Obsesión por los likes: límites que no hay que sobrepasar y consejos para controlarlo

¿Alguna vez has borrado una foto porque tenía pocos me gustas? ¿Te has planteado comprar seguidores? Si la respuesta es sí, tal vez tienes una obsesión con los likes
Recibir aprobación social no tiene nada de malo siempre y cuando sepamos marcar el límite
Las redes sociales forman parte de nuestra vida y su papel es cada vez más importante, no podemos negarlo, pero hay que tener muy claro quién tiene el mando… ¿Controlas tus redes sociales o ellas te controlan a ti? Responder a esta pregunta parece fácil porque tendemos a infravalorar la influencia que tienen Instagram (que está quitando ya los 'likes' en las cuentas de los usuarios en España), Facebook o Twitter en nuestro día a día. El problema es que para muchas personas el atractivo físico se mide en me gustas, la vida social en comentarios y la felicidad en retuits. Hoy vamos a descubrir cuáles son las señales de que los 'likes' están dominando nuestra vida y algunos tips para gestionar esta obsesión.
Señales de que estás obsesionado
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A la mayoría de las personas nos gusta recibir aprobación social y esto no tiene nada de malo siempre y cuando sepamos marcar el límite. Vivimos rodeados de gente y a veces es necesario gustar, saber qué es lo apropiado en determinadas situaciones o simplemente sentirnos integrados. Si haces un buen trabajo, quieres que tus jefes te feliciten. Si lo petas en un examen, lo normal es que tus padres se sientan orgullosos. Si te pasas horas maquillándote para una fiesta, te gusta que te digan lo increíble que estás.

No sólo recibimos alabanzas ‘cara a cara’, al menos las personas con acceso a un móvil. Las redes sociales se han convertido en una fuente de aprobación y los 'likes' son los piropos. Se trata de un arma de doble filo, sobre todo para aquellos que tienen baja autoestima y una fuerte necesidad de gustar.
Si sospechas que los ‘me gusta’ te hacen más mal que bien, hay algunas señales que pueden ayudarte a conocerte mejor y trabajar tu obsesión:
- Cuando subes una foto, te metes en Instagram cada 5 minutos para revisar las interacciones.
- Utilizas un montón de hashtags.
- la has borrado y vuelto a subir.
- A veces haces fotos que te encantan, pero no las subes a tus redes sociales porque crees que no te van a gustar.
- Te has planteado comprar seguidores.
- Subes fotos a la hora del día que más gente suele dar me gusta.
- te empiezas a ver menos atractivo/a.
- Alguna vez has pensado que te vendría bien desconectar de las redes sociales.
- Pasas más tiempo del que te gustaría revisando tus notificaciones de Instagram, Facebook o Twitter.
- Has intentado usar menos las redes sociales alguna vez, pero al final vuelves a obsesionarte.
No tienes porqué cumplir todas las frases, pero si te identificas con alguna deberías pararte a reflexionar e intentar superar esa relación tóxica con las redes sociales. ¿Cómo?, es la gran pregunta.
Cómo superar la necesidad de 'likes'
Las medidas a seguir dependen del grado de obsesión. No es lo mismo una persona que utiliza muchos hashtags que una persona que compra seguidores, borra fotos si no tienen suficientes 'likes' o, en definitiva, cuya autoestima depende de la aprobación que recibe en redes sociales.
El primer paso es analizar con sinceridad tu relación con las redes sociales. Hay una opción en Instagram que te muestra el tiempo que pasas dentro de la aplicación. Debemos ser realistas y un poco estrictos. Aunque hay días que todos dedicamos más minutos a cotillear o a subir fotos lo recomendable es no sobrepasar una hora diaria o incluso menos.

Observa el tiempo que sueles pasar en Instagram y marca un límite. Empieza restando 5 minutos y cada dos semanas resta otros 5 minutos más hasta que las redes sociales no te quiten demasiado tiempo.
Ahora mismo te parecerá excesivo, pero a veces estamos mirando fotos y deslizando el dedo por la pantalla de forma automática, sin ser conscientes de lo que estamos viendo. Ni disfrutamos ni invertimos ese tiempo en tareas más divertidas o productivas. Tampoco es cuestión de ponerte a estudiar a tope, pero sí podrías hacer otras cosas que te entretengan de verdad.
Otra opción especialmente útil para personas muy obsesionadas es cortar por lo sano y desinstalar la aplicación. Aunque es una decisión muy drástica, a veces es necesario desconectar y priorizar nuestra salud.
Unas semanas sin Instagram o sin Facebook te demostrarán que puedes vivir perfectamente sin redes sociales. Ojo, no tiene nada de malo pasar tiempo con el móvil, pero algunas personas acaban obsesionándose y no disfrutan. Entrar en Instagram les genera malestar o bien porque comparan su vida con la de los demás, o bien porque no reciben la atención que quieren. Es en estos casos cuando se recomienda hacer borrón y cuenta nueva.
Una medida más 'light' es reducir el número de fotos para no estar tan pendiente o desactivar las notificaciones de Instagram para no estar constantemente revisándolas. También es importante comenzar a subir las fotos que de verdad nos gustan y no las que creemos que van a gustar a los demás. El objetivo es que las redes sociales estén a nuestra disposición en vez de controlándonos constantemente.