Por fin llegamos al futuro: ya se venden latas que se enfrían solas

Llega el verano y lo que más te apetece es un buen refresco (o cervecita) fresquito, frequito, que te alivie los calores y te quite la sed. Pero te compras una lata en un chino y a los dos tragos se te calienta aquello y ya no hay quien se lo beba. O peor: te preparas tu nevera de picnic para irte a pasar el día a la playa y las dos primeras horas, bien, pero luego se derrite el hielo y es mejor beberte el agua del mar que probar esa cerveza calentorra.

¡Pues se acabaron tus problemas! O, mejor dicho, se acabaron los problemas de los estadounidenses, porque ha sido la empresa californiana The Joseph Company la que ha logrado desarrollar una lata que se enfría sola. El invento cuenta con el reconocimiento de la NASA y un premio de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, vamos, que acaban de cambiar el mundo.

Esta tecnología que consigue enfriar las latas sin necesidad de pasar por una nevera se llama Microcool, y aunque la idea de crear este tipo de latas surgió hace nada más y nada menos que setenta años, no ha podido ser presentada hasta ahora, y después de veinte años de investigación y desarrollo. Ya podemos empezar a valorar nuestro refresco fresquito porque ha sido posible gracias a mucho, pero que mucho trabajo.

La lata llevará el nombre de chill-can (lata que enfría) y ya ha comenzado a venderse en algunos locales de la cadena americana 7 eleven en Los Angeles. El precio de la lata es de cuatro dólares y consigue disminuir la temperatura de tu bebida hasta 16º en unos 75 segundos.

¿Cómo ocurre esto? Las latas llevan una pequeña pieza en en la parte inferior que, al girarla, libera CO2 y se produce la magia: agitas tu lata con un poquito de ímpetu y el gas te enfría el líquido en menos de dos minutos. "Será la primera bebida que pueda enfriarse bajo demanda, los clientes podrán disfrutar de una bebida fría cuando lo deseen", dijeron desde The Joseph Company Internacional al presentar el producto.

La verdad es que es una noticia estupenda y no queremos restarles ningún mérito, solo recordarles que cuando agitas un refresco y luego lo abres te pones perdido. Quizás por este motivo estas latas, por el momento, solo se comercializan con una conocida marca de café.