La ciencia lo confirma: El queso puede provocarle cositas a tu cerebro como si fuera heroína

yasss.es
08/01/201912:44 h.Tampoco es la primera vez que alguien habla de esto: la comida puede provocar adicción. Hay ciertos alimentos y, sobre todo, algunos productos procesados, que vuelven loquitas las mismas áreas de nuestro cerebro que estimulan ciertas drogas. ¿No te ha pasado que has abierto una bolsa de patatas fritas o cualquier otro aperitivo y no has podido parar de picotear hasta que te has terminado el paquete?

Evidentemente, no se puede comparar al queso con la heroína, puesto que uno es un alimento y el otro es una sustancia química muy dañina. Pero la respuesta de tu cerebro a estas dos sustancias es bastante parecida.
La heroína está considerada por la mayoría de los consumidores como una de las tres sustancias más adictivas que existen en el mundo, y es capaz de elevar los niveles de dopamina en tu cerebro hasta el 200%. Esto provoca que te sientas muy a gustito y muy relajaíto, como si tus problemas ya no existieran y todo fuera de p*ta madre.

Claro que el queso no provoca ese efecto en ti. Cuando comes queso no sientes que es el mejor día de tu vida y que todo es hermoso a tu alrededor. La reacción a la sustancia es diferente, pero lo que ocurre en tu cerebro es similar (aunque el efecto de la heroína es mucho más rápido, más que nada porque ha sido diseñada para eso, mientras que la finalidad del queso es aportarte nutrientes, no que flipes en colorines).
Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan han trabajado para averiguar qué tiene el queso que puede llegar a desatar la bestia devoradora que hay en nosotros. Y lo primero que han notado es que el queso tiene una proteía que se llama caseína y que, cuando se disuelve en nuestro estómago y pasa a la sangre, provoca en nuestro cuerpo efectos similares a los de los opiáceos.

El estudio no solamente se centraba en el queso, sino que preguntaba a los 500 participantes del mismo sobre otros alimentos. Y aquí llega la mala noticia: cuanto más grasiento es un alimento o más procesado está, más adictivo puede llegar a ser. ¡Ya nos podíamos enganchar al brócoli! Pero no, siempre se nos abre el apetito con lo que podría ser más dañino para nuestro organismo.
Lo que aún no han podido medir con precisión es el alcance de la caseína en nuestro cerebro, es decir, qué es capaz de hacer. Se sabe que esa proteína es la que nos empuja a querer más queso y a relacionar el comer queso con el placer y el bienestar, pero no han estudiado aún cuáles son los efectos reales, para poder hacer una comparación más precisa con ciertas drogas.

Las conclusiones de esta primera parte de la investigación dicen que está demostrado que hay ciertos alimentos más adictivos que otros y que su consumo podría estar relacionado con el abuso de comida, algo que puede llegar a desarrollar un trastorno de la alimentación.
Según cuenta Erica Schulte, una de las autoras del artículo que recoge la investigación, "si logramos asociar las propiedades de ciertos alimentos con el consumo adictivo en ciertas personas, esto podría marcarnos una línea de investigación en nutrición, además de una serie de políticas públicas para marcar esos alimentos sobre todo en el marketing de productos infantiles". Nicole Avena, co-autora del artículo, añade: "esta investigación podría ayudar a cambiar la manera en la que nos acercamos a los tratamientos de la obesidad".
Ah, espera. ¿Te has quedado con las ganas de saber cuáles son los alimentos que más adicción generan?

La revista estadounidense PloS One publicó una lista con los 25 alimentos más adictivos, y podemos encontrar:
La pizza

El chocolate

Las patatas fritas

El refresco con azúcar

(El queso, por supuesto)

Y... ¡la bollería industrial!
