“Me encanta como hueles”: la relación directa del amor con el sentido del olfato


El olor es el sentido responsable de que nos enamoremos locamente de una persona
Las personas desprendemos un tipo de hormonas por nuestra piel que condicionan lo que otros puedan sentir por nosotros
Los cinco sentidos del ser humano son: la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto. Normalmente si nos pregunta que de cuál de ellos podríamos prescindir, casi la mayoría responderíamos en primera instancia que el olfato, porque es un sentido que a priori parece no es elemental.
El olfato es un sentido que está infravalorado, sin embargo, este sentido es mucho más importante de lo que pensamos... ¡El olfato puede llegar a salvarte la vida! Imagina que estás tranquilamente en el sofá, viendo la tele, y empiezas a oler a quemado. Lo primero que vas a hacer es alarmarte, a pesar de no ver las llamas y de no tener nada en la olla cocinando, y te vas a poner a rastrear el olor que desprende ese fuego hasta dar con su procedencia y actuar en consecuencia.
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Sin olfato tampoco podríamos disfrutar de muchas cosas y de muchas emociones, como del olor de las flores, el olor de suculentos manjares, el olor a tierra mojada o del olor a café recién hecho -que a veces hasta nos despierta de nuestros plácidos sueños-. Y es que el olfato nos es tan útil, que nos puede servir hasta como herramienta de seducción.
Las personas, de manera natural desprendemos un olor corporal característico. Este olor puede llegar a hacer hasta que nos caiga mejor o peor una persona -sin necesidad de que desprenda un olor desagradable-. Los humanos a través de los poros de nuestra piel desprendemos un olor, que parece imperceptible, pero que puede decir mucho de nosotros, porque ese olor activa ciertas zonas de nuestro cerebro cuando llega hasta él. Por ejemplo, en etapas de estrés nuestro sudor puede tener un olor más ácido, que, aunque no sea un mal olor, los demás lo pueden percibir, y puede que ni siquiera sepan cómo lo han podido detectar. Y cuando estamos en una etapa más calmadas, felices, el resto también lo notarán. Vamos, cualquier cambio puede ser percibido por otras personas a través del olfato.

Las hormonas son las cómplices de este proceso de reconocimiento olfativo entre las personas. El sudor que deprendemos los humanos por nuestra piel contiene hormonas que son perceptibles por la nariz humana, aunque ninguno de nosotros podemos describir exactamente ese olor, y es que no es siempre el mismo o es que quizás ni existe. Esto lo podemos comprobar con los perfumes: dos personas pueden usar el mismo perfume, y en una potenciarse favorablemente el olor, y en otra, ser rechazado o incluso que no lo pueden percibir otros.

El olor es realmente el sentido que nos hace sentirnos - valga la redundancia- más o menos atraídos por otras personas. Tendemos a pensar que la vista es lo que nos hace elegir a nuestras parejas, porque nosotros somos más del ver para creer, pero en la mayoría de los casos no es así. Hormonas, como las feromonas y el cortisol -relacionadas con el placer, la sexualidad y el estado anímico-, mezcladas con nuestro sudor en nuestra piel pueden hacer que otras personas en un instante se queden prendidas de amor por nosotros.

Hace no mucho tiempo, algunas marcas de perfumes empezaron a apostar por esta evidencia científica que relaciona al olor con el amor y la atracción humana, y buscaron la fórmula para conseguir un perfume de feromonas que sirviera para atraer a otras personas. Algunos han probado este perfume y suelen contar que la fórmula es efectiva. Y es que tan loco no puede ser, cuando, por ejemplo, cotidianamente olores potentes como la gasolina o la pintura cuentan con el mismo número de adeptos que detractores... ¡Todo es probarlo!

El olfato puede hacer que lleguemos a límites insospechados. El olor es el sentido responsable de que nos enamoremos locamente de una persona, que no podamos dejar de pensar en ella, y que cuando estemos cerca de ella nos haga que se desate una pasión incontrolada. El sentido del olfato puede provocarnos que, aún estando enamorados, sintamos atracción física por otra persona que no sea nuestra pareja, y es por tanto el olor, por otro lado, el responsable de algunas de algunas infidelidades entre parejas... ¡Flipa!

Los cambios que sufrimos en nuestro olor corporal natural a lo largo de la vida hacen que las relaciones interpersonales se formen, así como hacen que se rompan. Algunas rupturas entre parejas de larga duración son provocadas por estos cambios del olor, a causa del paso del tiempo, o como hemos mencionado, si una persona está pasando por momentos distintos, esto lo percibe la otra persona a través del olor, y puede llegar a cambiar la emoción que se tiene hacía la otra persona, de la que antes se estaba locamente enamorada.

Todos ya sabemos que el olor está muy relacionado con el gusto. Tan sencillo como cuando tenemos la nariz taponada por congestión, y ni olemos ni saboreamos. Por lo que, el amor, el olor y la comida vuelven a encontrarse una vez más, y es que, cuando ese olor penetra en nuestra pituitaria, conecta con nuestro cerebro, ya no podremos frenar ese necesidad inconsciente de llegar hasta el final para hincar el diente.