La bachata vuelve a estar de moda gracias a Nathy Peluso, C. Tangana o Rosalía: ¿por qué ha resurgido?


La bachata aparece de forma evidente en los últimos trabajos de artistas como Rosalía, C. Tangana, Nathy Peluso y Ozuna
Este género musical está viviendo una segunda juventud
"Los españoles estábamos completamente anglofonizados y nos faltaba calle y perspectiva para abrazar otras tendencias musicales", afirma el crítico Diego E. Manrique
Seguro que te suena, y mucho, la bachata; no por su definición (“ritmo musical de percusión y cuerdas originario de la República Dominicana”) sino por sus ritmos, tan reconocibles que incluso sin saber nada de la historia del género puedes identificar su atractivo.
En los últimos años, este género musical ha vivido un renacimiento interesante, un verdadero momento de esplendor que se ha traducido en su incorporación al repertorio de temas del reguetón de los artistas de género urbano más importantes del mundo. Hablamos, claro, de Rosalía, C. Tangana, Nathy Peluso, Ozuna o Bad Bunny (¿conoces 'Volví'quienes la usan en algunos de sus temas más conocidos.
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¿Por qué vuelve a estar tan de moda? ¿Hay alguna explicación a esta segucinda juventud del género?
El renacimiento de la bachata
Es muy sencillo hacer la prueba. Basta con rastrear las últimas canciones de algunos cantantes importantes de reguetón para dar con su ritmo, tan particular. La bachata está ahí, en la estructura y en la forma. Por ejemplo, en ‘Volví’, de Bad Bunny o ‘La fama’, el single avance del próximo disco de Rosalía.
Todo apunta a que el nuevo trabajo de la catalana se alejará ya definitivamente de la textura flamenca de la España doliente y folklórica y abrazará de forma oficial los ritmos caribeños cargados de sensualidad y simbología. Aún no sabemos si será un amor de una sola canción, o la bachata habrá permeado en todos los temas del disco. Que a Rosalía le pirra este ritmo musical es un hecho, pues hace no mucho compartió en Spotify en su cuenta oficial playlist lista con sus 50 temas preferidos y bailables, sus bachatas ‘para dominarlos a todos’, demostrando que lo conoce a fondo y no se limita a abrazar una moda.
Para muestra, un botón (o varios). En su última canción, ‘Señor Juez’, Ozuna ha contado con uno de los padres y reyes del baile lento, tranquilo y sensual, el puertorriqueño Anthony Santos. Casi en paralelo, las redes sociales ardían con ‘Ateo’, el videoclip herético y subido de tono en la Catedral de Toledo que grabaron Nathy Peluso y C. Tangana para gusto de los que quieren perrear hasta el suelo y, de paso, mirar a Dios a la cara.
Polémicas y perdones de prelados a su comunidad de fieles aparte, el tema no es otra cosa que una bachata pasada por el filtro de la música electrónica y los arreglos contemporáneos: el pop y el RnB, con mayor facilidad para ser aceptados por un publico masivo, como de hecho está sucediendo a medida que se constata: la bachata está muy de moda, y ha venido (nunca se fue) para reinar en las pistas de baile españolas.
La bachata se baila en el centro de todo
La música de Rosalía y de Ozuna solo es un reflejo de una tendencia a pie de calle que tiene lugar en todo el mundo. En la noche y los locales (muy concretos), en las calles y los barrios con un porcentaje alto de población inmigrante y latina, algo que, como apuntan todas las evidencias, han sabido detectar los grandes del reguetón para fagocitar el género, moldearlo al gusto de su música y distribuirlo masivamente a lo largo y ancho del planeta.
Según opina el crítico y experto musical Diego E. Manrique en un artículo de El Diario escrito por Mónica Zas Marcos, y nos faltaba calle y perspectiva para abrazar otras tendencias musicales. “Con la aparición de las plataformas y la globalización musical”, explica, “la bachata, el vallenato o el reguetón escaparon de los entornos marginales y quedó demostrado que el público español estaba muy abierto a este tipo de sonidos y se puso de moda una cultura que antes estaba totalmente desvalorizada".
Lo que cuenta Manrique es una síntesis del larguísimo proceso histórico y los cambios que ha vivido el género desde sus orígenes caribeños hasta ese blanqueo que denuncian algunos expertos como Ioshinobu Navarro, en el mismo artículo, denuncian: "Ya ha pasado con el reguetón, que en sus inicios eran letras de crítica social imitando al rap y se han ido degradando y alimentando el prejuicio". Se refiere a la adopción masiva (acrítica también de lo latino en occidente y al olvido del componente histórico y sociocultural del género, cuyo nacimiento se dio entre las clases humildes de República Dominicana, que la bailaban para conjurar y olvidar la pobreza y las malas condiciones de vida durante la dictadura sangrienta y represora de Trujillo.
Para navarro, y pese a su evidente categoría de ‘producto’ en manos de los grandes del reguetón, el regreso del género a la calle y a los locales donde se baila le parece muy positiva. “Nos libera nos hace sentir felices, relajados y alejados del ruido cotidiano […] Volver a la comunidad y al baile es algo liberador”.