Orbitar, marear o 'ser un Guadiana': nombres para las nuevas formas de relacionarse y ligar en internet

Orbitar es una manera de llamar la atención para ligar, y no tiene nada que ver con el ghosting
Los mareadores y el tío/la tía Guadiana son otras de las sorpresas, nada agradables, que te puedes encontrar ligando en redes sociales
Ligar en esta nueva normalidad sin poder ir a discotecas, con la mascarilla tapándonos la mitad de la cara y sin "putivueltas" se está complicando bastante. Al final, no nos queda otra opción que tirar de redes sociales y aplicaciones para ligar; que a quién vamos a engañar… También las utilizábamos antes, pero ahora están más en auge que nunca.
Es precisamente gracias esto de ligar a través del móvil por lo que surgen nuevos conceptos para designar nuevas formas de relacionarse. Como "orbitar". Así es, aunque este pueda sonar un poco intergaláctico, no tiene nada que ver con el espacio exterior y sí con la búsqueda del amor o lo que surja.
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Lo más común es que cuando te gusta alguien, le sigas en redes sociales y empieces por contestarle a algunas historias de Instagram (reaccionar con un fuegote nunca está de más) para, más tarde, empezar a tener conversaciones más profundas. Lo típico en estos casos es pedirle el número de teléfono porque "no te resulta cómodo hablar por Instagram" y comenzar a charlar por WhatsApp. Pero no todo el mundo llega a dar este paso, y se queda ahí, orbitando.

Es también importante conocer esta técnica, no solo para aplicarla (te avisamos de que no suele ser muy eficaz) sino también para poder reconocer si alguien la está utilizando para camelarte.
¿En qué consiste eso de "orbitar"?
Orbitar consiste en estar pendiente de todo lo que pasa en la vida de la persona que te gusta, o por lo menos de lo que publica en sus redes sociales, comentar en sus publicaciones, responderle a cualquier pregunta pública que haga e interaccionar con esta por todas las redes sociales que se pueda y, por supuesto, reaccionar a sus historias sin ir un paso más allá. Estar ahí, como un planeta, dando vueltas, pero sin salirte de tu órbita, esperando que la otra persona dé el primer paso.
Bueno, pues te vamos a decir que, por mucho que te guste una persona, pasarte de pesado/a nunca fue una buena opción. El gran éxito del que orbita es conseguir que le contesten a un mensaje privado. Pero, cuidado, si tú eres el sol alrededor del que giran estos planetas rellenos de plomo, de lo pesados que son, y respondes de manera privada a uno de los/as orbitadores... ¡estás perdido/a! Solo conseguirás intensificar su pesadez.

Por cierto, si te has sentido identificado con la figura del orbitador queremos recordarte que hay límites que no se deben cruzar en la vida, que de orbitador a stalker, y de ahí al acoso, otro. Si ves que nunca te contestan, que nunca llegan a ningún puerto los veleros cargados de amor que echas a la mar... ¡chico, chica, ríndete!
¿No me estará haciendo ghosting?
Es muy común confundir esta nueva tendencia de "orbitar" con el tan conocido y sufrido ghosting, que viene a ser cuando alguien "se hace el fantasma", te deja en leído y desaparece. Pero no es exactamente lo mismo. El orbitador no recibe ghosting de la otra persona porque esa otra persona, en principio, nunca se interesó en él. No llegaron a intimar y luego alguien hizo ¡chas! y desapareció a tu lado.
Lo único que tienen en común estás dos formas de relacionarse es la cobardía. El que orbita nunca reúne el valor para decir "oye, que me gustas", y el que hace ghosting no es capaz de decir "oye, que ya no me gustas".

No bajes la guardia que también están el mareador y el tío Guadiana
Si es que esto de las relaciones es un sinvivir, ligar en redes sociales puede parecer cómodo, sencillo y para toda la familia, pero no es así. Algunas personas creen que, como todo se hace a través de un móvil, se pueden comportar de una forma que nunca harían en "la vida real". Te puedes encontrar con algunos casos muy, pero que muy peculiares. Lo más importante es saberlos identificar para que no te fastidien más de la cuenta.
Uno de estos fastidiadores, un tipo de persona que no te quiere para nada más que para marearte, de repente eres "la alegría de su vida" y al día siguiente "si te he visto no me acuerdo".
"Te quiero", "¿Quién eres?", "quiero una relación seria", "no estoy en mi mejor momento para tener pareja", "¿Nos casamos?"… Y así infinitamente hasta que con estos cambios tan repentinos consigue volverte loquita. Es una caja de sorpresas, con él nunca sabes lo que te puede esperar. Y es que, aunque esta conducta pueda parecer una tontería y no tener un objetivo, sí lo tiene: marear. El mareador no sabe ni lo que quiere. Bueno, sí: llamar la atención y creer que tiene a la gente a su disposición.

¡Cuidado, que todavía hay más! En internet te puedes encontrar de todo y otra de estas especies únicas es la del tío/la tía Guadiana, que aparece y desaparece a su antojo, como el famoso río español. Este personaje llega un día, te camela y estáis, por ejemplo, dos semanas a tope de escribiros. Y, de repente, si te he visto no me acuerdo. ¿Ghosting? Eso parece. La diferencia está en que el/la Guadiana, dos semanas después vuelve a aparecer como si nada y pretende que todo siga igual. Aparece y desaparece cuando le da la gana, además, pocas veces te da una explicación clara y creíble sobre el motivo de su desaparición. Simplemente se está aprovechando de ti en su beneficio. Así que... ¡adiós! ¡Será por ríos en España!