Es el óvulo el que elige al espermatozoide para la fecundación, no una carrera para que gane el mejor

El científico Scott Gilbert explica su teoría, resultado de sus investigaciones, que contradice lo que nos habían contado sobre la fecundación
Como en España la educación secundaria es obligatoria, todos los estudiantes españoles sabemos cómo va el tema de la fecundación. Ya no hace falta que nos cuenten la historieta de papá pone una semillita en mamá y meses después a mamá le crece la tripa y se crea un bebé. Lo que no esperábamos es aquello que nos hicieron aprender en clase también tuviera un poco de cuento. Y es que, según ha explicado el biólogo Scott Gilbert, de Swarthmore College, una universidad privada estadounidense, el milagro de la vida todavía sigue sin ser lo que nos habían contado.
En el instituto, en las películas, en millones de referencias culturales has escuchado esta versión: una mujer y un hombre mantienen relaciones sexuales sin ningún tipo de protección, el hombre eyacula dentro de la vagina de la mujer, sus espermatozoides salen disparados a gran velocidad (3 milímetros por minuto, que esto también se ha calculado científicamente) y millones de ellos (entre 60 y 300 millones más concretamente) luchan, compiten, sudan la gota gorda para demostrar quién es el más fuerte, el ganador, el superespermatozoide que logrará el gran premio: entrar en el óvulo y fecundarlo.
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Pues parece que esta versión de la fecundación que tenemos todos grabados a fuego no es del todo cierta. O al menos así opina Gilbert, conocido investigador de biología evolutiva e historiador de biología. Según este científico, es el óvulo el que elige qué espermatozoide realizará la fecundación. Evidentemente, el óvulo no elige de manera consciente como lo hacemos los humanos cuando vamos al super y tenemos delante diez tipos de cereales distintos, pero es una manera de explicarlo para que todos lo entendamos.
"El óvulo entabla un diálogo con el espermatozoide", dice Scott Gilbert. Es decir, su teoría desmonta la versión anterior de la competición que gana solo el espermatozoide más preparado o de mejor calidad, ya que sería el óvulo el que, según la teoría probada por el científico, atrae un tipo determinado de espermatozoide.
De acuerdo con estos resultados, los óvulos pasarían de ser el objeto pasivo a ser el objeto activo de la fecundación, algo que desmontaría décadas de creencias e incluso tendría su repercusión en procesos tan importantes en la actualidad como el de la fecundación in vitro.

Ya podemos eliminar del vocabulario referente a las relaciones sexuales y la fecundación palabras como competición o ganador, muy relacionadas también con la idea tóxica de masculinidad, ya que parece ser que es el óvulo el que genera la atracción hacia el espermatozoide elegido, como un imán.
También un estudio del Pacific Northwest Research Institute corrobora esta teoría, haciendo recaer sobre el óvulo la responsabilidad de elegir o descartar entre todos los espermatozoides que llegan a él a través de la eyaculación.
Estefany Sánchez, especialista en andrología, explica que el óvulo hace una selección de los espermatozoides con el fin de encontrar "el mejor para él". Según su explicación recogida en la web de la clínica de fertilidad ProCrear, esta selección del óvulo se produce por la atracción de las proteínas del propio óvulo que va a ser fecundado y la del gameto masculino. Solo si ambas proteínas coinciden se produce la fecundación.