"Mis peces se mueren y no sé por qué": cuidados básicos para evitar tragedias


Los peces son animales muy delicados, y cualquier cambio en su entorno puede estresarles o hacerles enfermar.
Son monos, son brillantes, son pequeñitos… ¡Parecen tan poca cosa! Los peces pueden ser una buena mascota, sobre todo si no tienes mucho tiempo para sacar nada a pasear. Pero la verdad es que también son animales tan bonitos como delicados, que necesitan un cuidador con mucho ojo para que su vida no acabe antes de tiempo.
¿Te suena esta historia? Es muy habitual que, a quienes acaban de entrar en el mundo de los acuarios, se les mueran los peces, y que intenten volver a empezar sin saber cómo arreglar el problema. No basta con decepcionarte y hacer de tripas corazón: hay que averiguar por qué su vida está acabando antes de tiempo para no cometer el mismo error dos veces.
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Si el problema es la pecera
Ya se sabe que a los peces necesitan poco más que comer varias veces al día, pero poco más. El peso de su cuidado está en los acuarios: su hogar, su santuario, el sitio en el que pasarán toda su vida. Seguro que lo has puesto precioso, con sus plantitas y sus piedras de colores en el fondo, ¿pero estás seguro de que lo limpias bien?

Porque el acuario hay que limpiarlo y, en contra de lo que cree mucha gente, lo mejor es hacerlo con los animales dentro, intentando no molestarles para evitar que se estresen. En las tiendas de animales venden muchos aparatos que nos pueden servir para esto, algunos más caros que otros: hazte con un aparato succionador, que te permita limpiar el fondo sin estresar mucho a los pececillos, y olvídate del tema.
Si no te queda otra que limpiar la pecera sin los animales, ten en cuenta una cosa: son extremadamente sensibles a las temperaturas. No vale con coger un cubo y llenarlo con agua del grifo. De hecho, es una práctica muy habitual que puede acabar con ellos. Y es que el cloro del agua puede hacer que los pececillos mueran, por lo que los especialistas recomiendan esperar de 15 a 20 horas antes de hacer el intercambio, para que el cloro desaparezca. Para acelerar el proceso, siempre puedes echar un tratamiento en el agua.

Eso sí, si finalmente optas por esto, no metas muchos peces en el mismo cubo, ya que cuando están en espacios pequeños suelen desorientarse y golpearse entre ellos, provocándose heridas. Y recuerda que, a la hora de cambiar el agua del acuario, nunca debes cambiarla toda: los veterinarios recomiendan que dejes al menos un 40% del agua y que no limpies el filtro del acuario el mismo día.
Los peces enfermos
No siempre es culpa de la pecera: a veces, es cosa de los propios animales. Puede que estén enfermos, y de ser así, cuanto antes lo identifiques, mejor. Debes estar atenta a las señales: busca puntitos blancos en la piel, comprueba si tienen las aletas picadas, y asegúrate de que no nadan de lado ni están flotando, porque no son buenas señales.

El autochoque también es un problema grave para los pececillos. Como ya hemos dicho, si no tienen suficiente espacio terminan dándose los unos contra los otros, haciéndose daño y aumentando sus niveles de estrés. Además, pueden favorecer la aparición de otras enfermedades.
E incluso aunque no estén enfermos, hay que tener mucho cuidado con ellos, porque son animales extremadamente delicados. Nada de hacerles fotos con flash ni ponerles junto a una ventana muy luminosa. Sobre todo, hay que tratarles con suavidad y delicadeza: no los introduzcas en el acuario ni los manipules violentamente, y evita tocar el cristal. Si tienes visitas o hay niños en casa, evita que golpeen la pecera.

El agua es su medio
El acuario es el centro de todo, y hay que tener mucho cuidado con lo que metemos dentro (comprueba que no sean un problema para la salud de tus pececillos) y, sobre todo, con el agua, su limpieza y su temperatura. Lo contrario puede acabar con sus vidas.
Tendrás que estar muy pendiente de dos valores en el agua de tus pececillos: el oxígeno (que les da la vida) y el amoniaco (que puede acabar con ella). Los niveles incorrectos de estos dos pueden ser fatales para los animales, y dependen del tamaño de tu acuario, así que comprueba los mejores valores y añade a tu depósito un buen filtro, que te ayudará a controlarlo.

Un último consejo: no eches más comida de la recomendada a tus peces. No les haces ningún favor y, de hecho, puedes aumentar los niveles de amoniaco y favorecer la aparición de bacterias en el agua. Sigue las instrucciones al pie de la letra: con los siguientes pececillos todo irá mejor.