayan desarrollado otras herramientas para cotejarlas como ha hecho Google con su etiquetado ‘Fact Check’.