Que el herpes labial no fastidie los planes: remedios para que desaparezca


El virus del herpes provoca ampolla y dolor. Te contamos cómo acabar con el herpes labial y prevenir su contagio.
Se estima que alrededor del 90% de los adultos en todo el mundo tienen el virus que causa el herpes labial, aunque muchos son asintomáticos.
Seguro que alguna vez has visto, en tus propias carnes o en alguien cercano, un herpes labial, una molesta y dolorosa ampolla que acapara toda la atención. No dudes, por supuesto, que aparecerá el día que tengas un cumpleaños, una reunión importante o un evento para el que lleves meses preparándote.

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¿Qué tienes que hacer entonces, maquillarlo? Antes de nada, lo primero es tratarlo, para reducir su tamaño y, cuando esté un poco más curado, poder disimularlo. Sentimos decírtelo, pero, mientras dure, quizás lo mejor sea dejar a un lado glosses, pintalabios o tintes y probar con otros tratamientos. En Yasss te contamos como calmar y reducir el herpes y te contamos por qué surgen, para que puedas evitarlo en el futuro. Allá va.
¿Qué es un herpes labial?
El herpes labial es el nombre que le damos a esa ampolla o infección que se manifiesta en la zona de la boca, como una especie de calentura o ampolla. No hay que confundirla con las llagas, que suelen ser de color blanco y tener apariencia de burbuja, pero que no son contagiosas. Sí lo son los herpes, de color rojizo, que pueden transmitirse a la boca de otros u otras zonas del cuerpo con facilidad.

Según la web del centro Mayoclinic, alrededor del 90% de los adultos en todo el mundo tienen el virus que causa el herpes labial, si bien muchos son asintomáticos. Hay muchos motivos que pueden llevarte a tener herpes, pero la más común es, precisamente, el contagio. Puedes beber de un vaso contaminado, usar una toalla con la que se ha secado alguien contagiado… y, por supuesto, también por contacto directo con un labio con herpes. Una vez se contagia el virus, surgen las calenturas, que raramente duran más de una semana.
El herpes labial se contagia por contacto cercano con alguien contagiado. Lo causa el virus del herpes simple (VHS-1) y puede quedarse ahí o, si hay contacto a través del sexo oral, convertirse en herpes genital (VHS-2). ¿El problema? Que, aunque desaparezca la calentura, el virus seguirá siempre en tu cara, y sigue siendo contagioso. Por ahora, no existe cura para la infección y puede volver a aparecer cuando quiera.

¿Por qué sale?
El herpes labial suele pasar por varias etapas: un primer hormigueo y picor y ardor, que suele aparecer un día antes de que salga la ampolla, la calentura, que normalmente aparece llena de líquido en el borde de los labios, y la supuración. En esta última fase, la ampolla puede explotar, supurando el líquido y formando después una costra. Durante los primeros brotes, algunas personas sufren fiebre, dolores de cabeza o musculares e inflamación de los ganglios linfáticos.
Seguro que conoces a alguien que asegura que, con el estrés o la regla, le suelen salir herpes. Es cierto que, al quedarse el virus activo en los tejidos del rostro, una vez te contagias puede volver a aparecer en cualquier momento. Hay factores que pueden fomentar este resurgimiento: el estrés y el cansancio, las defensas bajas, las alteraciones hormonales, los cambios bruscos de temperatura, la exposición al sol y el frío o el viento, entre otras.

La mayoría de las veces, no hace falta ir al médico para tratar el herpes: suele desaparecer sin tratamiento. Sí se recomienda acudir si los síntomas son bastante graves, no se cura en varias semanas o tu sistema inmunitario está bastante debilitado. Por lo demás, con bajar a la farmacia y pedir una crema antiviral, que incida directamente sobre el virus y acabe con él, es suficiente. Uno de los tratamientos más discretos son unos parches, como tiritas de un tono parecido al de tu piel, que cuentan con medicación para aliviar la calentura. Puedes llevarlo todo el día y dejar que haga efecto.
Remedios y prevención
Mientras, puedes tirar de congelador y hacer del hielo tu mejor aliado: ayudará a disminuir el enrojecimiento y ablandará un poco la costra que se pueda formar. Ahora bien, para evitar que queme, no lo apliques directamente, sino sobre un tejido que no se reblandezca al contacto con el agua, como una toalla finita.

Si tienes el herpes, evita el contacto piel con piel con otros, sobre todo mientras las ampollas están activas, cuida mucho con quién compartes tus cosas y mantén las manos limpias, para reducir la posibilidad de contagio.