Pedos, eructos y coronavirus: algunos expertos creen que podrían ser una vía de contagio

Expulsar gases en público no es lo más correcto y en tiempos de coronavirus hay que llevar todavía más cuidado
El contagio no se produciría por soltar los 'malos aires', el problema que detectan los médicos es si estos van "acompañados"
A estas alturas de la pandemia tenemos muchas cosas ya aprendidas sobre el coronavirus. Que la mejor forma de prevenirlo es tener una higiene continua, que las mascarillas ya no son opcionales, sino obligatorias en espacios públicos con muy pocas excepciones y que hay unas fases para la desescalada que toca cumplir por territorios para tener controlada la situación.
Las normas y recomendaciones no se quedan ahí. Si creíamos que por salir de casa o recibir las primeras visitas al entrar en la fase 1 podríamos liarnos a abrazos o incluso tener encuentros sexuales con citas, también el sexo en la desescalada va a ir por pasos (hasta la fase tres nada y según qué posturas) y hay que tener desde ya claro que la distancia de seguridad ha llegado para quedarse. Con eso bien aprendido y que la saliva es nuestro peor enemigo con este virus ya tenemos mucho avanzado, pero surgen dudas respecto a otros fluidos corporales.
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Por ejemplo, una duda que está en el aire (nunca mejor dicho) es si a través de los pedos se puede contagiar el coronavirus. No es por indagar de más en las intimidades gastrointestinales de uno, pero hay determinados indicios en función de algunos descubrimientos que hacen que plantearse esta pregunta no sea tan descabellado ni un motivo solo para reírnos.

No son muchas las posibilidades, pero hay algunos expertos que sobre esto se han pronunciado. Uno de ellos es el médico australiano Andy Tagg que después de hacer una serie de pruebas a pacientes con coronavirus se ha atrevido a decir que los pedos podrían ser un riesgo. Sus pruebas las hizo con polvos de talco para ver hasta dónde puede llegar la distancia de desplazamiento de los gases y comprobó que esta era lo bastante como para llegar a más gente. Una sugerencia que no todos comparten y que la Dra. Sarah Jarvis, GP y Directora Clínica de Patientaccess.com, ha querido también matizar de ser "muy poco probable" que alguien pueda contraer el coronavirus como resultado de haber pasado por un área gaseosa.
Lo que sí está comprobado es que los científicos han descubierto que una enzima que facilita la entrada del coronavirus a las células no está solo presente en exclusividad en los pulmones (que es el órgano más afectado por este virus) sino también está en el intestino. Por eso el COVID-19 se detecta en las heces y es lógico que se estén haciendo test de detección en aguas fecales. De hecho, un estudio elaborado por el doctor Fei Xiao, de la Universidad Sun Yat-sen de la provincia de Guangdong (China), encontró receptores ACE2, que sirven como puntos de entrada al virus, así como de proteínas nucleocápsidas virales en las células epiteliales gástricas, duodenales y glandulares rectales. Vamos, en el intestino de donde salen nuestras cacas.
Por tanto, jugar con las cacas es peligroso y debemos ahora otorgarle toda la importancia que se merece a una buena limpieza y regular del culito con agua y jabón. Pero, ¿qué pasa con los gases? ¿Pueden ser una vía de contagio?

Los gases, ¿pueden ser una vía de contagio?
No hemos reparado en ello y mira que no es algo ajeno para nadie. Por mucho que no se hable del tema por pudor y tratemos de ocultar nuestros malos aires, necesitamos saber si a través de su expulsión (que por salud es recomendable) podemos estar poniendo en peligro al resto. A estas preguntas ha contestado al medio Muy interesante el doctor Ramón Tormo, especialista en enfermedades del Aparato Digestivo y Pediatría, y miembro de Top Doctors para nuestra tranquilidad.
En el caso de los pedos la cosa está bastante clara: "El gas intestinal, expulsado por el ano (pedo), no puede ser infectante, a no ser que vaya acompañado de materia fecal líquida o sólida", explica el doctor. Vamos, el tufillo no es preocupante, pero no tiene que venir con compañía. Todo lo que salga con el pedo, sí que puede ser susceptible de transmitir el virus.

Otro caso son los gases que expulsamos por la boca, más conocidos como eructos, eructillos (por ponernos finos) o 'buen provecho' que se dice cuando se nos escapa alguno tras haber comido o incluso en algunas culturas como signo de buena educación ante un ofrecimiento gastronómico. Pero, por lo general, es algo que debería quedar entre nosotros y en intimidad. Lo que pasa es que en caso de eructar en compañía también tenemos que saber que no supone un riesgo elevado con el coronavirus. "El eructo en sí tampoco es contagioso", revela el doctor Ramón Tormo, aunque como viene de una vía más delicada (la boca) sí que tenemos que prestarle un poco más de atención.
¿Por qué? Pues porque el enemigo número uno es la saliva y un eructo (según su intensidad) puede venir acompañado de material líquido que "sí puede ser contagioso. Por lo que si no se puede evitar será mejor que a partir de ahora los gases por la boca se suelten con la mascarilla y que luego esta se lave o se deseche para cumplir correctamente con las normas de la higiene".

De cualquier modo, conociendo ya esos riesgos nos atrevemos a decir que es importante liberar los gases por salud, pero que se haga mejor sin espectadores. La distancia social aquí desde siempre ha sido algo muy recomendable y no solo desde la llegada del coronavirus a nuestras vidas.