Tengo 17 años y no sé qué quiero estudiar todavía

Como todos los años, a comienzos de junio los estudiantes de segundo de bachillerato deben realizar las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), más conocidas como Selectividad. Estos exámenes no sólo suponen una carga mental tremenda por el gran contenido académico que engloban, sino que también afecta la decisión de qué carrera estudiar.
Pocos alumnos tienen claro lo que quieren hacer en el futuro. Influyen aspectos como la tasa de empleo, las salidas profesionales, las preferencias personales, la ciudad en la que estudiar o los ingresos de la familia. Como veis, no es algo fácil y a menudo hace falta tiempo para tenerlo claro. En Estados Unidos es habitual que los estudiantes se tomen un año sabático para reflexionar (y de paso ahorrar, ya que allí los precios son desorbitados y casi siempre es necesario pedir un crédito bancario). En cambio, en España los años sabáticos no son muy populares. En consecuencia, los chicos y chicas de segundo de bachillerato deben tomar una de las decisiones más determinantes de su vida en un abrir y cerrar de ojos.

No tengo claro qué quiero estudiar
Leticia está cursando el bachillerato científico y no tiene nada claro lo que quiere estudiar. Por eso se ha puesto en contacto conmigo por correo electrónico:
"Hola Marina. Te quería preguntar una cosa, porque lo he hablado con el orientador de mi instituto y no me ha ayudado nada. Como tú eres psicóloga igual puedes echarme una mano.
Estoy en 2º de bachillerato, en el de ciencias de la salud (el que tiene biología) y no tengo ni idea de lo que quiero estudiar en la universidad. Quiero tener una carrera, así que tengo claro que quiero ir a la universidad. También sé que quiero estudiar en la Universidad de Salamanca, porque es la que más cerca me queda de casa y es bastante buena. El problema es que no sé qué me gusta.

Hay días que me gustaría estudiar medicina porque tengo buenas notas, pero luego pienso que es una carrera muy dura y que igual no me compensa. Luego también pensé en estudiar alguna filología, que ya me dirás tú que tiene que ver con las ciencias de la salud, pero es que no le veo salidas. No sé, tengo un lío tremendo en la cabeza.
Mis padres me apoyan y no me presionan, pero veo que todos mis amigos tienen más o menos claro lo que quieren hacer, y yo… Pues estoy con una ansiedad en el cuerpo terrible. Me da miedo elegir algo y equivocarme. ¿Cómo puedo aclarar mis ideas?"

Si te has sentido identificado con la situación de Leticia, hay algunos consejos que pueden serte útiles:
- En primer lugar, aprovecha las jornadas universitarias que se realizan en bachillerato. En muchos institutos se organizan excursiones a las facultades más cercanas para que los estudiantes podáis aclarar vuestras ideas. Si tu centro no lo hace, puedes ir por tu cuenta con algún familiar o amigo. Infórmate previamente sobre las salidas profesionales, las asignaturas que se imparten o los requisitos de las carreras que más te gusten. Una vez estés en la facultad, habla con la gente que estudia allí.
- No esperes que la inspiración caiga del cielo. Si tu intención es despertarte un día con una idea clara de tu futuro, vas mal. Infórmate en la página web de la universidad, vete a charlas, habla con profesores o busca en foros de estudiantes. Si dudas entre varias opciones, pregunta a conocidos que hayan estudiado algo relacionado. Ellos te podrán ayudar mejor que nadie.
- Una cosa es lo que estudias y otra muy diferente es a lo que te dedicas en el futuro. A menudo las carreras engloban asignaturas que no tienen nada que ver (o al menos eso parece) con tu trabajo soñado. Siempre vas a encontrarte temas que no te gustan y es posible que algún año se te atraganten varias asignaturas. Por eso es muy importante conocer el plan de estudios de una carrera antes de matricularte, así no te llevas sorpresas.

- No dejes que otros tomen la decisión por ti. ¿Sabes lo que pasa cuando te metes en una carrera porque tus padres te presionan, pero tienes cero vocación? Que en primero de carrera empiezas a suspender porque no te gusta y pasas como mínimo cuatro años de tu vida infeliz. En el mejor de los casos, a la mitad del camino lo dejas y te matriculas en otra cosa que sí te apasiona. En el peor, acabas dedicándote a algo que odias durante la mitad de tu vida hasta que te saturas y das un giro de 180 grados. Mejor ahórrate ese tiempo y estudia desde el principio lo que te mola.
- No hagas mucho caso a las tablas sobre salidas o sobre salario. Spoiler: la mayoría de los graduados, da igual lo que hayan estudiado, lo pasa fatal a la hora de encontrar trabajo. Te toparás con contratos basura estudies Económicas o estudies Bellas Artes.
- Haz un test vocacional. Aunque en internet hay miles, mi consejo es que te pongas en contacto con un psicólogo que te de las pautas para realizar el test e interpretarlo correctamente.
Decidas lo que decidas, el mejor consejo que puedo darte es que no te compares con los demás; cada uno tenemos nuestro ritmo y nuestras circunstancias vitales. Estudiar una carrera universitaria no es el único camino, y si lo haces y te equivocas no pasa nada. Los 18 años son la edad perfecta para cometer errores y aprender.
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