¿Qué debes hacer si te mandan un vídeo sexual al móvil o si la víctima eres tú?

Nos puede pasar a todos. Tanto ser los protagonistas como que nos llegue un vídeo sexual de otra persona al móvil. En ambos casos, hay que tener en cuenta que tu teléfono puede convertirse en un arma. Para evitar consecuencias y que el agravio para la víctima se multiplique a la velocidad de la luz, se pueden hacer cosas concretas que ayuden a frenar la situación. Recuerda que difundir una vídeo sexual no es una broma y tiene responsabilidades penales, tanto para el primero que lo envió como los que lo han reenviado más tarde. No mires para otro lado.

En todo caso, lo que no se debe hacer y desgraciadamente suele suceder en esta sociedad machista es culpar a la víctima, como ha pasado en el caso de la mujer de 32 años que ha acabado con su vida tras varias semanas de acoso en su entorno laboral. Un caso se sextorsión como se producen miles al año en España y que puede servir para concienciar sobre el tema.

No se trata pues de ninguna broma. Según los expertos a los que hemos consultado, si recibieses uno de estos vídeos, recuerda que reenviarlo es un delito castigado con hasta 3 años de prisión. Tanto con consentimiento como sin él, conlleva pena de cárcel. Concretamente entre dos y cinco años. Y de uno a cuatro para quien lo difunda a posteriori y continúe la cadena exponencial.

Es la víctima de un delito (y además podrías ser tú). En la mayoría de los casos, la víctima es una mujer que se ve afectada por una venganza o un chantaje de una ex pareja o ex amante. Lo que se denomina sextorsión. El problema, repetimos, no está en haberlo grabado libremente, haciendo un uso legítimo de su sexualidad y su deseo, sino en el hecho de que alguien después lo mande a otros, violando su intimidad.

Es tu responsabilidad además parar la cadena y no enseñárselo ni mandárselo a otros. Dile a tus compañeros/as o amigos/as que estén participando de las bromas y la mofa que no es una tontería, sino un delito, y que no están haciendo lo correcto.

Solo la víctima puede interponer la denuncia, pero para ello es necesario que sea consciente de lo que está pasando. Apóyala/o. Mirar para otro lado es contribuir al acoso.

Si crees que en tu entorno laboral o personal están circulando fotos o vídeos sexuales tuyos, denuncia ante los recursos humanos de la empresa y/o la policía. La empresa estará obligada a poner en marcha el protocolo anti acoso y a abrir una investigación, puesto que debe proteger a sus trabajadores.

En este caso da igual, denuncia y que se ponga en marcha la investigación pertinente hasta dar con las pruebas y el origen del envío de imágenes, vídeos o contenido privado en general.

Pídele que te acompañe a poner la denuncia y que muestre la prueba. SOLO la víctima puede poner esa denuncia.